Tus piernas también necesitan algo de amor
Las várices son una afección frecuente causada por paredes y válvulas venosas debilitadas o dañadas. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Aceites esenciales naturales para reducir el dolor y la inflamación en las várices

Las várices afectan más a las mujeres que a los hombres.

5 de marzo de 2023

Las várices son venas hinchadas que pueden verse debajo de la piel y suelen aparecer en las piernas. Con frecuencia son de color rojo o azul, de acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.

Asimismo, MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que los factores de riesgo incluyen: edad avanzada y ser mujer (los cambios hormonales por la pubertad, el embarazo y la menopausia pueden conducir a las venas varicosas.

Várices
Las arañitas son similares a las venas varicosas, pero son más pequeñas. | Foto: Getty Images

Adicional, las píldoras anticonceptivas u hormonoterapia pueden aumentar el riesgo; asimismo, nacer con válvulas defectuosas, obesidad, embarazo, antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas, estar de pie o sentado por largos períodos o antecedentes familiares de venas varicosas.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación reveló en su portal web que las venas varicosas pueden no causar ningún dolor, pero algunos signos de que la persona puede tener venas varicosas son los siguientes: venas que son de color púrpura o azul oscuro, y venas que aparecen retorcidas y sobresalen. A menudo, son como cordones en las piernas.

Además, hay que señalar que las várices son comunes, pero afectan más a las mujeres que a los hombres y no causan problemas para la mayoría de las personas. Sin embargo, si el flujo de sangre a través de las venas empeora, pueden presentarse problemas como hinchazón y dolor en la pierna, coágulos sanguíneos y cambios en la piel.

Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Foto: Getty Images.
A veces, las várices pueden limitar las actividades. | Foto: Foto: Getty Images.

De hecho, la entidad sin ánimo de lucro explicó que cuando se manifiestan signos y síntomas dolorosos estos pueden comprender lo siguiente: una sensación de dolor o de pesadez en las piernas; ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores; empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo; picazón alrededor de una o de más venas, y decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.

Por ello, el diario Clarín reveló que existen aceites esenciales naturales para reducir el dolor y la inflamación en las várices como, por ejemplo, de ciprés, de menta y romero, de limón y caléndula, ya que todos tienen propiedades antinflamatorias.

Por su parte, la biblioteca reveló otras medidas de cuidados personales para ayudar a manejar las venas varicosas:

  • Usar medias de descanso para disminuir la hinchazón. Ellas suavemente comprimen las piernas para hacer subir la sangre.
  • No sentarse o estar de pie por períodos prolongados. Incluso mover ligeramente las piernas ayuda a que la sangre circule.
  • Levantar las piernas por encima del nivel del corazón tres o cuatro veces al día durante 15 minutos a la vez.
  • Atender las heridas si tiene úlceras abiertas o infecciones y el médico puede mostrar cómo hacerlo.
  • Si la persona tiene la piel seca o agrietada en las piernas, el hecho de humectarlas puede ayudar. Sin embargo, algunos tratamientos para el cuidado de la piel pueden empeorar el problema. Por tal razón, hay que hablar con el médico antes de usar cualquier tipo de lociones, cremas o ungüentos antibióticos y que este sea el que le indique lo mejor.
  • Bajar de peso, si la persona tiene sobrepeso.
  • Hacer más ejercicio: esto puede ayudar a mantener a raya el peso y a movilizar la sangre pierna arriba. Caminar o nadar son buenas opciones.
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Las várices deben ser tratadas por un especialista. | Foto: Getty Images/iStockphoto

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.