Home

Nación

Artículo

Los miembros de la bancada alternativa, en voz de Rodrigo Londoño, le respondieron al presidente en plataformas de 'streamming'. | Foto: Captura de video

POLÍTICA

¿Por qué la oposición no ha podido replicarle a Duque de nuevo?

SEMANA explica por qué, después de que Juanita Goebertus le respondió al presidente su intervención sobre las objeciones de la JEP, la oposición no ha vuelto a replicarle al gobierno ni en radio ni en televisión.

3 de septiembre de 2019

Una de las grandes conquistas del acuerdo de paz fue la puesta en marcha del Estatuto de Oposición. Desde que este entró en funcionamiento, ha cobrado protagonismo y una gran relevancia nacional pues en él se contemplan una serie de medias que le dan ‘dientes’ a los partidos que se declaren en oposición al gobierno de turno.

Tal vez el efecto más notorio de la nueva realidad política que presenta el Estatuto, se vio en las pasadas elecciones presidenciales cuando quienes fueron derrotados en la segunda vuelta, Gustavo Petro y Ángela María Robledo, obtuvieron automáticamente una curul en el Senado y en la Cámara de Representantes respectivamente. Pero las consignas del Estatuto van mucho más allá de eso. Entre los derechos ahí consagrados, además de facilidades adicionales de financiación, el acceso a la información y documentación oficial y la garantía del libre ejercicio de los derechos políticos, y otros, se destaca el derecho a la réplica al gobierno.

En plata blanca, el artículo 15 del Estatuto establece el derecho que en adelante tendrán los partidos de oposición de responder a las alocuciones presidenciales. Según la ley, los medios de comunicación tendrán un plazo de 48 horas que corren a partir del momento de la alocución para abrirle un espacio de respuesta a los partidos opositores con igual tiempo y horario para controvertir lo dicho por el presidente.

Sin embargo, desde que inició el gobierno de Iván Duque los canales solo le han abierto ese espacio de respuesta a los partidos de la bancada alternativa en una sola ocasión. El tema volvió al centro de la polémica este lunes, pues la réplica a las palabras que dio el presidente tras el anuncio de la creación de una nueva guerrilla, esta vez en cabeza del presidente del Partido Farc, Rodrigo Londoño, no fue transmitida por ningún canal. ¿Por qué?

El derecho a réplica fue utilizado por primera vez cuando el presidente Duque anunció en alocución televisada su intención de objetar seis artículos de la ley estatutaria de la JEP. En ese momento, rodeada de parlamentarios de todos los partidos de oposición, la representante de la Alianza Verde Juanita Goebertus asumió la vocería y tuvo la oportunidad de controvertir los argumentos del presidente en horario prime time. Sin embargo, desde entonces los canales oficiales no han vuelto a abrir ese espacio y los partidos de oposición se han visto obligados a difundir sus intervenciones en las redes sociales y en distintas plataformas de streamming.

Puede leer: En video No podemos gastarnos otros 50 años en enfrentamientos inútiles Timochenko

Pero no puede afirmarse que la culpa recaiga sobre los canales. De hecho, es en la interpretación de la norma en donde se pueden encontrar vacíos para ponerle un palo en la rueda a las réplicas de la oposición. El artículo que se refiere al tema dice textualmente: “Cuando el Presidente de la República haga alocuciones oficiales en medios de comunicación que usan el espectro electromagnético, las organizaciones políticas declaradas en oposición al Gobierno nacional tendrán en el transcurso de las siguientes cuarenta y ocho (48) horas, en los mismos medios, con igual tiempo y horario, espacios para controvertir la posición del gobierno.”

La clave del asunto está en el término “medios de comunicación que usan el espectro electromagnético”. Es decir, solo cuando el presidente interrumpa la señal de los canales de televisión en simultánea para difundir su mensaje, tendrá derecho la oposición a controvertirlo en el mismo espacio. Ese vacío ha sido utilizado hábilmente por el gobierno pues desde la réplica de Juanita Goebertus que rompió récords de audiencia y fue tendencia de inmediato, el presidente ha hecho buena parte de sus alocuciones en otro formato. A pesar de que en palacio algunos asesores le han insistido que intervenga, como lo hacían hasta ahora, por medios tradicionales como la televisión y la radio, que tienen más alcance, él ha preferido hacer sus intervenciones clave a través de los canales digitales. 

Le puede interesar: Da risa tristeza y rabia escuchar a Iván Márquez hablar de Marulanda excompañera de Tirofijo

Hoy en día plataformas como YouTube, Twitter, Facebook, Periscope y las demás, permiten hacer emisiones en vivo para llegar a la audiencia sin necesidad de pasar por un canal oficial. Al tratarse de palabras del jefe de Estado, es apenas predecible que los medios televisivos terminen difundiendo lo dicho por el mandatario. Esa ha sido la dinámica de las intervenciones desde la primera y única vez que la oposición hizo uso del derecho a réplica. Se trata de una forma de hacerles el quite, pues la ley no obliga a los canales a abrir los espacios de respuesta si las palabras del presidente no fueron emitidas de manera directa en sus señales. Varios líderes de los partidos de la bancada alternativa han criticado fuertemente esta estrategia del gobierno. Algunos han anotado que ese modus operandi no va de la mano de la política de ‘legalidad’ pregonada por la presente administración.  

SEMANA consultó a los canales privados para conocer su versión sobre el porqué de la no difusión de la réplica del lunes en voz de Rodrigo Londoño, y estos argumentaron que dicho espacio al aire no era procedente pues las intervenciones del presidente fueron reseñas en los noticieros, más que una alocución. Así mismo, remitieron a áreas internas la petición de la oposición de poder expresarse cada vez que el mandatario lo haga. 

El dilema es entonces si el presidente Duque volverá a dirigirse a los colombianos en alocuciones televisadas, como tiene derecho, o si preferirá hacerlo en otros formatos para evitar así las réplicas que constantemente pediría la oposición.