Estados Unidos
Joven viajó de Perú a Estados Unidos y casi no entra al país por un tatuaje en el cuello: “Fue un trauma”
El caso del joven peruano revela cómo los tatuajes visibles pueden convertirse en un obstáculo inesperado al ingresar a Estados Unidos, pese a no existir una prohibición oficial.
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Steven Sneider, un joven peruano que viajó recientemente a Estados Unidos, vivió una experiencia angustiante en el aeropuerto de Miami luego de que agentes migratorios lo interrogaran insistentemente por un tatuaje en su cuello.
La inscripción en inglés decía “I don’t care” (“no me importa”) y, aunque para él era una expresión artística sin connotaciones delictivas, para los oficiales se convirtió en una posible señal de alerta. Durante varias horas, fue sometido a preguntas repetitivas, le retuvieron el pasaporte y no le aseguraron que sería admitido al país. Al final, logró ingresar, pero asegura que el momento fue tan tenso que lo describe como un verdadero trauma.
El joven relató a medios locales que jamás imaginó que un tatuaje podía complicarle la entrada a un país. “No me dejaron moverme, me preguntaban una y otra vez qué significaba y si pertenecía a una banda. Yo solo les decía que era una frase que me gustaba, que no tenía nada que ver con violencia”, comentó. Sus palabras reflejan el desconcierto de muchos migrantes que se han enfrentado a situaciones similares, donde las marcas en la piel se convierten en objeto de sospecha.
@steevensneider Nunca les conté esto… 🇺🇸✈️ Fue mi primera vez viajando a EE.UU. y no se imaginan cómo me sentí. Nunca supe si me retuvieron por el tatuaje, por la cantidad de días o simplemente por los nervios. Al final logré pasar, pero fue una experiencia que espero nunca tengan que vivir. #eeuu #usa #visa
♬ sonido original - Steeven
Este caso no es aislado. En varias ocasiones, inmigrantes en Estados Unidos han sido deportados o retenidos porque funcionarios consideraron que sus tatuajes los vinculaban con pandillas, aun sin pruebas de antecedentes criminales.
Según un informe citado por ABC News, abogados de inmigración han documentado que personas con tatuajes de fútbol, cruces o símbolos culturales han sido acusadas erróneamente de tener nexos con organizaciones como la MS-13 o el Tren de Aragua, lo que derivó en detenciones arbitrarias y deportaciones injustas.
En 2025, un joven venezolano identificado como Jerce Reyes Barrios fue deportado tras ser acusado de portar un tatuaje con un logo que, de acuerdo con agentes, lo vinculaba con el Tren de Aragua.
Su defensa alegó que era un diseño deportivo y no tenía relación alguna con actividades delictivas, pero la decisión fue irreversible. Casos como este generan preocupación entre organismos de derechos humanos que cuestionan la discrecionalidad de las autoridades migratorias y la ausencia de protocolos claros para interpretar tatuajes.

Abogados recomiendan a los viajeros con tatuajes visibles llevar documentos que acrediten su validez migratoria y, de ser posible, pruebas sobre el carácter artístico o personal de sus diseños.
Aunque no existe una norma oficial que prohíba tatuajes en aeropuertos estadounidenses, la interpretación de los agentes es determinante y puede marcar la diferencia entre ingresar sin problemas o vivir una pesadilla.
Steven Sneider finalmente logró entrar al país, pero su testimonio resuena como advertencia para quienes creen que los tatuajes son únicamente una elección estética.
En contextos migratorios, estas marcas corporales pueden ser vistas con recelo y convertirse en un obstáculo inesperado. Lo que para él era solo una frase terminó siendo la razón por la que casi queda fuera de Estados Unidos.