Bogotá
La Bogotá del futuro: así será la transformación urbana que marcará el rumbo de la capital del país en los próximos 20 años
El gerente de RenoBo, Carlos Felipe Reyes, habló con SEMANA sobre los retos que afronta la ciudad en medio de su renovación y de los proyectos más ambiciosos de la alcaldía de Carlos Fernando Galán.
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SEMANA: ¿A qué se dedica RenoBo?
Carlos Felipe Reyes: RenoBo es la empresa de renovación y desarrollo urbano de Bogotá. Una empresa que fue el producto de la fusión de dos entidades en el 2016 y que tiene dos grandes objetivos: uno es desarrollar obras, en particular los edificios del distrito y, también, recuperar edificios antiguos que van a tener una nueva vida. Y el segundo es planear distintas zonas de la ciudad para su desarrollo futuro.
SEMANA: ¿En qué proyectos de renovación está trabajando la ciudad en este momento?
C.F.R.: En la primera vertical de desarrollo de obras tenemos temas muy emblemáticos de la ciudad, como la reconstrucción, que tuvo toda una fase en la que se demolió la L y toda la zona más dramática de lo que era el Bronx. Se crearon tres grandes proyectos, que fueron la construcción de un gran edificio del SENA, la alcaldía local de Mártires y la reconversión de un edificio patrimonial que estaba ahí, que ahora es lo que se llama el Bronx Distrito Creativo. Ese ha sido un esfuerzo de tres administraciones, de las cuales, en esta administración entregamos los dos primeros y a principios del próximo año entregaremos el Bronx.
SEMANA: ¿Qué ha pasado con la polémica obra del San Juan de Dios que está a cargo de ustedes?
C.F.R.: Estamos en el San Juan de Dios, donde hay una discusión política muy grande sobre la Torre Central y si debe derrumbarse o no. Pero en el San Juan de Dios son 23 edificios y estamos trabajando en acondicionar edificios, muchos de los cuales recogen toda la historia de la medicina en Colombia. Entregamos el primer edificio, el edificio de mantenimiento, en diciembre del año pasado y ya iniciamos obra en otros dos y empezaremos obra en uno nuevo en el próximo año. Entonces, en todo lo que es el complejo hospitalario del San Juan de Dios estamos trabajando.
SEMANA: Si bien están avanzando en la construcción y renovación de espacios en la ciudad, ¿qué pasa con los nuevos hitos en términos de planeación y desarrollo futuro?
C.F.R.: En ese marco, el alcalde firmó el decreto 550 de 2005, que establece la actuación estratégica de la zona industrial, la actuación estratégica ZiBo, que permite habilitar el desarrollo en 525 hectáreas de las localidades de Puente Aranda y Tausaquillo, donde lo que se busca es que en esa zona industrial, donde muchas de las industrias ya se han ido y lo que hay ahora son bodegas o espacios desutilizados, se puedan convertir para que lleguen industrias creativas, llegue nueva actividad productiva, llegue mucha vivienda y que todos los recursos que se logren por ese desarrollo van a permitir tener un nuevo espacio público y nuevos equipamientos sociales.
SEMANA: ¿Cuál es la zona donde se construirá esa actuación estratégica?
C.F.R.: Esto está muy delimitado. No necesariamente coincide toda la localidad de Puente Aranda porque este instrumento lo que buscaba era seleccionar los sitios donde mayor probabilidad había de hacer revitalización urbana. Va de la 6.ª hasta la 26.ª, y de la 30.ª hasta la 50.ª. Es un espacio donde está San Andresito, pero San Andresito, el Plan Reordenamiento Territorial, dijo que no puede modificarse. Luego está toda la zona industrial propiamente dicha, donde está el mayor potencial de renovación. Y luego, pasando a las Américas, ya está la zona de Teusaquillo, donde el objetivo es que, en barrios que están muy consolidados residenciales, se puedan beneficiar de los recursos recolectados ya unas comunidades.
SEMANA: Hacia el otro lado de la ciudad está la Unidad Funcional La Florida. ¿De qué se trata este proyecto?
C.F.R.: Aquí también estamos usando el mismo instrumento del plan de ordenamiento que se llama la actuación estratégica, que, en este caso, es la actuación estratégica en Engativá. Desde el plan de desarrollo y desde hace mucho tiempo se ha querido consolidar todo el distrito aeroportuario y lo que es Bogotá Ciudad Aeropuerto, y eso implica acondicionar las zonas que están en los dos lados de las pistas para permitir que llegue toda la industria aeroportuaria. Desde nuestro lado también habrá una mejora urbana general, nuevas vías, nuevos mejoramientos urbanos en general. Y, también, en la medida de lo posible, vivienda, aunque esta es una zona que, por el cono de aproximación del aeropuerto y por los límites de altura, tampoco es que pueda albergar mucha vivienda.
SEMANA: ¿Esto tiene algo que ver, Carlos, con el proyecto de Aeropuerto Dorado MAX y con la ampliación del aeropuerto o son cosas totalmente diferentes?
C.F.R.: Está todo conectado. El señor alcalde lanzó la iniciativa general de Bogotá Ciudad Aeropuerto, que prevé acondicionar todos los alrededores de aeropuertos y vincular esto con el proyecto del Dorado MAX, que es un proyecto que se va a demorar también años en irse desarrollando. Con los recursos de las cargas urbanísticas y de los impuestos que se van a recoger por Ciudad Florida, vamos a poder hacer proyectos en Engativá Pueblo, como el mejoramiento del canal de los Andes, que es un canal que está en una situación difícil porque hay mucho vertimiento de basuras y de residuos, y lo que se quiere hacer es una intervención integral; los recursos van a provenir de este desarrollo.

