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Europa es hoy por hoy el centro de la epidemia, según la OMS /Foto archivo SEMANA | Foto: Getty images

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Francia y España también se encierran para frenar el coronavirus

El covid-19 ya ha matado a más de 5.700 personas en 137 países, según el recuento de la AFP a partir de cifras oficiales, que sitúan los contagiados en 151.767.

14 de marzo de 2020

El nuevo coronavirus superó este sábado la cifra de 150.000 afectados en el mundo, y todos los países, desde a Estados Unidos a España, pasando por Rusia, cierran fronteras y aceleran sus medidas destinadas a atenuar el impacto de la pandemia.

En España, el país europeo junto a Italia donde la pandemia progresa más rápidamente, hubo 1.500 nuevos contagios en las últimas 24 horas, acercándose a los 6.000 afectados y con más de 180 muertos.

El gobierno español, que decretó el estado de alarma, impuso este sábado un confinamiento casi total para todos los ciudadanos, que solo podrán salir por razones laborales o de primera necesidad, como comprar comida. 

Además de limitar la circulación de personas, el gobierno ordenó la clausura de todos los comercios y locales de ocio no indispensables, y ratificó la suspensión de las clases ya aplicada en los últimos días.

En Francia, el gobierno también se mandó el cierre de todos los locales públicos "no esenciales", como bares, restaurantes y cines, y se aumentó el nivel de alerta de la epidemia a fase 3. Solo podrán abrir los comercios relacionados con la alimentación, las farmacias, los bancos, los estancos y las gasolineras. 

Aún así, se mantuvo la organización de las elecciones municipales, prevista el domingo, si bien se incrementarán las medidas de seguridad e higiene se incrementarán durante las votaciones para prevenir los contagios.

El covid-19 ya ha matado a más de 5.700 personas en 137 países, según el recuento de la AFP a partir de cifras oficiales, que sitúan los contagiados en 151.767.

Ese recuento, sin embargo, oculta el verdadero impacto de la pandemia a nivel mundial, ya que los métodos de conteo difieren de un país a otro y en naciones como Venezuela, donde se anunciaron los dos primeros casos, puede poner en jaque al devastado sistema sanitario.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que el viernes dio luz verde a un acuerdo con los demócratas para un gran plan de lucha contra el covid-19, anunció que se había sometido al test del coronavirus, cuyos resultados se darán a conocer posteriormente.

La Casa Blanca anunció también que se tomará la temperatura de "todas las personas en contacto cercano" con Trump y su vicepresidente Mike Pence, "como precaución".

Ante la propagación de la pandemia, los gobiernos adoptan medidas de emergencia para limitar los viajes o las concentraciones de personas, cerrando fronteras y ordenando la suspensión de vuelos.

Estados Unidos, que estremeció a la economía mundial al prohibir esta semana los vuelos procedentes de Europa por 30 días, extenderá la medida al Reino Unido, reveló Trump a periodistas.

El gobierno británico, por su parte, se dispone a ampliar sus medidas de combate, según medios de prensa, ante la imparable progresión de la crisis sanitaria en sus vecinos europeos.

Rusia decidió cerrar el domingo sus fronteras terrestres a los extranjeros, Noruega anunció el cierre de puertos y aeropuertos y Marruecos, cuyo ministro de Transportes dio positivo por el coronavirus, suspendió sus vuelos con procedencia o destino en 29 países para frenar la propagación de la epidemia.

En Israel, a partir del domingo, se cerrarán todos los restaurantes, hoteles, centros comerciales, cafeterías y gimnasios y se prohibirán las reuniones de más de diez personas, anunció el primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Noticias más esperanzadoras desde China

Europa es hoy por hoy el centro de la epidemia, según la OMS.

China, país origen de la pandemia, con más de 3.000 muertos, registra en cambio cifras diarias bajísimas de contagio y fallecimientos. Este sábado, solo hubo 11 infectados. 

Pero lel covid-19 llega a nuevos países cada día. En las últimas horas se registraron los primeros casos en Ruanda y Guinea Ecuatorial, y Ecuador y Dinamarca lamentaron respectivamente su primer muerto.

Italia, el segundo país con más decesos detrás de China (1.441 muertos y 21.157 casos), vivía un fin de semana en silencio, su población recogida en los domicilios. Milán y Roma decidieron cerrar sus parques y jardines para impedir concentraciones de gente.

En todo el planeta, la epidemia vacía poco a poco las calles, confina en casa a millones de ciudadanos y transforma las vidas cotidianas. El saludo con un beso, el café en la barra del bar, las reuniones de trabajo o ver una película en el cine se convierten en actos cada vez más raros, o imposibles.

"Nosotros que estamos acostumbrados a ver multitudes, ver así la Puerta del Sol nos resulta desolador", decía el sábado Paco Higueras, trabajando con mascarilla y guantes en una tienda de alimentación en el centro de Madrid.

La fotografía de una enfermera italiana, exhausta y dormida sobre el teclado de su ordenador se ha convertido en la imagen del agotamiento extremo del personal sanitario del norte de Italia.

"Podría trabajar 24 horas seguidas si fuera necesario, pero no oculto que en este momento estoy ansiosa porque lucho contra un enemigo que no conozco", declaró a la prensa la enfermera, Elena Pagliarini.