Ciencia

Avi Loeb criticó fuertemente a la Nasa tras su transmisión del 3I/Atlas: “No hay nada más engañoso que un hecho obvio”

La transmisión del 3I/Atlas generó polémica cuando Avi Loeb acusó a la Nasa de limitar su interpretación.

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David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

20 de noviembre de 2025, 3:32 a. m.
La publicación de las primeras imágenes de 3I/Atlas generó críticas de Loeb por la falta de claridad.
Tras la transmisión del 3I/Atlas, Loeb señaló que la explicación de la Nasa deja vacíos importantes. | Foto: Getty Images / Canva / NASA/Goddard/LASP/CU Boulder

La publicación global de las primeras imágenes del objeto interestelar 3I/Atlas terminó escalando en controversia luego de que Avi Loeb, astrofísico de Harvard conocido por desafiar las interpretaciones tradicionales, reaccionara con dureza a la transmisión de la Nasa.

La Nasa, que venía arrastrando varias semanas de retraso por el prolongado cierre administrativo del Gobierno de Estados Unidos (entre el 1 de octubre y el 12 de noviembre), finalmente logró divulgar el material captado este miércoles 19 de noviembre.

Uno de los puntos centrales de esta transmisión global era aclarar qué podría ser o qué estaría ocultando 3I/Atlas a partir de las imágenes o de las explicaciones de los especialistas invitados y la presentación concluyó que se trata, efectivamente, de un cometa.

Sin embargo, las fotografías mostradas no cumplieron con las expectativas de muchos usuarios, quienes expresaron de inmediato su inconformidad. Ante las críticas, la Nasa respondió: “Los cometas son pequeños, rápidos y difusos, lo que dificulta verlos con claridad. Es como intentar fotografiar una pelota de béisbol desde el otro extremo de un estadio usando diferentes cámaras con ángulos de visión imperfectos”.

Loeb cuestiona la certeza de la Nasa

Tras las fotos y respuestas presentadas de la Nasa, para Loeb, la explicación oficial no basta.

Asegura que la transmisión se limitó a repetir que “es un cometa natural” sin reconocer las anomalías que aún existen sobre el visitante interestelar.

“Los representantes de la Nasa deberían haber enfatizado lo que desconocemos sobre 3I/ATLAS en lugar de insistir en que se trata de un cometa conocido proveniente de un entorno de formación nuevo”, señaló Loeb.

La trayectoria irregular del cometa 3I/ATLAS y su anticola, resaltada por Avi Loeb, encendieron la alerta científica.
Loeb cuestionó la transmisión al afirmar que la agencia evitó reconocer las incógnitas que aún rodean a 3I/Atlas. | Foto: Composición de SEMANA con imágenes de Getty, NASA y fotografía de M. Serra-Ricart et al.

El astrofísico insiste en que la apariencia cometaria (liberación de gas y polvo) no debe llevar automáticamente a cerrar otras posibilidades, incluso plantea que una estructura artificial cubierta por hielo podría comportarse de manera similar al acercarse al Sol.

Para ilustrarlo, retoma la imagen del “Caballo de Troya”: algo que parece evidente, pero que podría esconder otra naturaleza.

Indicios que el profesor considera ignorados

“Los científicos con visión de futuro cultivan la humildad para aprender de las anomalías en lugar de mostrar la arrogancia propia de la experiencia”, señalo Loeb.

El profesor de Harvard también subraya dos aspectos singulares que según él, pasaron desapercibidos durante la presentación oficial.

El primero, la magnitud del objeto: sería millones de veces más grande que ‘Oumuamua, lo que convierte su detección en un golpe de suerte casi inverosímil.

El científico Loeb observa un fenómeno extraño en 3I/ATLAS que recuerda a ʻOumuamua.
Loeb cuestionó la lectura oficial al recordar que un objeto millones de veces mayor que ‘Oumuamua difícilmente puede considerarse un hallazgo casual. | Foto: Composición de SEMANA con imagen de NASA/ZUMA Press/IMAGO, foto de NASA, ESA, David Jewitt (UCLA); Procesamiento de imágenes: Joseph DePasquale (STScI) e imagen de Getty

“Dado el limitado volumen de material en el espacio interestelar, cabría esperar descubrir un millón de objetos con la masa de 1I/`Oumuamua o mil objetos con la masa de 2I/Borisov antes de encontrar un objeto tan masivo como 3I/ATLAS, a menos que este raro objeto estuviera dirigido intencionadamente al sistema solar interior”, destaca.

El segundo, su recorrido: una trayectoria alineada con el plano orbital del Sistema Solar, característica que facilitó su observación y que Loeb considera demasiado alineada como para ser un simple accidente cósmico.

“Los responsables de la NASA deberían haber reconocido, al menos, esta inesperada fortuna”, afirma.

Loeb cuestiona la imagen HiRISE y destaca el valor de las fotos de aficionados

Loeb también profundizó su inconformidad con la fotografía difundida por la cámara HiRISE, presentada por la Nasa.

Para el investigador, esa imagen apenas aportó elementos reales de análisis. “En retrospectiva, estas imágenes de astrónomos aficionados son mucho más emocionantes que la imagen HiRISE compartida por los funcionarios de la NASA”, afirmó el astrofísico, subrayando que el material oficial quedó muy por debajo de lo esperado.

La presentación de la foto HiRISE no convenció a Loeb, quien destacó que otros registros muestran detalles más interesantes.
Avi Loeb criticó la captura HiRISE al considerarla limitada frente al material obtenido por astrónomos aficionados. | Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona

Su crítica se reforzó con lo ocurrido después del máximo acercamiento del objeto al Sol, el pasado 29 de octubre. En ese periodo, astrónomos aficionados consiguieron capturas que, según Loeb, ofrecen un panorama más revelador del visitante interestelar.

Se espera que cuando 3I/Atlas realice su máxima a la Tierra, un evento que ocurrirá el 19 de diciembre de 2025, aparezcan nuevos resultados.

“En las próximas semanas, telescopios terrestres de mayor tamaño, así como los telescopios Hubble y Webb, podrán caracterizar los chorros de 3I/ATLAS midiendo su composición, velocidad y tasa de acumulación de masa. Estos datos nos permitirán determinar sin lugar a dudas si los chorros se producen por bolsas de hielo naturales calentadas por la luz solar o por propulsores tecnológicos”, concluyó Loeb.