La nueva imputación de cargos contra Nicolás Petro, por corrupción, busca demostrar cómo el hijo del presidente Gustavo Petro y su entonces esposa Day Vásquez, integrantes de la familia presidencial, lograron corromper una fundación que llevaba tres décadas en Barranquilla: la Fundación Conciencia Social (Fucoso).
La diligencia de imputación incluirá una solicitud de medida de aseguramiento que podría regresar a la cárcel a Nicolás Petro. En este capítulo se anticipan hechos muy graves contra el proceso, la fiscal, la independencia y la autonomía de la justicia. Lo que no se logra en los estrados, se ataca en las redes sociales.
Los documentos, videos y constancias advierten cómo el hijo del presidente y hasta el propio jefe de Estado se atravesaron en la investigación y escogieron a la fiscal Lucy Laborde, la encargada de buscar una condena contra el exdiputado del Atlántico, como la receptora de señalamientos y amenazas. La fiscal Laborde, que no pidió esta investigación, sino que se la asignaron, terminó metida en un ataque sin precedentes, incluso desde la propia Fiscalía.
El presidente la tildó de estar al servicio de una campaña presidencial, de no tener independencia y de “obedecer a deseos de venganza”. No hubo un solo reparo de la Fiscalía a esa arremetida. Por el contrario, al parecer, le dieron la razón al primer mandatario, al nombrar a una fiscal de apoyo y convocar “mesas de trabajo” con el único propósito de quitarle la investigación a la fiscal Laborde bajo el argumento de “evitar la duplicidad de esfuerzos investigativos”.
Para la fiscal Laborde, y no tanto para las directivas de la Fiscalía, Nicolás Petro se enriqueció con los aportes que giraron personajes de dudosa reputación con destino a la campaña presidencial de su papá, pero que se quedaron a la mitad del camino en una caja fuerte y en el clóset del exdiputado.
De acuerdo con la investigación, el exdiputado Nicolás Petro, quien ocupaba la curul de la oposición en la Asamblea de Atlántico, recibió cientos de millones de pesos a través de la Fundación Conciencia Social. Hace más de dos años hubo compulsas de copias, realizadas por el fiscal Mario Burgos para investigar a particulares y funcionarios públicos, pero no pasó nada. Los protagonistas están campantes y la impunidad rampante.
‘Fucorrupción’
En poder de la Fiscalía están los contratos, convenios, acuerdos y órdenes de pago de la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla, con destino a la Fundación Conciencia Social (Fucoso), a cargo, en ese momento, del señor Gustavo de la Ossa, el mismo que desde hace tres décadas lidera la ONG, cuya misión, según su sitio web, es “promover el desarrollo social e integral de la población vulnerable de la región Caribe colombiana, en las áreas de salud, educación, trabajo, vivienda, transporte, comunicación y otras”.
Gustavo de la Ossa aparece en una docena de conversaciones, audios y documentos que advierten la forma en que se tramitaron proyectos, supuestamente sociales, cargados a la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla.
En los chats quedó, sin duda para la Fiscalía, que los mayores interesados en los contratos eran Nicolás Petro y su entonces esposa Day Vásquez. Los contratos, en solo tres años, sumaron más de 2.400 millones de pesos, todos relacionados con la atención de adultos mayores y niños con discapacidad, el fuerte de Fucoso.
Sin embargo, en los registros de compras estatales, la Fundación Conciencia Social amasa al menos ocho contratos por más de 6.000 millones de pesos. Con estas pruebas quedaría claro que el hijo del presidente, presuntamente, no solo se habría quedado con la plata de la campaña, sino también con plata destinada a atender a los más pobres y vulnerables.
“Estamos apuntando para hacer algo bien chévere el año entrante. Vamos a hacer lo más grande”, decía, en agosto de 2021, Gustavo de la Ossa, representante de la Fundación, cuando conversaba con Day Vásquez sobre la necesidad de buscar nuevos proyectos “más rentables” y mientras revisaban la contratación de amigos y familiares en los proyectos sociales. Una repartija de contratos de prestación de servicios con presuntas nóminas paralelas y con recursos públicos.
Los chats
Buena parte de las pruebas contra Nicolás Petro están en su propia voz y sus conversaciones. El hijo del presidente Petro habla de dinero efectivo, gastos, lujos y estrategias ocultas para recoger bolsas con plata. Day Vásquez era la otra parte beneficiada, pero firmó un principio de oportunidad y su palabra, ahora, es evidencia.
