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Emmanuel, cuenta su madre, dejó una carta con una compañera de salón en la cual dice que su intención era ir al departamento del Chocó.

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Dos estudiantes del colegio Refous aparecieron en Quibdó

Los familiares de Emmanuel Ramírez y Juan José Tibocha, dos estudiantes de octavo grado del Colegio Refous, habían perdido rastro de ellos desde el pasado jueves. En la tarde de este domingo, un transportador los contactó para decirles que los niños aparecieron a las afueras de Quibdó.

23 de junio de 2019

Desde el pasado jueves 20 de junio, los familiares de Emmanuel Ramírez y Juan José Tibocha, dos estudiantes de octavo grado del Colegio Refous, habían emprendido una angustiosa búsqueda. Según le contaron sus compañeros de ruta a la madre de Ramírez, Sara Ortiz, los dos estudiantes habrían desaparecido justo después de bajarse del bus escolar: “Él llegó en la ruta acostumbrada del colegio, pero no tomó hacia su lugar de residencia, sino que, por comentarios de compañeritos de la ruta, tomó un alimentador”.

Emmanuel, cuenta su madre, había dejado una carta con una compañera de salón en la cual dice que su intención era ir al departamento del Chocó. “Ahí manifiesta que quiere ver los delfines, las ballenas, los ballenatos. Pero lo que entendemos ahí es que quiere meterse al mar, que no lo consideremos como una forma de suicidio, sino que lo consideremos como una forma de irse”. A Jorge Ramírez, padre de Emmanuel, un compañero de salón le contó la misma historia: que, al parecer, su intención sería irse al Chocó: “El miedo que me da es que son dos muchachos extremadamente sanos y son pelaos que ni saben coger bus”.

El escape de su hijo, piensa la madre de Emmanuel, tendría que ver con su desempeño académico: el día anterior había sido la entrega de notas y, para ella, “muy seguramente por la pérdida de las siete materias ya venía deprimido”.

En la tarde de este domingo, la angustiosa espera llegó a su fin. Ramírez le confirmó a SEMANA que un transportador de Quibdó lo contactó para decirle que los dos niños estaban en su vehículo. "Me dijo que necesitaba que llamara a la Policía para que pararan el carro de él. Él lo hizo de forma muy responsable, porque sabía que en cualquier momento se podían bajar".

Los niños, cuenta el padre, están seguros en manos de la policía a las afueras de Quibdó.

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