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La mansión más grande del mundo no está en EE.UU. ni China, se puede visitar solo 3 días al año: su riqueza se debe al petróleo y gas

El complejo cuenta con 257 baños y cinco piscinas. Un salón de banquetes con capacidad para 5000 invitados. Garaje para 110 vehículos de lujo.

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7 de noviembre de 2025, 4:47 p. m.
Palacio del Sultán de Brunei.
Palacio del Sultán de Brunéi. | Foto: Getty Images

Cuando se habla de mansiones y palacios monumentales, la mayoría piensa en Estados Unidos o en los castillos europeos. Sin embargo, la residencia más grande del mundo se levanta en el sudeste asiático, en el diminuto, pero riquísimo sultanato de Brunéi, donde el lujo y la religión se entrelazan en una obra que desafía los límites de la arquitectura contemporánea.

El Istana Nurul Iman, que en persa y árabe significa “Palacio de la Luz de la Fe”, ostenta el récord Guinness como el palacio residencial más grande del planeta. Su superficie supera los 200.000 metros cuadrados y cuenta con 1.788 habitaciones, lo que lo convierte no solo en la residencia oficial del sultán Hassanal Bolkiah, sino también en la sede del Gobierno de Brunéi.

El palacio fue construido en 1984, año en que Brunéi obtuvo su independencia del Reino Unido. La obra, a cargo de la empresa Ayala Corporation, costó unos 1.400 millones de dólares, una cifra que refleja los vastos recursos que el país ha acumulado gracias a su industria petrolera y de gas.

El sultán Hassanal Bolkiah, quien gobierna desde 1967, es considerado uno de los monarcas más ricos del mundo. En 2008, la revista Forbes estimó su fortuna personal en 20.000 millones de dólares, gran parte de ella derivada de los ingresos energéticos que han convertido a Brunéi en uno de los países con mayor renta per cápita del planeta.

Interior del Palacio de Brunei, cuando recibió la visita de la princesa Diana de Gales.
Interior del Palacio de Brunei, cuando recibió la visita de la princesa Diana de Gales. | Foto: UK Press via Getty Images

El Istana Nurul Iman combina la arquitectura malaya tradicional con influencias islámicas y modernas. Sus techos abovedados, cúpulas doradas y amplios patios simbolizan tanto la espiritualidad del islam como el poder terrenal del sultán.

El interior fue diseñado por Khuan Chew, la misma arquitecta responsable del Burj Al Arab de Dubái, e incorpora materiales de distintas partes del mundo: mármol italiano, granito de Shanghái, vidrio inglés y seda china.

Entre sus características más impresionantes destacan 257 baños y cinco piscinas. Un salón de banquetes con capacidad para 5000 invitados. Garaje para 110 vehículos de lujo. Un establo climatizado para 200 caballos de polo. 44 escaleras de mármol y 38 tipos distintos de ese material distribuidos en toda la decoración.

Brunei celebra su independencia del Reino Unido. Vista del recién construido Istana Nurul Iman, palacio del sultán de Brunei, 1984.
Brunei celebra su independencia del Reino Unido. Vista del recién construido Istana Nurul Iman, palacio del sultán de Brunei, 1984. | Foto: Getty Images

El sultán utiliza el palacio tanto como residencia privada como centro de actividades de Estado, por lo que el acceso al público está restringido. Sin embargo, durante la festividad de Hari Raya Aidil Fitri, que marca el final del Ramadán, el Istana Nurul Iman abre sus puertas durante tres días, permitiendo que miles de ciudadanos y visitantes recorran parte de sus instalaciones y, en algunos casos, saluden personalmente al monarca.

El resto del año, la única forma de admirar su magnitud es desde el río Brunéi, donde los cruceros turísticos ofrecen una vista panorámica del complejo, cuyas cúpulas doradas dominan el horizonte de Bandar Seri Begawan, la capital del país.

Más allá de su lujo, el Istana Nurul Iman es un emblema nacional que refleja la identidad política y religiosa de Brunéi, un Estado islámico donde el sultán concentra simultáneamente el poder político, económico y espiritual.

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