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Remedio casero con bicarbonato de sodio para aliviar el dolor de rodillas y piernas
La ubicación e intensidad del dolor puede variar según la causa del problema.
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El dolor de rodilla puede ser resultado de una lesión, como una ruptura de ligamento o un desgarro de cartílago, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
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Además, explicó que algunos de los síntomas incluyen:
- Inflamación y rigidez.
- Enrojecimiento y temperatura al tacto.
- Debilidad o inestabilidad.
- Sonidos de chasquidos o crujidos.
- Incapacidad de enderezar completamente la rodilla.
De otro lado, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que un dolor de pierna puede deberse a un calambre, una lesión u otra causas, como, por ejemplo:
- Deshidratación o cantidades bajas de potasio, sodio, calcio o magnesio en la sangre.
- Medicamentos (tales como diuréticos y estatinas).
- Fatiga o distensión muscular por sobrecarga, ejercicio excesivo o por mantener un músculo en la misma posición durante un período prolongado.
Una lesión también puede causar dolor de pierna por:
- Desgarro o estiramiento muscular exagerado (distensión muscular).
- Fisura delgada en el hueso (fractura por sobrecarga).
- Tendón inflamado (tendinitis).
- Calambres en la pierna (dolor en la parte frontal de la pierna debido a sobrecarga o golpes repetitivos).
Otras causas comunes de dolor en la pierna son:
- Enfermedad arterial periférica (EAP), la cual provoca un problema con el flujo de sangre a las piernas (este tipo de dolor llamado claudicación se siente generalmente al hacer ejercicio o caminar y se alivia con el descanso).
- Coágulos de sangre (trombosis venosa profunda) debido al reposo prolongado en la cama.
- Infección del hueso (osteomielitis) o de la piel y el tejido blando (celulitis).
- Inflamación de las articulaciones de la pierna por artritis o gota.
- El daño al nervio común en personas con diabetes, fumadores y alcohólicos.
- Venas varicosas.
Las causas menos comunes son, entre otras:
- Tumores óseos cancerosos (osteosarcoma, sarcoma de Ewing).
- Enfermedad de Legg-Calve-Perthes -- flujo sanguíneo deficiente a la cadera que puede detener o disminuir el crecimiento normal de la pierna.
- Tumores no cancerosos (benignos) o quistes del fémur o de la tibia (osteoma osteoideo).
- Dolor del nervio ciático (dolor que se irradia bajando por la pierna) -- causado por un disco intervertebral luxado en la espalda.
- Deslizamiento de la epífisis capital femoral -- se observa con mayor frecuencia en muchachos y niños con sobrepeso entre 11 y 15 años de edad.
Dicho lo anterior, el portal PanoramaWeb indicó que una crema de bicarbonato puede aliviar los dolores y para prepararla hay que mezclar una cucharada de bicarbonato más 50 gramos de crema corporal y el jugo de medio limón. Después, se almacena en un recipiente de vidrio y se deja reposar por 24 horas, para finalmente, aplicar sobre la zona adolorida.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Por su parte, otras medidas de cuidado personal para una rodilla o pierna lesionada son:
- Descansar. Hay que tomarse un descanso de las actividades normales para reducir la tensión repetitiva en la rodilla, ya que de esta forma se previenen futuros daños. Un día o dos de descanso puede ser todo lo que se necesite para una lesión no muy grave, pero es probable que las lesiones más graves requieran más tiempo de recuperación.
- Hielo. El hielo reduce tanto el dolor como la inflamación, pero al usar una compresa de hielo es mejor envolverla en una toalla fina para proteger la piel y, aunque, por lo general la terapia con hielo sea segura y eficaz, no se debe usar hielo por más de 20 minutos cada vez, ya que se corre el riesgo de dañar los nervios y la piel.
- Calor. Es posible que se experimente alivio temporal del dolor si se aplica una almohadilla de calor o una bolsa de agua caliente en el área dolorida de la rodilla.