PARO ESTUDIANTIL

Universidad Nacional decidirá este viernes si suspende semestre

Mientras estudiantes y profesores presentan exigencias en común que constituyen la hoja de ruta con la que seguirán presionando al gobierno en los próximos días, la rectora de la institución insiste en la gravedad de aplazar las clases.

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13 de noviembre de 2018, 7:32 p. m.
Pese a la posible suspensión de semestre en la Universidad Nacional el paro estudiantil se mantiene. | Foto: SEMANA

Los próximos días serán decisivos para el movimiento estudiantil. En especial, para el que se gesta en la Universidad Nacional de Colombia: con poco más de un mes en paro su comunidad académica está a la espera de si se suspende o no el semestre y en qué sedes se haría.

"Aunque valoramos la comunicación con los rectores el diálogo ahorita no es con ellos, sino con el presidente Iván Duque", representante estudiantil.

Según expresó la institución, el próximo 16 de noviembre los directivos tomarán una decisión sobre qué hacer con las clases. Uno de los criterios para determinarlo será el resultado del sondeo virtual realizado el fin de semana por la universidad. A la pregunta “¿está de acuerdo en retomar inmediatamente las actividades académicas manteniendo el diálogo?” 19.255 estudiantes respondieron que no, frente a 8.475 que dijeron que sí.

Un debate de este tipo no sucedía desde 2011, cuando se conformó la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane) para rechazar el proyecto de reforma de la Ley 30. En esa época se agotó el tiempo del calendario, se suspendió el semestre y se retomó en enero.

En esta ocasión, la discusión se da en medio de varias coyunturas. Una de ellas está enmarcada por algunos actos de violencia que se vivieron en la pasada marcha del 8 de noviembre y que no se habían presentado en anteriores manifestaciones. En la cuarta marcha estudiantil, los enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes dejaron, entre tantos resultados, un policía con quemaduras, algunos estudiantes arrollados por un carro y otros heridos por la reacción de los agentes del Esmad, y caos en varios puntos de algunas ciudades del país. 

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Sumado a eso, la rectoría de la Nacional se distanció del movimiento estudiantil luego de que más de 20 estudiantes (internos y de otras instituciones) se tomaron los edificios  administrativos Uriel Gutiérrez y parte del Camilo Torres. La ocupación (que hasta la fecha se mantiene) fue considerada por parte de la rectora Dolly Montoya como una vía de hecho que atenta contra la institucionalidad y que perjudica a la comunidad educativa en términos de funcionamiento. Por aquel hecho Montoya dijo públicamente que hasta que los estudiantes salgan de las instalaciones ella no dialogará con ellos.

Bajo ese panorama está corriendo el tiempo para que la Universidad Nacional tome acciones concretas frente al cese de actividades. Y los desencuentros sobre el tema no han sido pocos.

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Pese a que la rectora dijo tajantemente a los medios de comunicación que luego del sondeo mantendrían el llamado a la comunidad académica para que el martes 13 de noviembre regresara la normalidad al interior de la universidad, los estudiantes no dieron mayor respuesta a ese llamado. Aunque no están dispuestos a acabar el paro, tampoco quieren que se suspenda el periodo académico.

“La respuesta del sondeo y el cese de actividades no quieren decir que queramos suspender el semestre. Estos son medios y no un fin, son un mecanismo de presión. Y aunque valoramos la comunicación con los rectores el diálogo ahorita no es con ellos, sino con el presidente Iván Duque”, dijo Santiago Fonseca, representante estudiantil al Consejo Académico de la Universidad Nacional.

El vocero también reiteró que seguirán presionando hasta que el mandatario acceda a reunirse directamente con ellos. Asegura que esto no significaría suspender el semestre porque se podría terminar en diciembre, como ya se ha hecho en otras ocasiones: “Anteriormente, el paro estudiantil del 2011 y en el de trabajadores de 2015 fueron más largos que lo que va de este y en esos casos se pudo reponer el semestre. Si nos toca aplazar las vacaciones lo haremos”.

Aunque los profesores de este centro de estudios han manifestado que en efecto los estudiantes pueden ser un poco más radicales que ellos, siguen apoyando la movilización estudiantil y su protesta social y dicen que algunas de las vías de hecho de los universitarios responden, de alguna manera, a las medidas expuestas por la rectora y a la actitud del presidente.

“Nosotros estamos unificados con los estudiantes. Rechazamos la política de respaldar la demanda y no la oferta. En cuanto a lo que ha pasado hay que entender que estos procesos no se pueden ver en ‘blanco y negro’. Para nosotros este es un movimiento histórico y la sociedad debe reconocer que ha sido pacífico. Además, la rectoría debe ser consecuente y coherente con lo que dicen: si manifestaron que apoyan el movimiento estudiantil entonces deben sentarse a dialogar”. Estas fueron las consideraciones de Beatriz Martínez, representante de profesores ante el Consejo Superior Universitario y presidenta de Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu).

En cuanto a la forma en que la rectora está manejando el acercamiento con los estudiantes, Martínez reiteró que suspender el semestre no es tan fácil: “Es muy difícil para una administración señalar que se va a suspender un semestre, además porque todas las sedes y las facultades están todas en procesos diferentes. Es más un discurso que cualquier otra cosa. Los profes de las sedes más grandes estamos avanzando en nuestras apuestas pedagógicas. Tenemos metodologías alternativas para seguir dictando clases: salimos al aeropuerto, hospitales y parques".

La vocera de los profesores también se manifestó sobre los efectos de que los directivos tomen posturas extremas en esta situación y que el presidente aún no se haya reunido con los estudiantes.

“En estas situaciones uno no se puede ir a los extremos y menos siendo la autoridad. Uno no pierde dignidad si se sienta a conversar con sus propios estudiantes. Precisamente el movimiento es para tratar de mediar y negociar. En todo caso, sirve para encontrar salidas y es un acto inteligente de un gobernante hacerlo”.

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Pese a la situación de posible suspensión de semestre de la Universidad Nacional, las diferentes plataformas estudiantiles y de profesores oficialmente conformaron el Frente Amplio por la Defensa de la Educación Superior en Colombia y presentaron exigencias conjuntas.

Entre los puntos en común que le siguen pidiendo al gobierno está adicionar 560.000 millones a la base presupuestal para terminar el semestre, exigir 3.2 billones a la base presupuestal para funcionamiento y formalización docente, rechazo a proyectos como Generación E (que fomentan la política de financiación a la demanda) y garantías para la organización, movilización y protesta social.

La Universidad Nacional convocó el viernes 16 de noviembre a una reunión extraordinaria del Consejo Académico en el que participarán decanos, vicerrectores y representantes estudiantiles  para discutir la futura decisión. Sin embargo, será la rectora la que dé la última palabra sobre el futuro del periodo académico de la institución.