Alfredo Arana Presidente del Grupo Coomeva | Foto: foto: Cortesia Coomeva

COOMEVA

Así es la apuesta solidaria de Coomeva con sus afiliados en medio de la pandemia

El Grupo Coomeva es hoy uno de los más representativos del sector cooperativo colombiano. Buenos resultados financieros y solidarios.

7 de agosto de 2020

El Grupo Coomeva cerró 2019 con cifras destacadas y altas expectativas para 2020. Los excedentes de la vigencia anterior llegaron a 117.000 millones de pesos y registraron un crecimiento del 8 por ciento frente a 2018. Hasta el 31 de diciembre todo era optimismo en este grupo cooperativo propietario de 14 empresas y con más de 13.000 empleados en todo el país, entre directos e indirectos.

El Banco Coomeva, una de las marcas más destacadas del Grupo, logró acumular una cartera de 3,5 billones de pesos, según cifras de la Superintendencia Financiera. Además de banco, Coomeva es un ‘holding‘ con presencia en el sector salud, por medio de la EPS Coomeva y sus inversiones junto con la compañía Christus Health de Estados Unidos. Igualmente, ofrece servicios fiduciarios y de corretaje de seguros.

Por eso, la firma el año pasado logró un impacto social positivo. En total, entregó 158.000 millones de pesos en beneficios a los asociados en programas de vivienda, crédito, salud, emprendimiento y educación.

Pero como ocurrió también con la economía nacional, la historia feliz terminó abruptamente en marzo, cuando llegó la nueva realidad por la pandemia. Ese mes se concretaron todos los temores cuando el Gobierno colombiano decretó un confinamiento que completa ya meses.

El presidente de Coomeva, Alfredo Arana, asegura que la covid-19 marcó la historia de este año en materia económica. En primera instancia, en el punto más alto del aislamiento, exigió llevar a la modalidad de trabajo remoto a 7.000 personas de su compañía, mientras que otras 1.000 siguieron en las oficinas y 103 más se mantuvieron en vacaciones hasta finales de mayo de 2020.

Esa fue una de las lecciones de esta nueva situación. Según Arana: es necesario mostrar mucha flexibilidad en la respuesta empresarial frente a estos choques inesperados. A esto hay que sumarle velocidad en la respuesta para que los impactos inesperados no signifiquen daños insuperables.

Actualmente, el Grupo tiene 11 billones de pesos de activos administrados y espera unos ingresos cercanos a los 4,5 billones de pesos este año, algo inferior a los 4,66 billones de pesos del año pasado.

La compañía ha buscado adaptarse a las nuevas circunstancias y en ese esfuerzo ha tenido que fortalecer sus programas sociales. Por ejemplo, por cuenta de la coyuntura, impulsaron su fondo social de vivienda, que a mayo pasado ya había desembolsado 130.000 millones de pesos para unas 1.400 familias. También aportaron becas de excelencia para que los hijos de los asociados siguieran en sus estudios. Así mismo, cuentan con un fondo de empleo que ayuda a las personas que pierden su trabajo.

“Nuestras acciones son nuestro mensaje cooperativo”, señala Arana, parafraseando el eslogan de la compañía. Para enfrentar la pandemia también diseñaron un programa de entrega de 20.000 mercados en la cuarentena. Hicieron cuatro entregas de un paquete básico de alimentación a los más vulnerables durante el aislamiento obligatorio.

La pandemia significó mayor actividad, especialmente en los negocios de banca y salud del Grupo. Además, tuvieron que buscar maneras de seguir ofreciendo servicios a sus clientes y afiliados, dice Arana.

En el frente de salud, el Gobierno ha venido dando liquidez a las EPS y eso ha significado mayor estabilidad. Y las nuevas normativas en materia de recobros y techos para el sector han disminuido la incertidumbre financiera para estas empresas. Respecto a lo financiero, la virtualización de muchos servicios le ha quitado presión al día a día en el funcionamiento del banco.

Para Arana, hay que reforzar entre los usuarios la cultura de pagar. Dice que es claro que más allá de los alivios a los deudores, apenas pase la pandemia tendrán que seguir honrando los créditos puntualmente para garantizar la estabilidad del sistema. El propio Gobierno ha entendido esta necesidad y por eso estableció un programa para que los bancos y los clientes acuerden nuevas condiciones de crédito y la cartera no se deteriore.

Cifras del sector cooperativo financiero

Las ayudas no paran

En la asamblea realizada este año en Coomeva, aprobaron crear otros tres fondos para mantener alivios a buena parte de los 250.000 asociados de la cooperativa.

El primer fondo se llama Covid-19 y allí incorporaron 20.000 millones de pesos que servirán para darles nuevos alivios financieros a los afiliados que sigan presentando problemas de flujo de caja por pérdidas de empleos o cierres de emprendimientos. Según las cifras del Gobierno, esta situación ha afectado a muchas personas; de hecho, la tasa de desempleo en mayo fue de 21,4 por ciento.

La asamblea de Coomeva también aprobó el Fondo Mutual de Compensación en Salud. Cuenta con un capital inicial de 10.000 millones de pesos para cubrir necesidades sanitarias de los asociados en condiciones preferenciales. Esto se suma a los beneficios de cobertura en salud que ya tienen los afiliados por medio del Fondo Mutual de Solidaridad.

Finalmente, la asamblea autorizó crear el Fondo Social de Movilidad, que empezó con 3.000 millones de pesos provenientes de los excedentes de la operación de 2019. Tiene el objetivo de facilitar a los asociados adquirir soluciones de movilidad a partir del ahorro y la planeación.

El sector cooperativo colombiano ha escrito una historia de éxito en Colombia. Solo en el frente financiero, estas instituciones contaban con una cartera bruta de 21,5 billones de pesos a febrero. Esto muestra una enorme solidez y la importancia de este ramo para la economía nacional.

La organización solidaria realmente ha ofrecido soluciones a grupos vulnerables de la población. Por la vía de estos esquemas, logra construir empresas fuertes y mejorar sus condiciones de vida a partir del trabajo conjunto.

Por los resultados mostrados por el Grupo Coomeva, todo indica que, a pesar de la pandemia, corren muy buenos tiempos para el ramo cooperativo.