Salud
Cáncer: vacuna terapéutica probada en animales podría ser efectiva en humanos, según investigadores
Los estudios se adelantan en los Estados Unidos desde hace varios años, con el fin de hacerle frente a la enfermedad mortal.
Investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), realizaron estudios en animales al desarrollar una vacuna terapéutica experimental contra el cáncer que se ha mostrado prometedora.
Específicamente, de acuerdo con los resultados de la investigación, que se publicó en la revista científica Cell, la vacuna induce dos respuestas distintas y deseables del sistema inmune que conducen a una regresión significativa del tumor en ratones.
Los investigadores descubrieron que la administración intravenosa de la vacuna aumentó el número de células T citotóxicas capaces de infiltrarse y atacar las células tumorales y activó el sistema inmunitario innato mediante la inducción de interferón de tipo I.
La respuesta del sistema inmune innata modificó el microentorno tumoral, contrarrestando las fuerzas supresoras que, de otro modo, frenarían la acción de las células T. La modificación del microambiente tumoral no se observó en los ratones que recibieron la vacuna mediante una inyección en la piel administración subcutánea).
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El método denominado ‘vax-innate’ por los investigadores alcanza un objetivo importante en la búsqueda de vacunas inmunoterapéuticas más eficaces contra el cáncer. El estudio demuestra que la administración de la vacuna por vía intravenosa permite y potencia la inmunidad de las células T al superar la actividad inmunosupresora inducida por el tumor.
Los investigadores afirman que esta vacuna experimental también podría administrarse por vía intravenosa a personas que ya han recibido células T específicas del tumor como terapia. También podría mejorar el control del tumor al aumentar el número de células T y alterar el microambiente del tumor para que funcionen mejor, según los investigadores.
La vacuna experimental, SNAPvax, fue diseñada por el doctor Robert Seder y sus colegas del Centro de Investigación de Vacunas del Niaid, junto con colaboradores de Vaccitech North America, una empresa biofarmacéutica en fase clínica de Baltimore, Maryland (Estados Unidos).
Vaccitech ya anunció sus planes de impulsar la plataforma SNAPvax para su uso en el tratamiento del cáncer asociado al virus del papiloma humano (VPH) en 2023.
Asimismo, un equipo del Instituto de Vacunas contra el Cáncer de la Universidad de Washington, en los Estados Unidos, busca prevenir el cáncer de mama para mujeres con variantes genéticas de alto riesgo.
Mary Disis y varios de sus colegas encontraron presencia de proteínas en células madre, algo normal, aunque lo que llama la atención de los investigadores es que se producen a mayor cantidad en las células cancerosas; lo que hizo posible probar una vacuna que produjera algunas de esas proteínas.
Para su fase de prueba, participaron mujeres con cáncer avanzado. No hubo una cura de la enfermedad que puede ser mortal, pero sí hubo aportes importantes, pues la inmunización pudo dar respuesta a la protección de las primeras faces de la afección.
Es así como The New York Times relata que la genetista Disis tiene en mente vacunar a personas con carcinoma ductal o con otra enfermedad precancerosa, como la hiperplasia ductal atípica. Para ello, el colectivo científico tiene un biológico que podría atacar tres proteínas producidas en altos niveles. De tener éxito la vacuna, en el caso de las mujeres con este tipo específico de cáncer, se podría renunciar a la quimioterapia o cirugías.
La científica argentina Laura Bover, investigadora en inmunología y cáncer en el Centro M.D. Anderson de los Estados Unidos, comentó en Infobae: “Hay diferentes estrategias para la prevención y el tratamiento de los distintos tipos de cáncer. Una de ellas son las vacunas.
Algunas vacunas ya se usan para tratamiento cuando la persona ya tiene la enfermedad. Otras vacunas están en desarrollo y apuntan a la prevención de la evolución de lesiones premalignas a malignas. Para eso, es necesario conocer la predisposición genética a desarrollar tumores malignos y luego acceder a vacunas que resulten eficaces y seguras”.
*Con información de Europa Press.