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| Foto: AP Newsroom

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Enfermera en Barranquilla fue atacada tras ser acusada de tener covid-19

La mujer, de 30 años, se dirigía a la casa de un paciente del que cuida. Sin embargo, fue abordada por cuatro desconocidos quienes la hirieron verbal y físicamente.

18 de abril de 2020

Carmen Vargas, una auxiliar de enfermería de 30 años, fue atacada por desconocidos cuando se dirigía hacia su trabajo ubicado en el barrio San Felipe, al sur de Barranquilla. La mujer fue perseguida por cuatro hombres, quienes la despojaron de su tapabocas y la hirieron con un vidrio en una de sus manos.

La enfermera trabaja en la IPS House Care Medical, la cual atiende a los pacientes desde sus casas. Tal y como lo denunció en Blu Radio la gerente del instituto prestador de servicios de salud, Vicky Fernández, los agresores lastimaron fisica y verbalmente a Carmen. Los desconocidos le gritaron una serie de improperios con los que la acusaban de estar contagiada por el coronavirus y ser un riesgo para ellos.

“Llegando al barrio la abordaron cuatro muchachos, la acorralaron y le gritaban que ella tenía coronavirus, le arrancaron el tapabocas. Llevaban un cuchillo en la mano porque intentaron apuñalarla y ella se defendió. Con un vidrio lograron cortarla, pero ella empezó a pedir auxilio y los vecinos salieron”, declaró la gerente de la IPS en Blu Radio.

Según el testimonio, la enfermera se dirigía a la casa de uno de los pacientes a los que cuida. Tras escuchar sus gritos, los vecinos salieron a auxiliarla y los agresores se alcanzaron a escapar. Fernández rechazó rotundamente los hechos y pidió respetar al personal asistencial, pues ellos son los que están luchando de frente contra la pandemia.

Este no ha sido el único caso de agresión y discriminación contra el personal médico que se ha conocido en el país. Muchos trabajadores de la salud, como enfermeras, médicos y asistentes, han sido víctimas del rechazo y la intolerancia de personas que las juzgan de ser un peligro por supuestamente tener la covid-19. Algunos de ellos no han podido transportarse tranquilamente en el servicio público ni llegar a sus conjuntos residenciales para descansar.

Ante estos casos de violencia física y verbal, el Gobierno nacional pidió a alcaldes y gobernadores imponer medidas de protección especiales que garanticen la seguridad de los profesionales de la salud, no solo fuera de casa y de los centros de salud, sino dentro de estos.