SEMANA: ¿Cuál es el futuro de la ciudad en términos de renovación? ¿En qué se está convirtiendo Bogotá?
C.F.R.: Esa es una pregunta muy importante porque aquí hubo un cambio estructural que ocurrió en el 2021 con el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial. Ese POT transformó la dinámica urbana de manera muy importante porque en el Plan de Ordenamiento Territorial anterior había mucho suelo de lo que se denomina de expansión. Suelo disponible en los bordes de la ciudad para que pueda haber desarrollos inmobiliarios, lo que ha permitido originar proyectos como Lagos de Tuerca.
Sin embargo, el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial redujo enormemente el suelo de expansión y el suelo de desarrollo urbano y habilitó muchísimo suelo de renovación urbana, es decir, la posibilidad de que en áreas centrales de Bogotá empiecen a haber procesos de reconversión. Las cifras más o menos pasaron de 2.900 hasta 6.000 hectáreas de renovación urbana y eso hace que las constructoras que quieran construir en Bogotá ahora tengan que entrar a zonas ya muy consolidadas que no son lotes vacíos. La mayor transformación urbana que se dará en la ciudad va a estar ligada al metro, a la zona industrial y a todos los alrededores del aeropuerto.
SEMANA: ¿Cómo se está desarrollando el proyecto de la estación central de la línea 1 de metro?
C.F.R.: Ahí estamos ubicados, para la gente que no lo conoce, en la calle 26 con avenida Caracas, entre las calles 26 y 24. En una zona donde va a llegar la estación principal del metro, también va a haber una nueva estación de Transmilenio sobre la 26 y donde en el futuro se prevé que va a terminar el Regiotram. Es quizás el corazón de la conexión de la ciudad y ahí, históricamente, el distrito y la empresa de renovación han tenido un suelo, que son tres manzanas principales, en la Caracas con 26, donde lo que se quieren son nuevos espacios comerciales y también oficinas para entidades del distrito. Este es un proyecto que está estructurando la empresa de renovación urbana, que esperamos sacar una licitación más o menos hacia mediados del próximo año.
SEMANA: Justo en esa zona donde se desarrollará ese proyecto es donde la ciudad se parte en dos. Una zona muy desarrollada y otra muy pobre, ¿cómo este proyecto va a cambiar esas dos caras de la ciudad?
C.F.R.: Lo que buscan estos proyectos es cerrar esa cicatriz. Es la punta de lanza de ese ejercicio que estará dado por este proyecto, que es el Plan Parcial de la Estación Central, donde del lado sur de la 26 vamos a tener todo un desarrollo, donde la clave es que tenga una factura arquitectónica que no sea la de un proyecto de vivienda tradicional o un proyecto comercial tradicional. Lo que se observa en toda la evidencia nacional e internacional es que, con un gran proyecto de ancla que logre esa transformación, se empiezan a generar todos los incentivos para que esas zonas que colindan también se desarrollen.
SEMANA: ¿Cómo va a ser el proyecto de revitalización del sector del Voto Nacional?
C.F.R.: Este es un proyecto que va a cumplir casi nueve años desde la intervención que se hizo en el Bronx y se demolió una manzana entera. En ese momento, el objetivo era que hubiera un emplazamiento de edificios públicos y de servicios sociales que fueran de nuevo la punta de lanza de la transformación de un entorno complejo como el que tiene esa sección de la localidad Mártires. Se idearon tres grandes proyectos. Uno es el Centro de Talento Creativo, que es un edificio liderado por la Secretaría de Desarrollo Económico para prestarles servicios al SENA, para que más de 4.000 estudiantes lleguen y se puedan formar en más de 32 programas, sobre todo en temas de industrias creativas.
La última, que es el Bronx Distrito Creativo, no era un ejercicio de construir edificios nuevos, sino de restaurar la primera facultad de medicina que tuvo la Universidad Nacional. Es un edificio republicano muy bonito que tiene tres secciones. Uno, el edificio propiamente dicho, donde se quiere que haya comercialización de muchas de las industrias creativas que va a haber en la zona. Luego hay un espacio que se llama La Milla, que es la primera calle techada de Bogotá y que va a tener actividad, sobre todo, creativa y de espectáculos. Es para más de 4.000 espectadores.

SEMANA: Si tomáramos todas estas obras en conjunto, ¿en cuánto tiempo la ciudad podría empezar a ver resultados de todos los planes de renovación?
C.F.R.: Yo diría que esta administración de Carlos Fernando Galán y él mismo se comprometieron con materializar proyectos que han dado las históricas de ciudad. No son solamente obras que estamos terminando de administraciones anteriores, sino también abriendo proyectos que van a empezar a configurar la ciudad por los próximos 15 o 20 años. Toda la transformación del distrito aeroportuario, que es un proceso que va a tardar mucho tiempo.
Lo mismo en la zona industrial y en todos los alrededores, en las localidades de Chapinero, por ejemplo, y en la línea uno del metro. Yo creo que el legado de esta administración va a dejar muchas de las obras que estaban pendientes por muchos años, pero también sentar las bases en los sitios de mayor potencial de transformación para que las siguientes administraciones continúen ese esfuerzo en el tiempo.
