“Voy a proceder penalmente”: tras escándalo mundial de Uber, Robledo denuncia a “alcahuetas y pillos” en Colombia

El senador Jorge Enrique Robledo habló con Vicky en Semana. Lo hizo en el marco de la conmoción mundial por un informe que da cuenta de las prácticas implementadas por Uber. Se trata de una filtración que recopila archivos confidenciales de la aplicación de transporte Uber y evidencia tácticas éticamente cuestionables y potencialmente ilegales que la compañía usó para propulsar su frenética expansión global hace casi una década.

El debate completo en Vicky en Semana tras el escándalo de Uber:

Bautizada como “Los archivos de Uber”, la investigación realizada entre docenas de medios revela que representantes de la compañía sacaron provecho de la reacción a veces violenta del gremio de los taxis contra sus conductores para obtener respaldo y evadir a las autoridades regulatorias, conforme buscaba conquistar nuevos mercados. En total, se trata de 124.000 documentos de entre 2013 y 2017, inicialmente obtenidos por el diario británico The Guardian y que luego compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

Los documentos incluyen intercambios de mensajes de texto y correos electrónico entre ejecutivos, uno de ellos su cofundador y antiguo presidente Travis Kalanick, quien tuvo que renunciar en 2017 por acusaciones de prácticas brutales de gerencia y múltiples episodios de acoso sexual y psicológico dentro de la compañía. “La violencia garantiza el éxito”, le escribió Kalanick a otro de los líderes de la empresa a medida que impulsaba una contraprotesta en medio de las manifestaciones de París en 2016 contra la llegada de Uber al mercado.

Bajo ese contexto, en Vicky en Semana debatieron los congresistas Jorge Enrique Robledo y Mauricio Toro. El primero de ellos aseguró que investigaciones como las referidas le dieron la razón a él por cuanto, señaló, él siempre ha sostenido que Uber recurre a la ilegalidad y, aparte de ello, se victimiza para no cumplir la ley. En contraste, recordó, los taxistas han tenido que soportar reglas del juego desiguales, como el pago de impuestos y el denominado cupo para ejecutar un servicio público. Toro, por su parte, sostuvo que no se trata de obligar a los usuarios a utilizar taxis sino de encontrar vías para regular el servicio de Uber. “Esa es una organización de delincuentes, la vida terminó dándonos la razón”, dijo Robledo, al señalar que -en Colombia- Uber se encontró con la “alcahuetería” del gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.

Toro, que desde hace varios años ha promovido regular el servicio de Uber, se enfrascó en un duro debate con Robledo. Este último acusó a Toro de haber buscado, mediante un proyecto de ley, legalizar Uber sin mayores exigencias. Toro, a su turno, le exigió respeto y le dijo a Robledo que, si de él dependiera, los colombianos se movilizarían en “carretillas”. Robledo, una vez más, aseguró que nadie puede empezar con un proyecto que no esté sujeto a la ley. En ese sentido, recordó que si un avión llega a un aeropuerto a recoger pasajeros nadie lo va a permitir por cuanto existen compañías legales para hacerlo. Lo mismo pasa con el servicio Uber. A juicio del senador, pretendió instalarse como sea en el mercado colombiano y encontró quién quisiera ayudarles, señalando a Toro de querer legalizarlos.

Ahora, tras la referida investigación mundial, Robledo informó en Vicky en Semana: “Voy a proceder penalmente”. Cuando se le preguntó contra quién, el senador dijo que lo hará contra los “alcahuetas y pillos” que en Colombia han querido ayudar a que Uber sea legal sin condiciones. Robledo aseguró que él conoce de tecnologías, de nuevas tendencias, pero hizo énfasis en que es “chimbo” que una compañía pueda operar sin pagar impuestos, sin ajustarse a la ley, mientras los servicios de taxistas sí lo hacen.

“La empresa era ilegal, los vehículos eran ilegales, las tarifas eran ilegales, la revisión técnico-mecánica era ilegal, todo era ilegal. Inicialmente, nos asombramos (...) hasta que entendimos que el negocio era la ilegalidad, que el negocio era montar una competencia ilegal para poder quitarle el trabajo a los que actuaban legalmente (....). Llegamos a la conclusión de que era una empresa montada por delincuentes a escala global para promover la corrupción en el mundo entero”, manifestó Robledo.

Según The Guardian, Uber ha adoptado tácticas similares en países europeos como Bélgica, Países Bajos, España e Italia, movilizando a conductores y alentándolos a denunciar ante la policía cuando fueran víctimas de violencia, con el objetivo de usar el cubrimiento mediático para obtener prerrogativas de las autoridades. “Nos hemos movido de una era de confrontación a una de colaboración, demostrando una voluntad de sentarnos a la mesa y encontrar puntos de acuerdo con antiguos opositores, incluyendo los sindicatos y las compañías de taxis”, señaló la compañía al respecto.