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El New York Times describió a Sacks como “el aclamado poeta de la medicina moderna”. | Foto: Facebook.

OBITUARIO

El legado de Oliver Sacks, el autor de ‘Despertares’

El neurólogo y escritor Oliver Sacks murió el domingo a los 82 años. La carta en la que hizo pública su enfermedad, hoy es recordada por miles.

31 de agosto de 2015

El doctor Oliver Sacks, cuyos libros como El hombre que confundió a su esposa con un sombrero arrojaron luz sobre los alcances de la experiencia humana al presentar de manera compasiva a pacientes de alteraciones neurológicas, falleció a los 82 años.

El célebre libro de Sacks Despertares, de 1973, sobre pacientes de hospital que pasaron décadas en una especie de catatonia hasta que Sacks probó un tratamiento nuevo, inspiró una película de 1990 en la que él fue interpretado por Robin Williams y que fue postulada a tres premios Oscar.

Sacks murió el domingo en su hogar en la ciudad de Nueva York, precisó su asistente Kate Edgar. El neurólogo y autor había anunciado a principios de este año que tenía una enfermedad incurable, un inusual cáncer ocular que se había propagado al hígado.

En una columna lúcida y emocionante publicada en el New York Times el pasado febrero contó públicamente que sufría esa enfermedad y que veía la vida con nuevos ojos (lea la columna en español aquí). “Hace un mes pensaba que estaba bien de salud, incluso muy bien”, escribió. “Pero se me acabó la suerte. Unas semanas atrás me enteré de que tenía múltiples metástasis en el hígado”.

“No puedo decir que no tenga miedo. Pero mi sentimiento predominante es el de la gratitud. He amado y he sido amado; he dado mucho y me ha dado bastantes cosas; he leído, viajado y escrito”, afirmó.

En El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, su éxito editorial de 1985, describió a un hombre que realmente confundió el rostro de su mujer con su sombrero durante una visita al consultorio de Sacks porque su cerebro tenía dificultades para interpretar lo que veía. Otro caso en el libro presentó a mellizos autistas que tenían problemas con las matemáticas ordinarias pero que podían efectuar otros cálculos sorprendentes.

En 2006, la revista Discover incluyó esa obra entre los 25 libros de ciencia más importantes de todos los tiempos, declarando que “legiones de neurólogos que investigan los misterios del cerebro humano citan este libro como su mayor inspiración”.

Otro libro suyo, Un antropólogo en Marte: siete narraciones paradójicas, de 1995, describió casos como los de un pintor que perdió la visión de los colores en un accidente automovilístico pero que halló un nuevo poder creativo en blanco y negro.

También relató el caso de un hombre de 50 años que súbitamente recuperó la vista después de una ceguera de casi toda una vida. La experiencia fue un desastre: el cerebro no podía dar sentido al mundo visual ya que percibía los rostros humanos como masas volátiles de colores y texturas sin sentido. Después de una vida rica en su ceguera, devino en “un hombre con vista parcial muy discapacitado”, recordó Sacks. “Cuando volvió a ser ciego se alegró”.

“Oliver Sacks humaniza la enfermedad: escribe sobre el cuerpo y el alma y cada uno de sus casos de estudio resuma el sentimiento de respeto hacia el paciente y la enfermedad”, comentó Roald Hoffman, químico ganador del Premio Nobel, en 2001. “Lo que otros consideran una tragedia o una incapacidad, Sacks ve y nos hace ver a un ser humano que enfrenta un problema biológico con dignidad”.

Sacks recibió el prestigioso Premio Lewis Thomas a la escritura científica en 2002.


Con información de AP.