Salud

NHS advierte sobre los riesgos del uso prolongado de omeprazol para tratar la acidez estomacal

El servicio de salud británico alerta que el medicamento no debe tomarse por más de dos semanas sin supervisión médica debido a posibles efectos en huesos, riñones y deficiencias nutricionales.

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30 de septiembre de 2025, 9:54 p. m.
Gastritis
El NHS enfatiza la importancia de revisar periódicamente las indicaciones médicas del omeprasol. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) ha emitido recientemente recomendaciones cautelares relativas al uso del omeprazol, un medicamento ampliamente empleado para tratar la acidez estomacal, reflujo gastroesofágico y trastornos digestivos asociados.

Aunque el fármaco puede ser eficaz para aliviar los síntomas agudos, las autoridades sanitarias advierten que su uso prolongado o indiscriminado puede conllevar riesgos importantes.

El NHS recuerda que si una persona adquiere omeprazol sin prescripción médica, no debe emplearlo por más de dos semanas consecutivas.

Si los síntomas empeoran o no mejoran durante ese período, es imprescindible consultar a un médico.

Este límite responde al hecho de que los efectos adversos del fármaco tienden a manifestarse con mayor probabilidad tras el uso prolongado, generando complicaciones que van más allá del alivio sintomático.

¿Cuáles son los efectos del uso prolongado del omeprazol?

Las guías del NHS y otros documentos oficiales destacan varios efectos secundarios documentados tras el consumo prolongado de omeprazol.

Entre ellos se mencionan los sigientes:

  • Fracturas óseas: la reducción sostenida del ácido gástrico puede afectar la absorción de calcio, lo cual podría debilitar la masa ósea.
  • Infecciones gastrointestinales: riesgo elevado de contraer Clostridioides difficile (C. difficile) u otros patógenos intestinales al disminuir la barrera ácida del estómago.
  • Deficiencia de vitamina B12: la acidez gástrica ayuda a liberar la vitamina B12 de los alimentos; su supresión prolongada puede derivar en déficits.
  • Hipomagnesemia (niveles bajos de magnesio): los IBP prolongados pueden reducir la absorción de magnesio, con riesgos de calambres musculares o alteraciones del ritmo cardíaco.
  • Problemas renales y daños en el riñón: casos documentados de nefritis intersticial aguda o insuficiencia renal asociada al uso crónico de IBP.
  • Otros efectos menos comunes: trastornos hepáticos, erupciones alérgicas y alteraciones electrolíticas.

Los documentos oficiales del NHS y sus guías internas recalcan que, aunque el riesgo individual es bajo, la frecuencia del uso indiscriminado hace que estos efectos secundarios cobren relevancia poblacional.

Este uso masivo ha llevado a que el NHS enfatice la importancia de revisar periódicamente las indicaciones médicas de estos fármacos, para evitar tratamientos innecesarios a largo plazo.

Los parásitos intestinales pueden ser muy riesgosos para las personas con sistemas inmunes debilitados.
El omeprazol es uno de los medicamentos más utilizados para tratar problemas gástricos, sin embargo, su uso indiscriminado puede traer afectaciones para la salud | Foto: Getty Images/iStockphoto

Recomendaciones del NHS

Con base en las orientaciones del NHS y documentos clínicos relacionados, estas son algunas de las recomendaciones clave.

  • Usar la menor dosis eficaz y por el tiempo más breve posible: el objetivo es tratar el episodio agudo de acidez, no permanecer en terapia indefinidamente.
  • Reevaluar la indicación médica regularmente: en pacientes con uso crónico, revisar cada cierto tiempo la necesidad de continuar con omeprazol o reducir la dosis.
  • Considerar alternativas no farmacológicas: cambios en la dieta (evitar alimentos irritantes como picantes, cafeína, cítricos), elevar la cabecera de la cama, fraccionar las comidas, evitar comer justo antes de acostarse.
  • Vigilancia de síntomas de alarma: si aparecen síntomas como dolor persistente, pérdida de peso, sangrado gastrointestinal, dificultad para tragar o vómitos frecuentes, debe descartarse una causa subyacente más grave.
  • No suspender bruscamente sin guía médica: en algunos casos puede ser necesario decrementar la dosis gradualmente para evitar el “rebote ácido”.
  • Atención especial en poblaciones vulnerables: ancianos, personas con múltiples medicamentos o condiciones renales, óseas o gastrointestinales.

NHS refuerza un mensaje clave: el omeprazol puede ser útil para aliviar la acidez y el reflujo, pero su uso prolongado o indiscriminado pude traer consecuencias para la salud.