Las compañías no cumplen con la normativa estipulada, que especifica que ese tipo de entidades deben mostrar sus verdaderos fabricante.
Los pescados se caracterizan por los ácidos grasa-omega 3. | Foto: Getty Images

Vida moderna

¿Hay peligros al comer atún en lata?

Se debe tener en cuenta que comer cualquier tipo de alimento en exceso puede ser perjudicial para la salud.

10 de junio de 2022

El atún en lata es uno de los alimentos comunes en la despensa del hogar. Hay quienes no lo consumen porque les preocupa el mercurio y otros contaminantes que están presentes en los mariscos. Respecto a esto, los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación explica que “los beneficios de comer pescado como parte de una dieta saludable generalmente superan los posibles riesgos de exposición a los contaminantes”.

El consumo de este producto debe ser moderado. Según explica el portal web La Vanguardia la cantidad de mercurio que acumula en sus carnes es perjudicial para la salud (al consumirse con demasiada frecuencia). “El plancton y las algas marinas lo absorben y sus bacterias lo convierten en metilmercurio, que es su forma orgánica y la más tóxica, y que se integra en la cadena alimentaria. Lo ingieren en primer lugar los peces pequeños; de estos pasa sus depredadores y de estos a los siguientes hasta llegar a los peces más grandes y longevos de los mares”.

La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón o AHA, por sus siglas en inglés) recomienda comer mínimo dos raciones semanales de pescado rico en omega-3. De acuerdo con La Vanguardia, lo recomendable es tener en cuenta la etiqueta del atún en lata que se elige. “Cuando pone solo “atún”, se refiere al listado o al rojo. La española añade las variedades “atún claro”, que han de ser del tipo rabil o yellowfin (en inglés) y patudo; y finalmente está el bonito del norte (no hay que confundirlo con otro pescado llamado bonito) o albacora, que es el más apreciado”.

Un estudio de la Universidad de Chile sobre el Mercurio en pescados y su importancia en la salud también brinda una recomendación respecto al consumo de atún en lata. “La recomendación de consumo para nuestra población incluyendo mujeres en etapa reproductiva, gestantes y nodrizas, no debería requerir restricciones, ya que se podrían consumir hasta siete porciones de 100 g a la semana (700 g) de cualquier pescado excepto albacora, y sigue habiendo un beneficio para la salud. Con lo anterior debería cubrirse además el requerimiento de ácidos omega-3″ señalan los expertos.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son las grasas insaturadas del pescado, las cuales tienen efectos positivos en la salud cardíaca, disminuyendo el riesgo de afecciones mortales.

De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic “son un tipo de ácido graso insaturado que puede reducir la inflamación en todo el cuerpo. La inflamación en el cuerpo puede dañar los vasos sanguíneos y provocar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares”.

Los beneficios de estas grasas en el corazón pueden contribuir debido a que pueden ayudar a:

  • Reducir los triglicéridos.
  • Disminuir ligeramente la presión arterial.
  • Reducir la coagulación de la sangre.
  • Disminuir el riesgo de derrames cerebrales y de insuficiencia cardíaca.
  • Reducir los latidos irregulares del corazón.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) mencionan que los expertos aún no han determinando las cantidades recomendadas específicas de ácidos grasosomega-3 para cada persona. Sin embargo, la ALA ha establecido algunas recomendaciones, según la edad y el sexo:

  • Del nacimiento a los 12 meses*: o.5 g
  • Niños de 1 a 3 años: 0.7 g
  • Niños de 4 a 8 años: 0.9 g
  • Niños de 9 a 13 años: 1.2 g
  • Niñas de 9 a 13 años: 1.0 g
  • Adolescentes (varones) de 14 a 18 años :1.6 g
  • Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 1.1 g
  • Adultos (hombres): 1.6 g
  • Adultos (mujeres): 1.1 g
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 1.4 g
  • Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 1.3 g