VICKY EN SEMANA
“Nos ponen de ministro a Iván Velásquez, enemigo nuestro, y el gobierno Petro nos dice que hay garantías”
El exministro del Interior Guillermo Rivera y la senadora Paloma Valencia sostuvieron un fuerte debate por cuenta de la designación del exmagistrado Iván Velásquez como nuevo ministro de Defensa.
La senadora Paloma Valencia, integrante del Centro Democrático, debatió en Vicky en Semana con Guillermo Rivera, exministro del Interior. Durante la defensa de sus tesis respecto a la denominada “paz total” que pretende el Gobierno del presidente electo Gustavo Petro, la congresista y el exjefe de la cartera política debatieron muy fuerte porque el exmagistrado Iván Velásquez será el nuevo ministro de Defensa.
“La seguridad mía no puede depender de quien yo siento que genera peligrosidad hacia mí”, aseguró la senadora Paloma Valencia al señalar que el exmagistrado Iván Velásquez, nuevo ministro de Defensa en la administración del presidente electo Gustavo Petro, no le genera confianza. De acuerdo con la congresista, “hoy nadie se siente tranquilo en la oposición con el ministro Iván Velásquez, es un enemigo también de las Fuerzas Armadas”.
“Nos ponen de ministro a Iván Velásquez, enemigo nuestro, y el Gobierno nos dice que hay garantías”, aseveró Valencia al respecto para referir que no es creíble que Iván Velásquez les dará garantías a la oposición, que en el nuevo gobierno será el Centro Democrático.
Vea el debate completo en Vicky en Semana:
Tendencias
En contraste, el exministro Rodrigo Rivera aseguró que Paloma Valencia dice verdades a medias y señala de exageración que Iván Velásquez va a perseguirlos. “Ha generado controversia el nombramiento de Iván Velásquez y seguramente el de todos. Y eso es perfectamente legítimo. Pero que no le guste a uno un ministro no quiere decir que él va a llegar a perseguir. El paramilitarismo logró penetrar la clase política colombiana a unos niveles que casi nadie sospechaba, pero las investigaciones judiciales pusieron en evidencia una realidad dramática y el entonces magistrado Iván Velásquez lideró una comisión. Ahora, la mayoría de las personas que terminaron siendo cómplices del paramilitarismo pues hacían parte de las organizaciones políticas cercanas al entonces presidente Álvaro Uribe. Hasta un pariente, un primo hermano muy cercano, terminó involucrado con el paramilitarismo y ese fue el disgusto del expresidente Álvaro Uribe, pero eso no puede significar que el doctor Iván Velásquez represente una amenaza simple y llanamente porque cuando fue juez, actuó a partir del acervo probatorio que había recaudado”, agregó.
Paloma Valencia le respondió señalando que “si uno cuenta la historia de manera sesgada termina siendo sesgado”. Después, dijo que alias Tasmania (José Orlando Moncada Zapata, paramilitar) denunció que el exmagistrado Iván Velásquez le ofreció prebendas para hablar contra el expresidente Uribe. De inmediato, Rivera le recordó que judicialmente hablando se demostró que ese paramilitar mintió. En seguida, dijo Paloma Valencia, el exmagistrado salió de Guatemala por supuesta parcialidad. “Fue lo contrario”, le respondió Rivera a la congresista uribista.
Vea el debate respecto a la designación del exmagistrado Iván Velásquez como nuevo ministro de Defensa del presidente electo Gustavo Petro:
Mientras Valencia aseguró que Iván Velásquez salió de Guatemala por parcialidad, Rivera dijo que lo sacaron porque sus pesquisas llegaron a un nivel tan alto que los corruptos temían que terminaran cayendo más corruptos.
Quizás ningún nombramiento en tiempos recientes había generado tanto júbilo y tanta consternación simultáneamente como el de Iván Velásquez en el Ministerio de Defensa. Se sabía que el exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia se convertiría en uno de los alfiles del nuevo Gobierno, pero nadie anticipaba de qué manera. El otrora investigador jefe de la parapolítica despierta tanta desconfianza como admiración, y el país se dividió inmediatamente con su designación.
La llegada de Velásquez irrumpió abruptamente en el espíritu de reconciliación y acuerdo nacional que reinaba en el país y esa seguidilla de fotos en la que Petro parecía haber logrado unir a todos sus antagonistas. Y fue mucho peor que un baldado de agua fría. “Se asoman no solo las orejas, sino los dientes del lobo. El disfraz de oveja se cayó”, trinó con agudeza Paloma Valencia antes de hablar en Vicky en Semana.
La senadora fue la que mejor retrató el sentimiento de desazón y miedo que reina en un sector del país, incluido el silencioso estamento militar. “El nombramiento de un enemigo acérrimo del partido y del jefe del partido de oposición como ministro de Defensa no es solo un desafío; es una amenaza”, aseguró. Para ella, la oposición está en riesgo con su arribo. Velásquez es tal vez uno de los principales adversarios del expresidente Álvaro Uribe y de un sector de la clase política.
Una enemistad que surgió cuando el abogado fue jefe de Fiscalías en Medellín, pero que tuvo su punto de ebullición durante el gobierno de la seguridad democrática, en este enfrentamiento sin antecedentes con las altas cortes.
El jurista era entonces el coordinador de la investigación por parapolítica, un megaproceso judicial que derivó en la captura de más de un centenar de funcionarios, 50 de ellos congresistas. En 2007, alias Tasmania denunció desde la cárcel que un magistrado, Iván Velásquez, le había ofrecido beneficios judiciales a cambio de enlodar al presidente de la república, es decir, a Uribe. En un hecho sin antecedentes, el entonces presidente acudió a la Fiscalía para que abriera una investigación y se ofreció a testificar en esta.
En medio de la confrontación que había con la Corte Suprema, que para la época ya había enfilado baterías contra la primera línea de los funcionarios del Gobierno y su primo Mario Uribe, el asunto de Tasmania se volvió un punto de honor en ambas orillas. El uribismo siempre le ha dado credibilidad a Tasmania, mientras que el antiuribismo considera que se trataba de un complot para enlodar a la Corte Suprema. La tensión entre ambos bandos subió y se descubrió el escándalo de las chuzadas, en el que se probó que el DAS espiaba a los magistrados.
Uno de ellos, Iván Velásquez. La justicia condenó al Estado por este hecho y ordenó reparar al funcionario años después. Velásquez se fue del país para presidir, junto con la exfiscal Thelma Aldana, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) en esa nación. Y allá le sucedió lo mismo. Su trabajo suscitó elogios, pero también críticas feroces. El presidente de entonces, Jimmy Morales, le prohibió la entrada a Guatemala. Aseguró que su presencia afectaba la “gobernabilidad, institucionalidad, la justicia y la paz en el país”.
Velásquez había solicitado levantar el fuero del presidente para investigarlo por irregularidades en la financiación de su campaña. Una mirada rápida por su Twitter anticipa que este talante sacará chispas en las Fuerzas Armadas. Velásquez, por ejemplo, opinó despectivamente de los militares en medio del paro armado que adelantó el Clan del Golfo tras la extradición de Otoniel.