Estados Unidos
Listas secretas, nervios y azar: los motivos que pueden llevar a la TSA a revisar a un pasajero todo el tiempo
Los controles adicionales en aeropuertos de Estados Unidos responden a protocolos oficiales que combinan tecnología, datos y observación humana.
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Desde Washington D. C., la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos usa varios mecanismos oficiales para decidir cuándo revisar a un pasajero con mayor profundidad, no simplemente por una percepción subjetiva, sino con normas establecidas que combinan datos de listas, observaciones de comportamiento y protocolos técnicos.
Según documentos oficiales del programa Secure Flight y reportes del Gobierno federal, estas son las principales causas que pueden generar una revisión reforzada.
Una de las bases fundamentales es el programa Secure Flight, que compara los datos del pasajero (nombre completo, fecha de nacimiento, sexo) contra listas federales de personas sospechosas o que tienen prohibido volar (“No Fly List”) o que son seleccionadas para exámenes adicionales (“Selectee List”).
Cuando hay coincidencia, el pasajero puede ser marcado para un control más riguroso.

Otro criterio proviene del programa de detección de comportamiento, conocido como Behavior Detection and Analysis (BDA), antes llamado SPOT.
Mediante la observación de señales como nerviosismo, cambios en postura, gestos, mirada evasiva, sudor, movimientos inusuales o respuestas que parezcan inconsistentes, oficiales especializados pueden derivar al pasajero a una revisión extra si se cumplen varios indicadores.
Sin embargo, el programa ha sido criticado por su carácter subjetivo y por la falta de evidencia científica que valide muchas de las señales como predictores fiables de riesgo.
También está la designación SSSS (“Secondary Security Screening Selection”) que aparece en algunos pases de abordar.
Esa sigla indica que el viajero será sometido a controles adicionales y puede incluir revisión manual del equipaje de mano, escaneo más profundo, preguntas adicionales y, ocasionalmente, control corporal más detallado.
No siempre significa que haya sospecha específica, puede ser resultado de combinaciones de factores identificados por el Secure Flight.

Hay otros factores que, aunque no públicos del todo, se reconoce que inciden: rutas poco comunes, comprar pasaje de un solo sentido, pagar en efectivo, historial de viajes, nombres similares a los de listas oficiales, vuelos desde o hacia países catalogados de riesgo. TSA también incluye elementos de selección aleatoria para evitar predictibilidad en los controles.
Los documentos oficiales del Departamento de Seguridad Nacional señalan que estos procedimientos están diseñados para proteger la privacidad del pasajero tanto como sea posible, recogiendo solo los datos necesarios, siguiendo protocolos de revisión, permitiendo opciones como revisiones privadas, presencia de oficiales del mismo sexo en registros físicos intensos y canales de reclamaciones para quienes sienten que han sido tratados injustamente.
De esta manera, un pasajero puede ser sometido a revisiones adicionales si aparece en listas federales, si sus datos activan coincidencias de riesgo, si su comportamiento despierta sospechas según criterios del programa de detección de conducta, si su pase tiene la etiqueta SSSS o por combinaciones de factores y selección aleatoria.
Aunque esto puede generar malestar, TSA recuerda que dichos procedimientos obedecen a normas legales, auditorías internas y están sujetos a protecciones de derechos civiles y privacidad.