Luisa Fernanda Pacheco Peralta, como fue identificada la joven que el pasado 15 de septiembre en la madrugada cayó a una alcantarilla que se encontraba sin tapa en un sector cerca a la Universidad del Norte en Barranquilla, falleció mientras recibía atención médica después de varios días en la clínica a donde fue traslada al momento del accidente.

Según testigos, el día de los hechos, la joven Luisa, de 18 años, estaba de espectadora en los llamados piques ilegales que suelen realizarse en esa zona de la ciudad de Barranquilla en la vía que comunica con el municipio de Puerto Colombia, y en un aparente descuido cayó al vacío.

El rescate, que estuvo a cargo del Cuerpo de Bomberos, fue como de película. Con inmersión de un miembro de la cuadrilla de los Bomberos de Puerto Colombia pudo salir la joven del profundo agujero y aunque con leves lesiones en su cuerpo, al momento de salir a la superficie estaba con vida.

Según explicó el sargento Barandica, para tal fin fue usada una máquina especial del Cuerpo de Bomberos además de la inmersión de un oficial.

En la capital del Atlántico varias son las denuncias porque antisociales hurtan las tapas de estos depósitos para vender el metal que los recubre, creando trampas mortales para los ciudadanos.

Según la empresa Triple A, encargada de la operación del acueducto y alcantarillado de la ciudad, en 2020 fueron robadas 294 tapas de hierro de las alcantarillas y en lo que va de 2022 se han robado 35 unidades.

En la red social Twitter varias son las denuncias de puntos en la ciudad donde los huecos son enormes a falta de estas tapas que significan gran presupuesto también para la empresa.

Actualmente, la empresa Triple A decidió reemplazar las tapas rodeadas de metal por tapas de ferroconcreto, que tienen un costo aproximado de 200.000 pesos cada una. Estas contienen poca cantidad de hierro y un núcleo de concreto, que por su peso no son fáciles de mover o robar de su lugar.