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Cartas dentales: insuficientes para determinar si cadáveres corresponden a ecuatorianos

Medicina Legal en Cali informó que terminada la necropsia de los cuerpos hallados en Nariño, las cartas dentales resultaron insuficientes para otorgar plena identidad. Ahora adelantarán análisis genéticos.

22 de junio de 2018

No terminan los días de dolor e incertidumbre que padecen las familias de los tres ecuatorianos que hacían parte del equipo periodístico del diario El comercio de ese país, secuestrados y asesinados por alias Guacho, un temido disidente de las Farc en Nariño.

El drama de esas familias parecía que terminaría el viernes 22 de junio, cuando Medicina Legal en Cali, Valle, informaría de los resultados de las necropsias de los cuerpos hallados esta semana en zona rural de Tumaco.

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Lo que Medicina Legal trata de determinar es si los cuerpos corresponden a los de Javier Ortega de 32 años; el fotógrafo Paúl Rivas, de 45 años y el conductor Efraín Segarra, de 60 años de edad. El Ministerio de Defensa informó el viernes en la noche que los estudios de las cartas dentales habían avanzado en certezas. Sin embargo, no al 100%.


Y este sábado, Medicina Legal emitió un comunicado en el que aseguraban que las cartas dentales resultaban insuficientes para advertir la plena identidad. En tal caso, lo que sigue es adelantar análisis genéticos.


Los tres periodistas ecuatorianos fueron secuestrados desde el 26 de marzo de este año cuando realizaban un trabajo periodístico en el poblado de Mataje, provincia de Esmeraldas. Con esa reportería de campo buscaban retratar la difícil situación de orden público e inseguridad que padecen los habitantes de la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia.

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Desde el plagio, tanto los pobladores como las autoridades locales responsabilizaron a Guacho, líder del frente Óliver Sinisterra, una organización disidente de las Farc que no quiso someterse al proceso de paz pactado en La Habana, entre el gobierno y ese grupo subversivo.

Esas versiones fueron confirmadas el 3 de abril cuando el propio Guacho difundió videos con pruebas de supervivencia de los ecuatorianos y en las que exigía un canje por miembros de su organización criminal presos en Ecuador, entre ellos su cuñada. Las imágenes causaron repudio no solo en ambos países, sino a nivel internacional por cuanto los cautivos aparecían atados de manos y cuello, con cadenas y candados.

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Pero el 12 de abril circularon nuevas fotografías que hicieron temer lo peor. En ellas se apreciaba los cuerpos sin vida de tres hombres, atados con cadenas y con tiros de gracia. Aunque en un principio no se le dio credibilidad a ese material fotográfico, las sospechas fueron disipadas por el propio Guacho.

En un comunicado, el temido criminal confirmó el asesinato de los tres ecuatorianos y exigía cesar las operaciones militares en la zona, como condición para entregar los cadáveres.

A partir de ese momento comenzó la otra tragedia para las familias: recuperar los cuerpos de sus seres queridos, para darles una sepultura digna. Deseo que ya será posible con la confirmación de la identidad de los tres cadáveres hallados este jueves 21 de junio, en zona rural de Tumaco.

Las autoridades colombianas aún siguen tras la pista de Wálter Patricio Arizala, alias Guacho, nacido en Limones, un pequeño poblado de la provincia de Esmeraldas, justamente la región donde secuestraron al equipo periodístico del diario El Comercio.

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Según información judicial, Guacho fue reclutado en la guerrilla de las Farc cuando tenia 15 años y siempre se movió entre el Alto y Bajo Mira, una de las zonas más cocaleras de Tumaco, Nariño.

Precisamente esa condición mafiosa hizo que Guacho junto a su mano derecha identificado con el alias de Cachi, optaran por no someterse al desarme dentro del acuerdo de paz firmado entre el gobierno colombiano y las Farc.

De esa manera dieron origen, a comienzos de 2016, de una organización disidente que arrancó con 60 hombres armados y hoy ya completa cerca de 250 integrantes y que se hacen llamar frente Óliver Sinisterra.

Las acciones criminales de ese grupo armado, sumado al incremento de los cultivos de coca y la creciente actividad mafiosa en esa región del país, obligó la reacción del gobierno emprendiendo una ofensiva nunca antes vista que se conoció como operación Agamenón.

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Esa ofensiva de seguridad liderada por cerca de diez mil hombres del Ejército, Policía, Armada y Fuerza Aérea, desde enero a mayo de este año ya arrojó resultados contundentes y el más reciente fue la captura del hermano de Guacho.

Se trata de Juan Gabriel Arizala Vernaza, alias Javier, aprehendido el pasado martes 19 de junio en el corregimiento de Llorente, un caserío de Tumaco. Las autoridades confirmaron que será procesado por concierto para delinquir.

Sumado a ello, la ofensiva militar ya arrojó otras 6 capturas de líderes de la organización de Guacho; la entrega voluntaria de nueve de ellos y uno más que fue abatido durante enfrentamientos.

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Fuentes de inteligencia militar estiman que entre las incautaciones de arsenal de guerra y alcaloides, a esa organización le han arrebatado cerca de 1.976 millones de dólares durante la ofensiva ejecutada en los primeros cinco meses del año.