Home

Nación

Artículo

Las actividades de comercio no esencial deben suspender su atención directa al público desde este miércoles en Barranquilla. | Foto: Policía Metropolitana de Barranquilla

NACIÓN

Por contagios y muertes, Barranquilla decreta nuevas medidas para el comercio

Desde este miércoles no hay atención al público en el comercio no esencial. Habrá ley seca hasta el 30 de junio. Organizaciones civiles piden decretar alerta roja en la ciudad.

24 de junio de 2020

El incremento de casos positivos de coronavirus y los fallecimientos por causas relacionadas obligaron a la Alcaldía de Barranquilla a ordenar nuevas disposiciones en la ciudad. Desde este miércoles solo el comercio esencial puede atender público y habrá ley seca extendida hasta el 30 de junio.

Con esto, la administración distrital busca bajar la tasa de contagio, que haya menos tránsito en la ciudad y poder bajar un poco la ocupación del sistema médico. Según el reporte más reciente del Ministerio de Salud, Barranquilla registra 9.250 casos positivos de covid-19 y 422 personas fallecidas, lo que indica una tasa de letalidad del 4,56 %.

El Decreto 0487 establece que se suspende la atención directa al público de los servicios de lavandería, comercio al por menor de bienes y servicios no esenciales, funcionamiento de centros comerciales, museos y bibliotecas, salas de venta de automotores y motocicletas y servicios de actividades inmobiliarias.

La restricción aplica para instituciones técnicas, tecnológicas y universidades. También, de manera temporal, para restaurantes, cafeterías, discotecas, bares, tabernas, clubes nocturnos, salas de cine, casinos, licoreras, clubes sociales, salones de juegos, centros recreativos, museos, estaderos, cantinas y similares.

De igual forma, se establece la suspensión de las universidades y de las instituciones técnicas o tecnológicas en todo el Distrito de Barranquilla. Todos estos establecimientos de servicios de comidas pueden operar a domicilio y ventas de sus productos para llevar.

Las nuevas disposiciones se extienden a todos los días de la semana y al consumo, venta o expendio de bebidas embriagantes o alcohólicas, desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la mañana del día siguiente. Se mantiene el ‘pico y cédula’ que está vigente, lo mismo que la autorización para las actividades físicas en los horarios ya establecidos y con medidas de autocuidado.


Jaime Pumarejo hizo los anuncios de las nuevas medidas a través de una transmisión en la redes sociales de la Alcaldía.

“Estamos extremando las medidas hasta el 30 de junio. Es un momento crítico en el cual hemos hecho un gran esfuerzo los barranquilleros los últimos dos fines de semana y todas estas noches con toque de queda, y nos queda un último fin de semana para bajar la tasa de contagio”, dijo el alcalde Pumarejo.

Para el mandatario, en Barranquilla han “tomado las decisiones que han sido necesarias, de la mano de un grupo de expertos y toda la oferta pública de la ciudad ha estado volcada a las soluciones que demanda la pandemia”. Sin embargo, las altas cifras de la ciudad, solo superada por Bogotá, tienen en alerta a las autoridades nacionales y a los habitantes de la capital del Atlántico.

“Las seis zonas de más alto contagio en la ciudad están bajo cercos sanitarios, se han impuesto más de 27.000 comparendos y durante el fin de semana pasado fueron conducidos a la UCJ 493 personas que estaban violando el toque de queda. Entrega de alrededor de 500.000 bonos y ayudas alimentarias para las familias que, siendo parte de la economía informal, han quedado desprotegidas en el aislamiento. Y lo seguiremos haciendo”, son las acciones adelantadas en la ciudad, según Pumarejo.

"Alerta roja"

Alarmados por las cifras que viene manejando la ciudad en las últimas semanas, un grupo de líderes y organizaciones civiles locales enviaron una carta al alcalde Jaime Pumarejo en la que piden decretar la alerta roja.

En la comunicación, los firmantes expresan la enorme preocupación por el manejo que las autoridades del Atlántico y de Barranquilla le han dado a la pandemia de la covid-19. “Somos el nuevo epicentro de la tragedia a nivel nacional y, sin embargo, la respuesta a la crisis ha sido la militarización, la judicialización y la delegación de la responsabilidad en la ciudadanía. En lugar de eso, requerimos más personal de salud, dotación de centros de salud barriales, acción humanitaria de emergencia, medicinas, alimentos, tapabocas, pedagogía, celeridad en las pruebas, cercos epidemiológicos y protocolos con enfoque de derechos”, señalan, entre otros aspectos.

Para estos líderes es necesario que las autoridades “abandonen el discurso de ‘indisciplina social’, que termina por señalar a los ciudadanos como los únicos culpables de esta grave situación, cuando las grandes brechas sociales y la economía del rebusque no permiten un aislamiento efectivo”.

Además, hacen un llamado a las autoridades de control locales para que hagan seguimiento a la situación actual y piden al Concejo Distrital y a la Asamblea Departamental a que abran espacios para debatirla. 

"Se requiere un acuerdo social por el Atlántico y Barranquilla. Depende de todos lograr una suma de esfuerzos y consensos entre las organizaciones sociales, la academia, los gremios y la institucionalidad, así como trabajo articulado entre los gobiernos territoriales, especialmente entre el Distrito y los municipios de su Área Metropolitana que están en grave crisis, como Soledad y Malambo", añaden los firmantes.