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Tome nota: dos frutas que ayudan a prevenir la formación de várices
Las várices afectan con mayor frecuencia a las mujeres y a las personas de mayor edad.
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Las venas várices pueden representar un problema de salud para algunas personas, aunque para otras puede ser un asunto meramente cosmético, pues además de la apariencia, en ocasiones no genera molestias ni dolores.
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De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, las várices son venas que se ensanchan demasiado, se encuentran cerca de la superficie de la piel e incluso llegan a retorcerse. Es frecuente que aparezcan en las piernas debido a que, cuando las personas se encuentran de pie o están caminando, la presión sanguínea en esas extremidades se incrementa.
En ese sentido, las venas varicosas son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse justo debajo de la piel. Por lo general, ocurren en las piernas, pero también se pueden formar en otras partes del cuerpo. La enciclopedia médica MedlinePlus anota que las personas con mayor riesgo de desarrollar várices son: adultos mayores, mujeres, obesas, sedentarias y aquellas con antecedentes familiares de venas varicosas. Además, anota que también pueden ser comunes durante el embarazo.
Frutas para prevenir la formación de várices
Como punto de partida, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) sostiene que los cuidados básicos para prevenir la formación de venas várices incluyen:
- Hacer ejercicio.
- Perder peso.
- Elevar las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse puede ayudar a evitar que las várices empeoren.
- Usar ropa suelta y evitar largos períodos de pie.
A su vez, menciona que si las várices son dolorosas o la persona se siente incómoda con su apariencia, un profesional de la salud puede recomendar procedimientos para extirparlas.
Por otra parte, la medicina alternativa plantea algunas opciones para prevenir las várices. Sin embargo, es pertinente mencionar que los tratamientos caseros no cuentan con respaldo científico, de manera que su efectividad no está garantizada en un 100 %. Dicho esto, lo más recomendable siempre es acudir a un profesional.
El portal Saber Vivir reseña que el consumo de ciertos alimentos podría beneficiar la circulación, disminuyendo el riesgo de que se desarrollen venas várices. En primer lugar, destaca las bondades del aguacate.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) indica que el aguacate es una rica fuente de ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, potasio y vitaminas C, E y B6.
“Un aguacate de peso medio 200 g aporta el 33 % de las ingestas recomendadas de vitamina B6 para un hombre de 20 a 39 años con actividad física moderada y un 38 % en el caso de la mujer con las mismas características. Entre los minerales el aguacate es fuente de potasio, el cual contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos”, detalla la FEN.
El contenido de vitamina E que ofrece el aguacate es determinante para este caso, pues se trata de un anticoagulante natural que ayuda a diluir la sangre, facilitando su desplazamiento a través del sistema circulatorio.
El kiwi es otra fruta recomendada para beneficiar la salud del sistema circulatorio. Su valor nutricional destaca principalmente por su rico contenido de vitamina C y enzimas. También aporta una cantidad moderada de hidratos de carbono en forma de azúcares, así como fibra de tipo insoluble.
Gracias a la acción antioxidante de la vitamina C, el kiwi resulta ser un alimento bastante útil para proteger al organismo de los radicales libres. Adicionalmente, contribuye a que las células de las venas y arterias se mantengan fuertes y elásticas, facilitando el flujo sanguíneo.
Si bien el consumo de las frutas mencionadas previamente podría beneficiar la circulación sanguínea y, en cierta medida, disminuir el riesgo de desarrollar venas várices, es importante seguir las recomendaciones del NHLBI para prevenirlas.
Por otra parte, en caso de que las venas várices ya estén desarrolladas, lo mejor es acudir a un profesional de la salud para evaluar el caso y determinar el tratamiento adecuado.