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Incluir verduras es esencial para mantener una buena salud. Photo: Daniel Karmann/dpa (Photo by Daniel Karmann/picture alliance via Getty Images) | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

Vida Moderna

Esta verdura ayuda a controlar la hipertensión y prevenir ataques al corazón

Este superalimento también ayuda a mitigar enfermedades crónicas como la aterosclerosis, osteoporosis y el alzheimer.

16 de mayo de 2023

Una de la afección que puede desencadenar mayores problemas de salud es la hipertensión, que hace referencia a los latos niveles de presión arterial. Esta enfermedad consiste en que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de estas es muy alta constantemente, por lo que el corazón debe trabajar más para bombear sangre.

De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y cuando se presenta la hipertensión la presión arterial está por lo general en 130/80 mm Hg o superior. Frente a esto, el American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología) y la Asociación Americana del Corazón detallan que la presión arterial se divide en cuatro niveles.

“Es normal, cuando se encuentra en 120/80 mm Hg o inferior; alta, cuando se sitúa en 120 a 129 mm Hg y el valor mínimo está por debajo (no por encima) de 80 mm Hg; hipertensión etapa 1, se considera en el momento en el que el valor máximo va de 130 a 139 mm Hg y el valor mínimo está entre 80 y 89 mm Hg y finalmente, la hipertensión de etapa 2, cuando es 140 mm Hg o superior y el valor mínimo es de 90 mm Hg o superior” señalan las instituciones en mención.

Igualmente, detallaron que cuando se encuentra en 180/120 mm Hg se considera crisis hipertensiva o crisis, que requiere una atención médica de emergencia.

Según la Organización Mundial de la Salud, hay 1.28 billones de personas entre los 30 y 79 años que viven con hipertensión.
Según la Organización Mundial de la Salud, hay 1.28 billones de personas entre los 30 y 79 años que viven con hipertensión. | Foto: Cleveland Clinic

Ante el diagnóstico y el tratamiento indicado por un especialista en salud para controlar este problema de salud, es importante implementar una dieta saludable rica en alimentos vitamínicos que potencialicen la salud del corazón. Con ello, el portal web Cocina Vital exalta el consumo de verduras como el tomate. Específicamente, las semillas de este alimento contienen altas cantidades de vitamina B6 y folato, también, son ricas en potasio, los cuales previenen la hipertensión y reduce el riesgo de un ataque cardiaco.

Además de esto, las semillas del tomate también se caracteriza por contener compuestos antiinflamatorios que ayudan a mitigar enfermedades crónicas como la aterosclerosis, osteoporosis, Alzheimer y enfermedades cardiovasculares. De otro lado, su aporte de vitamina K también esencial para proteger los huesos y las articulaciones. Esto permite reducir el riesgo de padecer enfermedades como la artritis degenerativa y la osteoporosis.

Comer tomate
Específicamente, las semillas de este alimento contienen altas cantidades de vitamina B6 y folato, también, son ricas en potasio, los cuales previenen la hipertensión y reduce el riesgo de un ataque cardiaco. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Recomendaciones para controlar la hipertensión

En muchas ocasiones las personas con presión arterial alta no tienen síntomas, pese a que los niveles alcancen niveles peligrosamente altos, pero se deben tener en cuenta algunas alertas como dolores de cabeza, falta de aire y sangrados nasales

  • Reducir el exceso de peso y cuidar la cintura, ya que el sobrepeso puede provocar una alteración respiratoria (apnea del sueño, que incrementa incluso más la presión arterial. Los especialistas consideran que la presión arterial podría bajar aproximadamente 1 milímetro de mercurio (mm Hg) con cada kilo de peso que se pierde.
  • Hacer ejercicio regularmente, porque tener una actividad física regular puede reducir la presión arterial alta en aproximadamente 5 mm Hg a 8 mm Hg. El ideal es hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada todos los días. Entre los ejercicios se encuentran, caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar, así como entrenamiento por intervalos de alta intensidad. Se incluye el fortalecimiento muscular, a través de ejercicios al menos dos días a la semana.
Los pacientes con malos hábitos alimenticios y baja actividad física son más vulnerables ante esta enfermedad.
Los pacientes con malos hábitos alimenticios y baja actividad física son más vulnerables ante esta enfermedad. | Foto: 123rf / El País