En las conversaciones entre Nicolás Petro y Day Vásquez, la entonces pareja habla sin tapujos del dinero que salió de la Fundación Conciencia Social y no de pequeñas entregas. Las cifras superaron los 100 millones de pesos, pero el problema, según las conversaciones, era transportarlo. Incluso, el mismo Nicolás se muestra preocupado por quienes se enteran de las actividades que realizan, como recoger el dinero en efectivo. El hijo del presidente advierte la necesidad de mantener bajo “reserva” lo que están haciendo.
Day Vásquez: Puedes pasar por la plata donde Manyi.
Nicolás Petro: Amor, espera que salgo de esta vaina, estoy hablando con Miguel Ángel… ya voy para allá.
D.V.: Llega a donde Manyi, que se baje Díaz (escolta).
N.P.: Ya llegamos.
D.V.: Alfredo va a entregar.
N.P.: Ya se bajó Díaz.
D.V.: Bueno.N.P.: ¿Díaz se dio cuenta de que es plata?
D.V.: Ajá, ¿y cuál es el problema?
N.P.: Amor, entre mayor reserva es mejor.
En las conversaciones saltaron varios nombres, incluso de funcionarios de la Gobernación del Atlántico para la fecha de los hechos. Gustavo de la Ossa advierte que se están demorando con las órdenes de pago y Day Vásquez propone hablar con funcionarios de la Gobernación del Atlántico para agilizarlos.
Aparecen nombres como Pedro Name, quien fue compañero sentimental de Day Vásquez, y Raúl Lacouture, entonces secretario de la Gobernación del Atlántico. La compulsa de copias del fiscal Mario Burgos, dos años después, sigue dormida en la dirección contra la corrupción de la Fiscalía.
Day Vásquez: Gustavo, ¿cómo estás? Me dice Pedro que mandaron a corregir otra cosa. Exactamente qué fue lo que te dijeron, para entonces yo decirle directamente a Raúl que revise él eso. Ellos se apresuraron porque Raúl iba a revisar eso el lunes, porque él me lo dijo.
Gustavo de la Ossa: Ya lo estoy viendo Day, me pide una cantidad de detalles a especificar, más el tema presupuestal. Eso es un arma de doble filo, porque son más herramientas para el que quiere hacer el trabajo con los viejitos.
En los chats, Day y Gustavo comparten infidencias, documentos y detalles que soportan cómo, a través de los proyectos entregados por la Gobernación y la Alcaldía, se repartían dinero con contratos de prestación de servicios que entregaban unos montos de dinero y redactaban otros.
D.V.: Gustavo, el médico va a atender solo dos semanas, de lunes a jueves y se va a ganar cuatro millones.
G.O.: Mentira, Day, el médico va a ganar 2 millones, pero solo son 8 días, de lunes a jueves, de 8 a 12 de la mañana, pero me tiene que facturar 5 millones.
D.V.: Pero entonces el médico solo va a trabajar 8 días, no va a trabajar con nosotros los 4 meses.
G.O.: No, no cuatro meses porque no lo necesitamos realmente. Para cuadrar todo yo dije en el programa que un mes, pero estoy acomodando todo para que nos dé la cifra.
El representante de la Fundación Conciencia Social, incluso, advierte cómo esperaba las hojas de vida de los profesionales, los contratistas, entre ellos familiares, como la suegra del hijo del presidente.
“A tu mami sí le voy a conseguir y que se gane así como seis millones, mínimo. Voy a ir con el muchacho a ver qué hago… estamos apuntando para hacer algo bien chévere el año entrante, vamos a hacer lo más grande y también a futuro que podamos hacer algo bien interesante que sea bastante rentable”, le decía Gustavo de la Ossa a Day Vásquez.
La imputación
La próxima semana, Nicolás Petro tendrá otros tres delitos en su historial criminal. Está a las puertas de un juicio por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. La fiscal Laborde sacudió el proceso y las pruebas recordaron un capítulo de corrupción que tenía pendiente el hijo del presidente Petro.
Le imputarán los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, tráfico de influencias y falsedad en documento público. Cada delito tiene un chat, un audio, un documento, la prueba redactada por el mismo Nicolás Petro y que compartió con Day Vásquez, la principal testigo en su contra.
Los contratos con la Fundación Conciencia Social (Fucoso), a través de Gustavo de la Ossa, son el elemento central de la imputación por el primer cargo. La Fiscalía tiene soportado cómo los proyectos sociales terminaron en una trama corrupta para usar los recursos destinados a niños y adultos mayores, como caja menor que se repartía entre los protagonistas: el representante de la fundación, Day Vasquez, su expareja Pedro Name y Nicolás Petro.
“Gustavo, es que me dijo Nicolás, perdón Pedro, que ya había quedado todo organizado y pues Raúl me llamó ahorita, me dijo que él mañana va a mandar a que revisen todo para firmar… Te paso la hoja de vida de la psicóloga que me había recomendado Pedro, confío plenamente en ella para que la llames”, dijo Day Vásquez en las conversaciones con Gustavo de la Ossa.
