Turismo
El pueblo antioqueño que en el pasado se llamó ‘Valle de las Peras’; queda a menos de 2 horas de Medellín
Se trata de un paraíso de imponentes cascadas que forman un refrescante balneario, ideal para disfrutar en familia.
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A 39 kilómetros de Medellín, la capital del departamento de Antioquia, se esconde un pequeño pueblo que enamora con sus imponentes caídas de agua que forman un refrescante e imperdible balneario, ideal para disfrutar en familia.
Este destino es conocido como ‘La Puerta de Oro del Suroeste antioqueño’, bautizado oficialmente con el nombre de Amagá, aunque en el pasado recibió otros nombres como ‘Valle de las Peras’ y ‘San Fernando Rey de Borbón’.
Según la reseña histórica compartida por la Alcaldía Municipal en su sitio web, este encantador destino fue conocido años atrás como el “pueblo de las peras”, luego de que los colonizadores españoles descubrieran en estas tierras una abundante producción de aguacates y guayabas, cuyos sabores y formas les recordaban a la pera peninsular.
Sin embargo, tiempo después recibió el nombre de ‘San Fernando de Borbón’, como homenaje al príncipe heredero al trono de España, hasta que finalmente fue denominado como Amagá.
Los encantos que hacen de Amagá un destino antioqueño que enamora
Al estar tan cerca a Medellín, a menos de 2 horas de trayecto por carretera, este pueblo se suma a la lista de destinos perfectos para visitar durante una escapada de fin de semana.
Para los amantes de la naturaleza, ofrece sitios de interés como la Cascada o Chorros El Salto, a 30 minutos de la cabecera municipal, un conjunto de tres caídas de agua con diferentes tipos de altura que forman un refrescante balneario. Este lugar se caracteriza por tener amplias zonas verdes, ideales para camping y hacer paseos.

También se encuentra la Piedra Pelona, una majestuosa formación que hace parte de una reserva ecológica, formando una ruta ideal para realizar senderismo en el municipio. Generalmente, es un sitio bastante frecuentado por feligreses en épocas como Semana Santa.
Otro atractivo de Amagá es el Parque Emiro Kastos, un amplio espacio construido en 1942, rodeado de palmas, guayacanes, ceibas y una araucaria en cuyas ramas se refugian las aves de la región.
En este lugar se encuentran dos emblemáticos monumentos: uno en homenaje a Simón Bolívar y otro a Nicanor Restrepo. A su alrededor hay bancas para descansar, toldos de verduras, carnes y otros productos típicos de la región, así como un kiosco de dos pisos, en cemento y vidrio, que funciona como restaurante, cafetería y gimnasio.
Cada domingo, este espacio se transforma en una animada plaza de mercado donde locales y visitantes disfrutan del sabor y la tradición antioqueña.


