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Cena vegetariana saludable. Mujer en jeans grises y suéter comiendo ensalada fresca, medio aguacate, granos, frijoles, verduras asadas del cuenco de Buda. Superalimento, alimentación limpia, concepto de comida dietética | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Cerebro: estas son las dietas buenas para cuidarlo

Una alimentación equilibrada mantendrá sanos a todos los órganos del cuerpo.

12 de diciembre de 2022

El cerebro es como una computadora que controla las funciones del organismo y el sistema nervioso que, además, está compuesto por más de mil millones de neuronas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus.

Por ello, el cerebro se debe proteger y para hacerlo hay que tener una alimentación balanceada y saludable, ya que la investigación arrojó resultados y se ha demostrado que comer ciertos alimentos, y evitar otros, retrasa el envejecimiento cerebral en 7,5 años, y disminuye las probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

En consecuencia, la médica radióloga, Sara Mesa, en su libro Tu Cerebro reveló que la dieta Mind, que “es una adaptación de la dieta mediterránea, una buena propuesta para disminuir la neurodegeneración en la población”.

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De hecho, la entidad sin ánimo de lucro indicó que los investigadores universitarios desarrollaron la dieta Mind para enfatizar los alimentos que impactan la salud cerebral.

En consecuencia, la especialista y Mayo Clinic indicaron algunas recomendaciones específicas de cantidades aproximadas de la dieta Mind y sus propiedades:

  • Vegetales de hojas verdes: todos los días, pues Mayo Clinic, revela que Las hojas verdes están repletas de nutrientes relacionadas con una mejor salud cerebral como el folato, la vitamina E, los carotenoides y los flavonoides.
  • Otros vegetales variados: todos los días, porque así la persona asegura consumir diferentes tipos de nutrientes.
  • Frutos rojos frescos: consumirlos al menos dos veces a la semana, como las bayas, ya que los científicos revisaron la investigación sobre la dieta y la salud cerebral y ese tipo de fruta se destacó del resto.
  • Nueces: al menos cinco veces a la semana y aunque las nueces pueden ser altas en calorías y grasa, están llenas de vitamina E soluble en grasa, conocida por sus cualidades protectoras del cerebro.
  • Cocinar con aceite de oliva, ya que los investigadores recomiendan usarlo como el aceite de cocina principal y evitar la mantequilla y la margarina.
  • Granos enteros (o sea, arroz integral, avena, quino. quero sean procesados para que conserven su corteza que es donde está la fibra protectora): tres o más al día.
  • Para quienes consumen peces, se recomiendan de buenas fuentes y los de alto contenido de omega, como el salmón: uno o más a la semana.
  • Leguminosas: tres o más a la semana.
  • Para quienes consumen pollo y pavo: dos o más a la semana.
  • Vino: una copa al día, pues la entidad sin ánimo de lucro explicó que mientras que demasiado alcohol es incuestionablemente dañino para el cerebro y la salud en general, los estudios sugieren que beber de manera ligera a moderada puede reducir el riesgo de demencia. Además, puede retrasar la aparición del Alzheimer de dos a tres años.

De todos modos, antes de iniciar una dieta, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, para cuidar el cerebro se debe realizar actividad física, pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro y ayuda a mantener la memoria activa.

Por ello, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.