El Debate
“Este puente festivo, por el 7 de agosto, teníamos todos los hoteles llenos y ya se cancelaron por lo menos la mitad de las reservas”
Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, habló con El Debate, de SEMANA, de la compleja situación vivida en Boyacá en medio de los paros.
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Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, habló con El Debate, de SEMANA. Allí dio cuenta de la compleja situación que se vive en el departamento por cuenta de los tres paros que afronta.
De acuerdo con Amaya, hay un paro por un conflicto entre guaqueros y una multinacional, por temas relacionados con esmeraldas; está la protesta de los mineros y la de los campesinos que habitan los páramos.
Tanto el gobernador de Boyacá como Roberto Arango, presidente de la Federación de Parameros del Nororiente de Colombia, aclararon que cada protesta es independiente. Sobre esta última, se adelantan diversos bloqueos en el departamento, lo que genera múltiples afectaciones de movilidad para la gente y multimillonarias pérdidas diarias para el departamento.

Amaya dio cuenta de cómo, por ejemplo, el turismo hacia el departamento de Boyacá se ve muy afectado. “Este puente festivo, por el 7 de agosto, teníamos todos los hoteles llenos en varios municipios y ya se cancelaron por lo menos la mitad de las reservas”, aseguró el gobernador en El Debate, de SEMANA.

Vea la entrevista completa con Carlos Amaya, gobernador de Boyacá:

Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro emitió algunas publicaciones en X al respecto. La más reciente, este 5 de agosto de 2025, informando que la conmemoración de la Batalla de Boyacá, este 7 de agosto, no la hará en ese departamento. Según Petro, no irá en razón de las protestas, sino argumentando violación de la soberanía en Leticia.
“Es una lucha que llevamos varios años porque el Gobierno colombiano, acatando instrucciones de organismos internacionales, optó por delimitar los páramos, y en los proyectos, en los dos planes de desarrollo de [Juan Manuel] Santos (expresidente de Colombia), se prohibió a rajatabla la actividad agropecuaria en los páramos, y es que aquí, en la cordillera Oriental, los páramos comienzan a los 3.000 metros. Entonces eso generaría un desplazamiento inmenso de muchísimos campesinos que llevan décadas desarrollando actividades agropecuarias. Después vino, al final del gobierno Santos, una medida tenue que permitió las actividades de bajo impacto, pero eso es un saludo a la bandera. El bajo impacto es una condena a los campesinos en el desarrollo de sus actividades agropecuarias”, explicó en la emisora Blu Radio Roberto Arango, presidente de la Federación de Parameros del Nororiente de Colombia.
“Se sembraba bastante papa hace unos años. Pero ahora está dedicada —son pequeñas parcelas, minifundios— a la producción de leche y de carne. También nos prohíben las actividades de tener vacas, de tener ovejas, de desarrollar nuestras actividades que siempre hemos desarrollado”, agregó.
Arango también calificó de “monumental absurdo” pensar que los campesinos de Boyacá pueden llegar a ser responsables del cambio climático. “Yo soy del páramo Sierra Nevada del Cocuy, uno de los 37 complejos de páramos que han sido delimitados. Desde el año 2019 nos movilizamos en el nororiente exigiendo la no delimitación de los páramos y la posibilidad de desarrollar actividades agropecuarias”, sostuvo.
De acuerdo con su relato, el presidente Gustavo Petro —posteriormente— les habló e hizo una serie de promesas. “El presidente Petro acudió a Málaga y en el coliseo de Málaga, delante de más de 10.000 campesinos, dijo que la delimitación de los páramos era una trampa contra los campesinos. Les dio instrucciones a su ministra del Ambiente y a la ministra de Agricultura, pero han transcurrido más de dos años y la situación sigue siendo la misma”, afirmó, al decir que han pasado diferentes ministros y nadie soluciona nada.
“Esa instrucción consistía en que llegaríamos a unos acuerdos con el nuevo concepto de páramo que estableció la Ley 1930. Porque esta modificó una resolución del Ministerio de Ambiente del año 2002 que dice que el páramo se señalaba por una cota de aproximadamente los 3.000 metros. Y la Ley 1930 de 2018 dice que el páramo se inicia cuando termina el bosque alto andino y comienzan los frailejones y pajonales, pero siguen empeñados en que la delimitación de los páramos y las prohibiciones respectivas deben comenzar a los 3.000 metros", agregó.
Según dijo, la actividad agropecuaria en los páramos se puede definir si hay una delimitación “seria” de los páramos.
El gobernador, a su turno, dijo en El Debate, de SEMANA, que le explicó al jefe de Estado que en un principio le habían dado información equivocada, pues le dijeron que lo que estaban pidiendo los protestantes era poder realizar minería en los páramos. “Algunos quisieran que yo me dedicara a pelear con el presidente, pero eso no va a resolver nada”, advirtió.
“Yo eso no lo acepto de ninguna manera, pero le dije al presidente que nadie lo estaba pidiendo, por lo que le expliqué cuáles son las solicitudes de cada uno de los gremios”, señaló.

Tras este diálogo, Amaya precisó que desde el Gobierno ya se entendió un poco mejor el tema y quedaron claras las razones por las que estas personas decidieron salir a las vías y no permitir el paso de los vehículos.
El gobernador fue sensato al señalar que lo mejor es que esto siga por el camino del diálogo y, a través de este, se logre llegar a acuerdos, y que los bloqueos sean levantados en las próximas horas.
Este 5 de agosto, se llevaron a cabo reuniones entre los campesinos de los páramos y el Gobierno, pero no hubo acuerdo para levantar el bloqueo de las vías.