Con Vargas alejado de la Casa de Nariño, ¿qué hará Cambio Radical?

Una gran sorpresa causó el anuncio del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, tanto que opacó la decisión de Cambio Radical de sentarse a hablar con el presidente Iván Duque este viernes. A partir de ahora -por decisión propia- se marginará de la relación entre el partido y el gobierno, solo lo apoyará en temas programáticos y académicos desde la fundación Carlos Lleras Restrepo.

La noticia la lanzó en la reunión previa que tuvo con la bancada en la que decidirían si aceptaban o no la invitación del gobierno para hablar en Palacio. No hubo mayor explicación a los congresistas, ni tampoco a la opinión pública. Sin embargo, fuentes cercanas al exvicepresidente le aseguraron a SEMANA que se está “reinventando” y que después de gastar más de siete meses de su campaña haciendo programas de gobierno -que hacen parte de las propuestas que ha hecho Cambio Radical en el Congreso y que no han tenido el apoyo del gobierno- no quiere que lo identifiquen como un político que va a la Casa de Nariño a pedir puestos.

Además, Vargas Lleras ha tenido diferencias con el gobierno Duque, con el que si bien se ha sentado a hablar, cree que envía mensajes equivocados, sobre todo en los temas económicos, en donde no siente que exista una política clara. Tampoco le gustó la manera como se tramitó el proyecto de reforma a la Justicia que terminó hundiéndose, y que según miembros de Cambio Radical fue plagiado del que presentó su partido. Ese espíritu crítico ha quedado consignado  en sus columnas de opinión.

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Pero aunque Vargas Lleras quiere marcar distancia del gobierno, les pidió a los congresistas que asistieran a la reunión con Duque, para eso designó seis delegados: los senadores Rodrigo Lara, Themistocles Ortega y Antonio Zabaraín; y los representantes a la Cámara Ángela Sánchez, José Daniel López y Héctor Vergara. La baraja es variopinta, de hecho están las dos miradas, la de quienes apoyan con más ahínco al gobierno Duque y los que son más críticos. Según varias fuentes consultadas no hubo mayor discusión para elegir a los voceros, de hecho se trató de los que más intervinieron en el reunión.

La postura de Vargas Lleras fue opuesta a la del expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, quien decidió que su bancada no asistiría a la reunión con Duque porque no tenían claro de qué se trataba y además reclaman que sus proyectos no son "tenidos en cuenta”. Esta última queja también la tiene Cambio Radical, aseguran que los más de 17 proyectos radicados por su bancada no han sido de “interés” para el gobierno y que precisamente de eso hablarán en la reunión de este viernes. La diferencia es que Vargas Lleras no quiere dejar plantado al presidente y tampoco que su partido quede como uno que se muestra “rebelde” para llamar la atención del gobierno.

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Según la mecánica que ha mostrado el gobierno Duque en las reuniones que ha tenido con La U y el Partido Conservador, tras las reuniones no hay grandes decisiones de fondo. Sin embargo, en un año electoral como el que comienza sí las deben tomar. Cambio Radical enfrenta varios dilemas, el primero de ellos es decidir una cabeza interna. Aunque los congresistas tienen muy claro que Vargas Lleras es el jefe natural del partido, también saben que deben escoger un líder. Según confirmó a SEMANA el representante César Lorduy, ese será uno de los temas a tratar en Paipa en marzo próximo durante el “encuentro ideológico programático” que anunciaron. Nombrar una cabeza podría resultar tensionante, es una decisión que puede desatar inconformismos.

Todo esto se agudiza con un Vargas Lleras un poco más desprendido del día a día del partido. Además, su liderazgo durante el gobierno Duque aunque llegó a ser muy fuerte e incluso se vio como un contrapeso, también se debilitó después de la votación de la Ley de Financiamiento, aunque al principio el exvicepresidente la apoyaba, después decidió demandarla al considerar que hubo “faltas de procedimiento y de forma”.

El otro gran dilema de Cambio Radical está en decidir si continuarán en la independencia o se volverán partido de gobierno. Este punto también se debatió en la reunión de bancada -aunque no a profundidad-. En Cambio Radical hay una vertiente que tiende a ser más cercana al uribismo, la de los Char, y otra que es más crítica al gobierno Duque. Según uno de los congresistas consultados la balanza está un 70 - 30 a favor de Vargas. Sin embargo, por ahora decidieron quedarse en la independencia, según dicen Cambio Radical va a ser un ‘hueso duro de roer’ pues no quieren necesariamente un ministerio, sino una injerencia real en el gobierno. Por el momento, tienen el propósito de “construir confianza” para evaluar si en un futuro dan el paso.

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Cuatro congresistas coincidieron en que “hay que aceptar una realidad, un no puede ser partido de gobierno si no hace parte del gobierno”. Y si a esto se le suma que La U -declarado de gobierno- reclama mayor participación, en Cambio Radical ven con recelo cambiar de posición sin que exista un cambio de actuar del gobierno Duque. Además, les parece más rentable para las elecciones locales estar en la independencia.

Por el momento, no hay rebeldía dentro del partido aunque no todos piensen igual. En esto también juega un papel importante la relación entre Vargas Lleras y la Casa Char de Barranquilla que se había visto fracturada después de la votación de los magistrados del Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, varias fuentes aseguraron que la relación se ha ido restaurando y que además la próxima semana se reunirá Vargas Lleras en la casa de alguno de los Char (Fuad o Arturo Char) para conversar con la bancada de Atlántico.