¿El orden y el aseo en el hogar son buenos para la salud mental?

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California, en el que se analizó el nivel hormonal de 30 parejas de acuerdo al estado de sus casas, destacó que quienes vivían en hogares caóticos y sucios presentaron un mayor índice de cortisol, la hormona que se libera como respuesta al estrés.

Por su parte, un artículo publicado en el British Journal of Sports Magazine indicó que dedicar unos cuantos minutos del día a realizar actividades de aseo son funcionales para disminuir los niveles de ansiedad. Además, esta actividad tiene un valor implícito que ayuda a evadir los pensamientos negativos.

“El cerebro es un sistema permanentemente anticipador, el orden contextual le resulta más previsible y menos generador de estrés. Por ello, busca patrones regulares en el exterior para huir de la incertidumbre. Lo inesperado e irregular aumenta el cortisol y predispone en quienes tienen más vulnerabilidad a estados depresivos o ansiosos”, dijo el médico psiquiatra Claudio Bernard en conversación con Infobae.

En tanto, otra investigación realizada por el Instituto de Neurociencias de Princeton añadió que el desorden no solo incrementa los niveles de estrés, sino que también detona una sensación de cansancio y menor motivación en las personas que conviven con un entorno desorganizado.

En general, los expertos afirman que percibir un espacio ordenado genera en la mente la idea de que todo funciona mejor y, a su vez, da una sensación de confianza que se traduce, por ejemplo, en un rendimiento laboral óptimo. Sin duda, los lugares limpios y ordenados permiten una mayor concentración e incluso pueden mejorar aspectos como la calidad del sueño.

En ese sentido, y según las investigaciones, es coherente considerar que mantener el hogar limpio y ordenado es positivo para la salud mental.

“La limpieza y el orden constituyen conductas positivas. El problema es cuando hablamos de Trastornos Obsesivo Compulsivos (TOC), cuando aparece sintomatología relacionada con la temática”, le comentó a Infobae el psiquiatra y neuropsiquiatra Pablo Bolognesi.

Lo que en un principio podría considerarse como algo bueno, para las personas que sufren de TOC se transforma en un trastorno severo que afecta negativamente su cotidianidad.

“Los pensamientos irracionales que pueden llevar al acto de la limpieza suelen ser distintos entre persona y persona, pero presentan una serie de características en común. Entre ellas está la angustia que se siente ante la idea de tener suciedad o gérmenes en las manos y partes del cuerpo muy expuestas a los ‘contaminantes’ externos”, destacó el portal Psicología y Mente.

Existen distintas variables cognitivas relacionadas con el TOC. De acuerdo con el Obsessive-Compulsive Cognitions Working Group (OCCWG), las más comunes son la intolerancia a la incertidumbre, el perfeccionismo, la responsabilidad excesiva, las creencias sobre la importancia del control de los pensamientos propios y la rigidez de ideas.