Un estudio reveló que los instantes antes de morir, a diferencia de los que se cree, puede traer consigo pensamientos positivos.
Un estudio reveló que los instantes antes de morir, a diferencia de los que se cree, puede traer consigo pensamientos positivos. | Foto: Getty Images

Vida moderna

La ciencia revela qué siente una persona instantes antes de morir

Un grupo de investigadores realizó un experimento para conocer qué siente una persona horas o días antes de morir,

4 de junio de 2023

La muerte es una de las situaciones que más preguntas generan a lo largo de nuestra vida, pues son muchas las incógnitas que todavía hay sobre este tema y de las cuales muchas, seguramente, nunca lograremos responder.

Entre las principales preguntas está la de qué siente una persona pocos instantes antes de morir. Una investigación publicada en el nuevo número de Psychological Science, de la Association for Psychological Sciencie, reveló supuestamente lo que siente una persona antes de su muerte.

Es considerada la agonía más larga registrada, al estar 83 días en cuidados médicos sin mejoría alguna.
El estudio se realizó con dos grupos de personas, pacientes con enfermedad terminal y presos que estaban condenados a la muerte. | Foto: Getty Images

A diferencia de lo que podríamos pensar, la investigación realizada por seis personas concluyó gracias a dos experimentos que la cercanía con la muerte es “inesperadamente positiva”.

Para llegar a esta conclusión, se investigó a dos grupos de personas que se encontraban muy cerca de la muerte. El primero fueron pacientes de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la segunda población se trató de personas que estaban a pocas horas o días de ser ejecutadas.

A los dos grupos se les pidió hacer unos escritos de sus últimos pensamientos teniendo presente que poco tiempo después iban a morir. En los pacientes con ELA, según el estudio, los mensajes fueron netamente positivos, algo similar ocurrió con quienes estaban condenados a muerte.

Para comparar estos escritos, los investigadores utilizaron otro grupo de personas que no padecían ninguna condición y que simplemente tenían que imaginar que su muerte estaba por llegar. A diferencia de lo acontecido con los prisioneros y los pacientes, este último grupo tuvo menos mensajes positivos.

“Estos resultados sugieren que la experiencia de morir, incluso a causa de una enfermedad terminal o una ejecución, puede ser más agradable de lo que alguien puede imaginar”, señaló el estudio.

Los investigadores aseguraron que el ser humano es muy adaptativo a lugares y circunstancias con las que se enfrenta en el transcurso de su vida, por lo que decidimos física y mentalmente seguir adelante así “estemos muriendo o no”.

“En nuestra imaginación, la muerte es solitaria y sin sentido, pero los posts finales de los pacientes con una enfermedad terminal y las últimas palabras de los presos del corredor de la muerte están llenos de amor, conexión social y significado”, dijo Kurt Gray, uno de los investigadores.

Muerte, imagen de referencia.
Muerte, imagen de referencia. | Foto: Getty Images

En ese sentido y tras los hallazgos del experimento, los científicos enfatizan en la importancia de que la sociedad y en especial el sector de la salud rediseñen su visión sobre la muerte.

Manifiestan que este último tiene como objetivo evitar que la persona fallezca cuando en algunas circunstancias la idea debería ser diferente y el sistema médico debería de estar encaminado, según ellos, a facilitar el tránsito a la muerte de los enfermos, especialmente aquellos que sufren de enfermedades a largo plazo y que dificultan su calidad de vida.

¿Qué piensa una persona antes de morir? Esto reveló un estudio

Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Louisville terminó recolectando sin querer información sin precedentes, todo porque le estaban haciendo una electroencefalografía a un hombre de 87 años que en ese preciso momento tuvo un paro cardíaco y falleció.

Siendo una situación supremamente contingente y en un escenario inusual para una muerte tan repentina, terminó convirtiéndose en un hito científico histórico, pues nunca antes se habían registrado oscilaciones cerebrales justo cuando el corazón deja de bombear sangre oxigenada al cerebro y dicha persona fallece, dejando una actividad cerebral compilada antes, durante y después del suceso.

“Medimos 900 segundos de actividad cerebral alrededor del momento de la muerte y establecimos un enfoque específico para investigar qué sucedió en los 30 segundos antes y después de que el corazón dejara de latir”, relató el doctor y neurocirujano de la Universidad de Louisville Ajmal Zemmar.

Así, dejó claro que, de los 15 minutos del paro, que terminó en la muerte del paciente, fueron fundamentales los datos de los segundos exactos del deceso.

Según el estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Aging Neuroscience, se registraron oscilaciones cerebrales gamma (principalmente), delta, theta, alfa y beta. Las oscilaciones cerebrales son patrones de frecuencia repetitivos, rítmicos y sincronizados en el sistema nervioso central, agrupando una sola neurona o una gran cantidad de estas.

Un paciente murió cuando le realizaban un electrocardiograma, lo que permitió saber qué pasó por su cerebro al momento de su deceso.
Un paciente murió cuando le realizaban un electrocardiograma, lo que permitió saber qué pasó por su cerebro al momento de su deceso. | Foto: Getty Images

Estas oscilaciones se relacionan, según su patrón, a diferentes aspectos de la funcionalidad del cerebro, como los recuerdos, los sueños, la meditación, el procesamiento de información y demás. Destaca que las que se vieron al momento en que dicho hombre murió se relacionan con los de la memoria o los flashbacks, por lo cual se puede decir que la última actividad cerebral antes de morir es el recuerdo.

Pero hay que ir despacio y entender que este solo fue un estudio aislado producto de una situación imprevista, que contó con la recolección de datos de un paciente que sufría de varios tipos de lesiones, convulsiones y hasta una encefalitis (hinchazón del cerebro).

Por lo anterior, sus resultados no podrían ser considerados ciento por ciento confiables, pero sí son un punto de partida importante para seguir investigando sobre qué es lo que se ve antes de morir.