torrente sanguíneo.
La trombosis es la tercera causa de muerte a nivel mundial. | Foto: Cortesía

Salud

Trombosis: señales y síntomas a los que hay que prestarles atención

Las causas principales de esta afección son el daño a una vena en una cirugía o un traumatismo e inflamación debido a infecciones o lesiones.

29 de enero de 2022

La trombosis venosa profunda se produce cuando se forma un coágulo de sangre -al que se le llama trombo- en una o más venas profundas del cuerpo, por lo general se da más en las piernas. Esta afección puede causar dolor o hinchazón de piernas, pero también puede darse sin evidenciar síntoma alguno.

De acuerdo con la clínica Mayo, una persona puede desarrollar una trombosis venosa profunda si tiene ciertas enfermedades que afectan la forma en que coagula la sangre. “Un coágulo sanguíneo de las piernas también puede ocurrir si no se mueve durante mucho tiempo, por ejemplo, después de una cirugía o un accidente, cuando viaja grandes distancias o cuando está en reposo en cama”, afirma la entidad en su portal web.

La trombosis venosa profunda puede llegar a ser muy grave porque los coágulos sanguíneos que se producen en las venas corren el riesgo de soltarse y desplazarse a través del torrente sanguíneo y atascarse en los pulmones y, de este modo, bloquear el flujo de sangre (embolia pulmonar). Sin embargo, esta última puede ocurrir sin que se evidencie trombosis venosa profunda.

Síntomas

Algunos de los síntomas que experimenta una persona cuando tiene trombosis venosa profunda pueden ser:

  • Hinchazón en la pierna afectada. Rara vez, la hinchazón aparece en ambas piernas.
  • Dolor en la pierna. Generalmente, el dolor empieza en la pantorrilla y se siente como un calambre o una inflamación.
  • Enrojecimiento o decoloración en la pierna.
  • Sensación de calor en la pierna afectada.

Causas

Según la Clínica Mayo, cualquier cosa que impida que la sangre circule o se coagule normalmente puede ocasionar un coágulo sanguíneo. Las causas principales de la trombosis venosa profunda son el daño a una vena en una cirugía o un traumatismo e inflamación debido a infecciones o lesiones.

¿Cuándo consultar al médico?

  • Dificultad repentina para respirar.
  • Dolor o molestia en el pecho que empeora al respirar profundo o al toser.
  • Sentirse aturdido o mareado, o desmayarse.
  • Pulso acelerado.
  • Respiración rápida.
  • Tos con sangre.
La actividad física es recomendada para activar la circulación en las piernas. Foto: GettyImages.
La trombosis venosa profunda se produce cuando se forma un coágulo de sangre -al que se le llama trombo- en una o más venas profundas del cuerpo, por lo general se da más en las piernas. Foto: GettyImages. | Foto: Foto Gettyimages

Factores de riesgo

Hay muchas cosas que pueden aumentar el riesgo de presentar una trombosis venosa profunda. Cuantos más factores de riesgo presente una persona, más alto es el riesgo de padecerla, según la Clínica. Los factores de riesgo asociados a la trombosis venosa profunda son los siguientes:

  • Edad. Tener más de 60 años aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda, aunque puede presentarse a cualquier edad.
  • Permanecer sentado durante períodos prolongados, como al conducir o volar. Cuando las piernas permanecen quietas por muchas horas, los músculos de las pantorrillas no se contraen. Las contracciones musculares normalmente ayudan a la circulación de la sangre.
  • Reposo prolongado, como en una larga hospitalización o parálisis. Si los músculos de las pantorrillas no se mueven por períodos prolongados, se pueden formar coágulos sanguíneos.
  • Embarazo. El embarazo aumenta la presión en las venas de la pelvis y de las piernas. Las mujeres con un trastorno de coagulación heredado corren un riesgo mayor. El de presentar coágulos sanguíneos por el embarazo puede continuar hasta seis semanas después de tener a tu bebé.
  • Píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales) o terapia de reemplazo hormonal. Ambos métodos pueden aumentar la coagulación de la sangre.
  • Tener sobrepeso u obesidad. Tener sobrepeso aumenta la presión en las venas de la pelvis y de las piernas.
  • Tabaquismo. Fumar afecta la coagulación y la circulación de la sangre, lo cual aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda.