En el capítulo del 17 de septiembre, las celebridades de Masterchef Celebrity entraron cantando a la cocina, como es costumbre, la fila fue liderada por Pichingo, quien realizó una interpretación de trova con su guitarra.

En el reto de hoy, los cocineros se hicieron por parejas, las cuales fueron escogidas de por Nicolás Montero y Ricardo Vesga, que portaban el delantal negro, y no tuvieron la posibilidad de demostrar sus habilidades gastronómicas.

La elección de las preparaciones fue libre, podían hacer un postre, una entrada o innovar con un plato ya existente como las empanadas o arepas de choclo, pero el producto que era obligatorio utilizar era la harina de maíz amarilla o blanca.

Aunque las celebridades tenían 65 minutos para cumplir con el reto, antes de empezar con el plato tuvieron que armar una figura tridimensional, una prueba que les quitó más tiempo de lo esperado.

La fuerte discusión en ‘MasterChef Celebrity’

Al momento en el que Violeta Bergonzi y Michelle Rouillard iban a comenzar a cocinar, se dieron cuenta de que se les había olvidado el producto principal. Una situación que angustió a la presentadora, que rompió en llanto.

“No es justo porque me estoy preparando” le dijo Violeta entre lágrimas a Claudia Bahamón, quien le propuso que hicieran un intercambio, ella les traía la harina y tenían 10 minutos menos.

Sin dudarlo, Bergonzi le respondió que sí a la presentadora, pero su respuesta incomodó a la exreina porque tomó la decisión sin ella: “¿Qué vamos a hacer? Cuenta conmigo también que no estoy pintada en la pared”.

“No estás pintada en la pared, pero quiero proponerte un plan porque alcanzamos hacer el tamal, vamos a hacer uno solo, confía en mí, ¿te parece?”, preguntó la presentadora.

Aunque, lograron ponerse de acuerdo en la preparación, mientras esperaban a Claudia, Violeta habló con Michelle y le aseguró que ella había escuchado el trato: “Por eso visajosa”.

El comentario volvió a disgustar a la modelo y le respondió: “No, visajosa vos” y agregó que una parte de la preparación lo haría a su manera.

Frente a las cámaras, Bergonzi manifestó que cada una tenía una receta y que aceptó hacerlo de esa manera porque no quería discutir: “Es bien difícil trabajar con ella, tiene un carácter muy fuerte y yo no vine aquí a pelear con nadie”. Además, resaltó que sentía frustrada por haber perdido tiempo, pero que estaba segura lograrían sacar adelante el plato.