El tráfico de influencias quedó, nuevamente, en las conversaciones con Day Vásquez. El mismo Nicolás Petro advirtió de reuniones en Bogotá con directores de departamento para concretar lo que llamó “cupos”, básicamente cargos en entidades públicas como el Ministerio del Interior, el Departamento de Prosperidad Social, la Dian y hasta la Defensoría del Pueblo.
Nicolás Petro: Ya llegué al Ministerio del Interior, pero la reunión es a las dos.
Day Vásquez: Te hubieras podido venir hoy.
N.P.: No amor, a las 6 tengo reunión y a las 8 también… Además, la reunión del DPS, es full clave. Ya me estoy desocupando de la reunión con Prada… Prada me dio unos cupos…
D.V.: Tendría que ver.
N:P.: Ajá mira… me dio 10 cupos, tres los voy a dar para Ciénaga, tres para mi mamá, uno para ti, y cinco para el tema político de Barranquilla.
Llama la atención que entre los cupos que supuestamente consiguió Nicolás Petro fue la misma Day la que pidió un espacio para Laura Ojeda, quien más tarde se convirtió en su rival judicial y novia de su exesposo.
N.P.: Dame el abogado, ya me están pidiendo eso.
D.V.: Es que no sé quién.
N.P.: No importa, para no perder el espacio… Ya Máximo me va a dar cinco, tengo tres de Ciénaga, tres mi mamá, que es el marido de mi prima, y el tuyo, que sería Laura… Entre el Ministerio del Interior y la Defensoría del Pueblo.
El delito de falsedad en documento público está en las movidas que, según la Fiscalía, hicieron Nicolás Petro y Day Vásquez por manipular la información de los contratos de compraventa de los predios que adquirieron en Tubará y La Herradura. Les pidieron a los vendedores, según la investigación, modificar el monto del negocio.
D.V.: Tengo que pagar 30 millones, ya me llamaron
N.P.: 30 millones con descuento.
D.V.: Sí.
N.P.: ¿Y por qué tanto?
D.V.: Porque tenía dos y me dan enseguida la tarjeta con 14 millones.
N.P.: Ir y llegar a un acuerdo de pago, es bueno estar saneado…. Para justificar lo de la casa
D.V.: Bueno.
La denuncia
Nadie, que no estuviese atento al proceso contra Nicolás Petro, sabía quién era Lucy Laborde, la fiscal que recibió el expediente tras salida de Mario Burgos, por orden de la fiscal Luz Adriana Camargo.
Ahora, al anunciar la nueva imputación contra el hijo del presidente, la funcionaria se convirtió en foco de reproches, señalamientos y amenazas. Hacer su trabajo le costó su tranquilidad, seguridad y hasta su experiencia de dos décadas en la Fiscalía.
El propio presidente Petro, que prometió no meterse en la investigación, se lanzó contra la fiscal para acusarla de estar politizada. Luego, hasta la defensa de Nicolás Petro repitió los argumentos del primer mandatario. La delegada contra las Finanzas Criminales, Aura Liliana Turjillo, designó una fiscal de apoyo y, desde ese momento, según Lucy Laborde, las solicitudes de la defensa de Nicolás Petro aterrizaron en ese despacho y no le fueron comunicadas. Incluso, una de ellas buscaba aplazar la imputación de cargos de esta semana.
Laborde denunció situaciones de riesgo para su seguridad, con videos de policías acercándose a su casa en Barranquilla, a donde fue trasladada para dedicarse de manera exclusiva al caso, pero no hubo respuesta de la misma Fiscalía. Se quedó sola con la amenaza y apartada de su familia.
La fiscal Laborde se cansó de los señalamientos y redactó una carta a Luz Adriana Camargo para advertir lo que ocurrió mientras la jefe del ente acusador estaba de vacaciones. Habló de actuaciones irregulares y “subrepticias”, además de reuniones “sorpresivas”.
La respuesta de Camargo a esa carta indignó a los fiscales que la leyeron. No solo porque respaldó las movidas “irregulares” que fueron advertidas como un riesgo para la autonomía e independencia de los funcionarios, sino porque le recordó a la fiscal Laborde que los funcionarios deben tener “lealtad institucional”. “Que no confunda lealtad, con complicidad”, dijeron los fiscales que hablaron con SEMANA.
La fiscal Laborde pedirá que se investiguen reuniones extrañas entre personas (investigadores) cercanas a Nicolás Petro, con las directivas de la Fiscalía, lo que claramente se convierte en un riesgo para el proceso por corrupción, una razón más para que ella insista en la medida de aseguramiento en contra del hijo del presidente.