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La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello recomienda asistir al médico si el dolor de garganta que se presenta está acompañado de síntomas fuertes. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Salud

Alimentos que ayudan a aliviar dolores y malestares en la garganta

Las infecciones que causan el dolor de garganta pueden hacer que se presenten otros signos y síntomas, como fiebre, tos, resfrío, estornudos, entre otros.

21 de diciembre de 2021

El dolor de garganta puede empeorar o generar mayores molestias a la hora de tragar. Algunos remedios pueden ayudar a eliminar esa sensación y a suavizar este conducto. Esta molestia aparece con más frecuencia en la época de invierno. Según los especialistas, la mayoría de las veces se produce como consecuencia de una infección viral y va acompañada de síntomas de resfriado, como: mocos, estornudos, congestión nasal y lagrimeo.

Generalmente, el resfriado común y la gripe, pueden causar afectaciones en la garganta de las personas. Para esto, existen algunas opciones que ayudarán a aliviar estas lesiones y sentirse mucho mejor. Es importante consultar a un médico si la molestia no disminuye después de varias semanas.

¿Qué alimentos ayudan a aliviar el dolor?

1. Infusión de erísimo: poner a hervir en agua 60 gramos de hojas de hierba de los cantores o erísimo, añadir 250 ml de alcohol de 80º o aguardiente. Taparlo y mover ocasionalmente la bebida. Luego de hervir, dejar reposar durante cinco días. Colar la mezcla y lo que se obtenga se debe colocar en un gotero de 50 cc. Tomar 50 gotas de este remedio en un vaso de agua, cada dos horas, hasta que mejore el dolor de garganta.

2. Cebolla macerada con limón: picar finamente la cebolla y ponerla en un recipiente. Añadir el zumo de medio limón, mezclar bien y dejar reposar durante toda una noche. Al día siguiente, se debe colar este líquido y tomar en ayunas. Este remedio es esencial para evitar la afonía.

3. Infusión de tomillo: poner a hervir un vaso de agua, añadir una cucharadita de tomillo y dejar que hierva por otro minuto más. Luego, retirar del fuego, tapar la bebida y dejar reposar durante 10 minutos. Colar la infusión, ponerla en un vaso y añadir el jugo de medio limón. Lo ideal es tomarlo por la noche, antes de ir a dormir.

4. Saborear una cucharada de miel: tomar una cucharada de miel. Cabe mencionar que los niños menores de dos años no deben consumirla, debido al riesgo de padecer botulismo.

5. Infusión de salvia: poner a hervir un vaso de agua, agregar una mata de salvia. Dejarla enfriar y usar la bebida como si fuese un enjuague bucal. No se recomienda el uso de esta infusión en mujeres en estado de embarazo.

Cabe señalar que hay diferentes síntomas que se pueden registrar cuando hay dolor de garganta y estos varían según la causa. Dolor o sensación de picazón en la garganta, dolor que empeora al tragar o hablar, dificultad al tragar, dolor e inflamación de los ganglios en la zona del cuello o la mandíbula, amígdalas rojas e inflamadas, manchas blancas o pus en las amígdalas y voz ronca o apagada suelen ser los más comunes.

Sin embargo, las infecciones que causan el dolor de garganta pueden hacer que se presenten otros signos y síntomas, como fiebre, tos, resfrío, estornudos, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, náuseas o vómitos.

Los cambios de clima y el uso de aire acondicionado suelen estar entre las causas más comunes del dolor de garganta. No obstante, hay otro número de personas que también pueden sufrir dolores de garganta por diferentes condiciones como el consumo de tabaco, falta de hidratación, la ingesta de bebidas alcohólicas, exposición brusca al frío, irritación de los tejidos implicados en el habla, entre otros.

Por su parte, la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello recomienda asistir al médico si el dolor de garganta que se presenta está acompañado de los siguientes síntomas: Dolor de garganta grave o que dura más de una semana, dificultad al tragar, falta de aliento, dificultad para abrir la boca, dolor articular, dolor de oído, erupción cutánea, fiebre superior a 38,3 °C, sangre en la saliva o flema, dolor de garganta recurrente con frecuencia, un bulto en el cuello, ronquera que dura más de dos semanas o hinchazón en el cuello o la cara.