La gelatina aporta al colágeno y también ayuda a fortalecer las uñas, entre otros beneficios.
La gelatina es una proteína hecha de colágeno animal, generalmente de vacas y cerdos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

El alimento que ayuda a reconstruir y fortalecer los huesos

Mantener una buen salud ósea es vital para el ser humano.

5 de octubre de 2022

Los huesos dan soporte y permiten el movimiento. Además, protegen de lesiones al cerebro, al corazón y a otros órganos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Osteoporosis y Enfermedades Óseas Relacionadas que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Por ello, para cuidarlos nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde y una recomendación del portal Salud180 es consumir gelatina, ya que “es una fuente de calcio, magnesio, fósforo, silicio y otros minerales que ayudan a reconstruir y fortalecer el sistema óseo”, según el portal de salud Clikisalud.net de la Fundación Carlos Slim.

No obstante, hay que señalar que Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que tomar dosis altas de 15 gramos al día podría aumentar el riesgo de efectos secundarios, como dolor de garganta, encías hinchadas y llagas en la boca.

Así las cosas, una buena forma de aumentar el consumo de gelatina y obtener sus beneficios es ingerir una taza diaria de la misma entre las principales comidas o como postre, siendo una alternativa al dulce, debiendo dar preferencia a las gelatinas de lámina sin azúcar.

Información nutricional de 100 gramos de gelatina de origen animal

  • Energía: 349 kcal
  • Carbohidratos: 89,2 g
  • Proteínas: 87 g
  • Agua: 12 g
  • Grasas: 0,1 g
  • Calcio: 11 mg
  • Sodio: 32 mg
  • Potasio: 16 mg
  • Fósforo: 32 mg
  • Magnesio: 11 mg

No obstante, al igual que con cualquier alimento o suplemento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, el instituto reveló que otros cuidados para los huesos incluyen:

  • Consumir una dieta bien balanceada y rica en calcio y vitamina D. Las buenas fuentes de calcio incluyen productos lácteos bajos en grasa y alimentos y bebidas con calcio agregado. Buenas fuentes de vitamina D incluyen yemas de huevo, pescado de mar, hígado y leche con vitamina D agregada. Algunas personas pueden necesitar suplementos nutricionales para obtener suficiente calcio y vitamina D.
  • Hacer ejercicio: Los mejores ejercicios para los huesos sanos son los ejercicios de fortalecimiento y en los que se sostiene el propio peso, como caminar, subir escaleras, levantar pesas y bailar. Además, lo ideal es realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante, al menos, 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante, al menos, 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
  • No fumar: El humo del tabaco contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer y miles de otras sustancias nocivas.
  • No consumir demasiado alcohol: La recomendación es una bebida diaria si se es mujer y dos bebidas diarias si se es hombre.
  • Evitar las caídas. Usar zapatos de tacón bajo con suelas antideslizantes, mantener las habitaciones bien iluminadas, instalar barras de agarre en el interior y el exterior de la puerta de la ducha, son algunas recomendaciones.
  • Mantener un peso saludable: el Ministerio de Salud explica en su página web que para saber si una persona está en un peso saludable existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura. Por ende, reveló que para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura, y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (kg) / Estatura al cuadrado (Mt).

Ejemplo: una persona pesa 64 kg y mide 1,5 metros, entonces: 64/1,5 x 1,5 = 28,44. Este dato indica el IMC de la persona (28,44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.