El Instituto de Cancerología de Las Américas recomienda comer ensalada en el almuerzo y la comida, también aconseja ingerir como mínimo 3 frutas al día para evitar el colon irritable. Foto: Getty images.
El colon irritable es una condición común que no siempre es diagnosticada por no acudir oportunamente a especialistas. Foto: Getty images. | Foto: Foto Gettyimages

Salud

Colon irritable: ¿dieta FODMAP para aliviarlo?

El síndrome de colon irritable puede causar cólicos abdominales, distensión y cambios en los hábitos intestinales.

25 de marzo de 2022

De acuerdo con información de MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el síndrome del intestino irritable, también llamado colon irritable, es un problema que afecta al intestino grueso, el cual puede causar cólicos abdominales, distensión y cambios en los hábitos intestinales. Así mismo, algunas personas que padecen este trastorno pueden experimentar estreñimiento o diarrea.

El síndrome de colón irritable es más común en personas menores de 45 años, siendo las mujeres las más propensas a desarrollarlo (casi el doble que los hombres). Aunque no se conocen causas exactas que conduzcan a este trastorno, MedlinePlus reseña que es importante acudir a un médico especialista para realizar las pruebas pertinentes y descartar otras enfermedades con síntomas similares.

Según las directrices de la Organización Mundial de Gastroenterología, consignadas en un documento publicado en 2015, algunas características del síndrome de colon irritable son:

  • No se sabe que esté asociado con un aumento del riesgo de desarrollo de cáncer o enfermedad intestinal inflamatoria, o con un aumento de la mortalidad.
  • Se puede dar una transición del síndrome de colon irritable a otros trastornos gastrointestinales sintomáticos (por ejemplo, enfermedad por reflujo gastroesofágico, dispepsia y estreñimiento funcional).
  • El trastorno habitualmente provoca síntomas prolongados. Puede aparecer en episodios, los síntomas varían y a menudo se asocian con la ingesta de alimentos y característicamente con la defecación. Además, los síntomas interfieren con la vida diaria y el funcionamiento social en muchos pacientes.
  • En general, hay una falta de reconocimiento de la afección; muchos pacientes con síntomas del síndrome de intestino irritable no consultan al médico y no reciben un diagnóstico formal.

Dieta FODMAP

Algunas dietas son asociadas al tratamiento del síndrome de colon irritable; sin embargo, es importante precisar que no siempre cuentan con un respaldo científico y su efectividad no está completamente garantizada. En ese sentido, acudir a un médico especialista siempre será la opción más adecuada.

De acuerdo con el portal Salud Mapfre, una opción de dieta para el síndrome de colon irritable es la FODMAP, un pan de alimentación “bajo de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polisacáridos”. En consecuencia, esta dieta reduce la ingesta de alimentos que contienen fructosa (tipo de glúcido encontrado en los vegetales, las frutas y la miel), lactosa (tipo de azúcar en los lácteos), galactanos, polioles y fructanos. Al respecto, el artículo citado aclara que se trata de una dieta bastante restrictiva y no debe ser implementada sin el acompañamiento de un nutricionista.

La dieta restringe un gran cantidad de alimentos, los cuales, en su mayoría, hacen parte de planes nutricionales comunes entre las personas. Por ejemplo: lentejas, garbanzos, habas, fríjol blanco (judías), soja, trigo, centeno, cebada, harina, pasta, galletas, kamut, malta y salvado de trigo. En su lugar, sugiere espelta y avena o productos derivados de estos cereales que no contengan fructosa ni lactosa. También maíz, arroz, sorgo, papas, quinua, yuca, trigo sarraceno y sus derivados.

En cuanto a lácteos, la dieta restringe la leche de vaca, cabra y oveja; las bebidas de soja; leche en polvo y condensada; dulce y crema de leche; nata, así como yogures con lactosa, griego, con fruta y kéfir. La medida también aplica para quesos frescos, tiernos o de untar, requesón, natilla, cuajada y sorbetes de cualquier tipo. Como alternativa, sugiere la leche sin lactosa, bebida de arroz, avena, coco o almendras (siempre que no tenga fructosa ni lactosa).

Para los vegetales, la dieta FODMAP tiene algunas restricciones, por ejemplo: alcachofas, espárragos, col, coliflor, coles de bruselas, brócoli, ajo, cebolla, guisantes, remolacha y champiñones. En su lugar, destaca zanahoria, berenjena, lechuga, brotes verdes, rúcula, calabaza, tomate, pimiento, pepino, apio, calabacín, espinacas y acelgas.

Algunas frutas también son excluidas de esta dieta, como ciruelas, manzana, pera, melocotón, chirimoya, mango, sandía, moras, aguacate, zumos de fruta comerciales y frutas enlatadas. En el listado de “permitidas” figuran mandarina, plátano, limón, pomelo, melón, papaya, arándanos, frambuesas, kiwi, maracuyá, piña, uvas y coco. Sin embargo, Salud Mapfre anota que “no se recomienda más de una pieza mediana por comida y más de tres piezas en el día”.

Para el caso de los alimentos proteicos, la dieta FODMAP tiene menos restricciones. De hecho, solo detalla los palitos de cangrejo y el seitán. En contraste, recomienda todo tipo de carnes sin procesar, pescado, mariscos, huevos, tofu y tempeh.

Vale mencionar que la preparación también es importante y puede condicionar los efectos del alimento en cuestión, por lo que se reitera la necesidad de acudir inicialmente a un profesional de la salud para recibir asesoría adecuada.