El dirigente oficialista y ministro de Interior y Justicia del régimen de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmó este martes sentirse “asediado y agredido” por Estados Unidos, en medio de la creciente tensión diplomática y militar entre Caracas y Washington.
En un video difundido en sus redes sociales, Cabello acusó a la administración del presidente Donald Trump de impulsar una “guerra psicológica” contra Venezuela, con el objetivo de debilitar a la dictadura de Nicolás Maduro y socavar la cohesión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
“Nos quieren dividir, quieren sembrar miedo en nuestro pueblo y en nuestras instituciones. Pero que quede claro: Venezuela no se va a rendir”, aseguró Cabello, quien es considerado el número dos del chavismo.
En su mensaje, Cabello criticó lo que definió como intervenciones directas de Estados Unidos en asuntos internos y operaciones en aguas cercanas al país. Aunque no detalló incidentes específicos, advirtió que cualquier maniobra que Caracas considere hostil será tomada como una acción de presión internacional.
“Estamos siendo asediados y agredidos con tácticas que buscan desestabilizar la nación. Lo que pretenden es debilitar la moral de nuestras fuerzas armadas y del pueblo venezolano, pero no lo van a lograr”, afirmó.
El dirigente chavista hizo un llamado a la ciudadanía, a la milicia y a la FANB a mantenerse alerta frente a lo que calificó como amenazas externas. “Nuestro deber es defender la soberanía y la paz del país en todos los frentes. Venezuela debe estar más unida que nunca ante estas provocaciones”, subrayó.
De acuerdo con sus declaraciones, la dictadura venezolana ha reforzado la seguridad en zonas estratégicas como fronteras y costas mediante el despliegue de efectivos militares adicionales, con el objetivo de mostrar capacidad de respuesta ante cualquier intento de intervención extranjera.
Cabello también señaló que se han implementado medidas para proteger la actividad económica y garantizar que los recursos del país no se vean afectados por acciones externas.
Las afirmaciones del dirigente han sido interpretadas por analistas internacionales como un mensaje de firmeza dirigido tanto a la población venezolana como a actores externos. El discurso de Cabello se da en una retórica de resistencia que el chavismo ha mantenido en medio de la presión de Estados Unidos, que acusa a Maduro y a su círculo de estar vinculados con el narcotráfico y de violar los derechos humanos.
La tensión entre ambos países continúa en aumento, con el despliegue de buques y aviones estadounidenses en el Caribe y la respuesta militar anunciada desde Caracas. La declaración de Cabello refleja la estrategia del régimen de presentar a Venezuela como una nación a punto de ser atacada frente a presiones estadounidenses que, según la visión de la dictadura, amenazan su soberanía.