SALUD
Entumecimiento de las piernas y los pies: ¿cuándo puede ser preocupante?
La postura es la causa más común de esta molestia, pero también puede derivarse de enfermedades crónicas y complejas.
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Puede ser normal que una persona sienta entumecimiento en las piernas y los pies después de estar sentada en una posición que presiona los nervios o reduce el flujo sanguíneo. Sin embargo, cuando esta situación se presenta de manera inexplicable puede ser síntoma de alguna enfermedad.
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El entumecimiento o la sensación de hormigueo prolongado en las piernas y los pies puede deberse a afecciones como esclerosis múltiple (EM), diabetes, enfermedad de las arterias periféricas o fibromialgia, según indica la publicación especializada Medical News Today. La sensación se puede percibir en toda la pierna, debajo de la rodilla o en diferentes áreas del pie.
Dentro de los síntomas más comunes cuando se presenta entumecimiento temporal ó crónico está el hormigueo, la persona también puede sentir como si tuviera una quemadura, cosquilleo y picazón.
Son diversas las causas que pueden ocasionar esta molestia y por ello es importante estar atentos con el fin de determinar las razones y de esta forma saber si es de preocuparse o no.
Uno de los motivos por los que una persona puede presentar esta molestia es por la postura. Los hábitos posturales que ponen presión sobre los nervios o reducen el flujo sanguíneo en las extremidades inferiores son la causa más común de entumecimiento temporal en las piernas y los pies. Muchas personas dicen que su pierna se “durmió”; sin embargo, el término médico es parestesia transitoria (temporal).
Otras razones más complejas pueden sustentarse, por ejemplo, en lesiones en el torso, la columna vertebral, las caderas, las piernas, los tobillos y los pies, las cuales pueden poner presión sobre los nervios.
Neuropatía diabética
Algunas personas con diabetes desarrollan un tipo de daño en los nervios llamado neuropatía diabética, la cual puede causar entumecimiento, hormigueo y dolor en los pies y, cuando es grave, también en las piernas.
El entumecimiento también puede ser el resultado de problemas en la espalda baja, como la ruptura o hernia de discos vertebrales, que pueden hacer que se compriman los nervios que van a las piernas. De igual forma, por el síndrome del túnel tarsal que ocurre por la compresión, contracción o daño de un nervio que corre por la parte posterior de la pierna y a lo largo del interior del tobillo y hacia el pie, indica Medical News Today.
Los tumores, quistes, abscesos y crecimientos benignos (no cancerosos) pueden poner presión sobre el cerebro, la médula espinal o cualquier parte de las piernas y los pies. Esta presión puede restringir el flujo de sangre a las piernas y los pies, causando entumecimiento.
Consumo de alcohol
Las toxinas en el alcohol pueden causar daño neurológico que se asocia con el entumecimiento, especialmente en los pies, asegura el portal Sabervivirtv.com.
El consumo crónico de éste también puede provocar daño neurológico que causa el mencionado malestar. Este padecimiento está relacionado con niveles reducidos de vitaminas B, como B-1 (tiamina), B-9 (ácido fólico) y B-12, causados por el consumo excesivo de alcohol.
La fibromialgia también puede tener alguna incidencia. Esta afección causa dolor corporal generalizado, molestia y sensibilidad. Algunas personas con esta enfermedad también experimentan entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies.
Otros problemas complejos que pueden generar el entumecimiento en los pies y las piernas son la esclerosis múltiple y los derrames cerebrales. En el primer caso, las personas experimentan daños en los nervios sensoriales que pueden causar entumecimiento en una pequeña parte del cuerpo o en todas las extremidades. Si bien cuando esta molestia está asociada con la EM suele durar solo un corto periodo, también puede permanecer el suficiente tiempo, como para volverse incapacitante.
El entumecimiento también puede obedecer, según el portal MedlinePlus, a temas como radioterapia, mordeduras de animales, picaduras de insectos, garrapatas, ácaros y arañas, toxinas en mariscos y afecciones congénitas que afectan los nervios.