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Julie Delpy e Ethan Hawke han interpretado ya tres veces a esta pareja. Las tres cintas son un homenaje a la conversación.

CINE

Antes de medianoche

La pareja que ya ha protagonizado dos películas de Richard Linklater vuelve a la pantalla. Pocas películas exploran de una manera tan inteligente las complejidades de una relación amorosa. ***

Manuel Kalmanovitz G.
7 de septiembre de 2013

Título original: Before Midnight
País: Estados Unidos
Año: 2013
Director: Richard Linklater
Actores: Julie Delpy, Ethan Hawke
Guion: Richard Linklater, Julie Delpy, Ethan Hawke
Duración: 109 min.
Calificación: *** ½ 

Esta es la tercera película en la que el director Richard Linklater y los actores Ethan Hawke y Julie Delpy muestran las vidas de los dos personajes que se inventaron en 1994, en Antes del amanecer. 

Esta trilogía (que a lo mejor luego se convierta en tetra o pentalogía) es uno de los grandes homenajes que el cine le ha hecho a las conversaciones en su sentido más libre y divagante. A diferencia de la mayoría de películas, lo que hablan los personajes no sirve meramente para hacer avanzar la trama –para que fulano se entere dónde mengano escondió el tesoro–, las conversaciones son un fin en sí mismo.

Las tres películas son una especie de gran conversación que continúa a lo largo del tiempo, con temas que se repiten y evolucionan, con grandes continuidades y pequeños cambios. En cierto sentido, ver esta serie como espectador es revivir las etapas de una amistad, con la emoción del principio, la sorpresa de una reanudación y luego la llegada de un desarrollo agridulce.

En la primera parte de esta serie, Antes del amanecer, de 1994, un muchacho estadounidense y una muchacha francesa se conocían en un tren y decidían bajarse en Viena a caminar por ahí. Las conversaciones tenían la frescura y emoción de las relaciones que apenas están tomando forma, la sorpresa del encuentro, de las mil posibilidades que parecen tener a su alcance este par de muchachos.

En la segunda, Antes del atardecer, de 2004, los dos muchachos se vuelven a encontrar sin ser tan muchachos. Él se ha casado y tiene un hijo, pero esa noche en Viena le ha seguido resonando hasta el punto de que ha escrito una novela sobre ella. Al final de una gira promocional por Europa que termina en París, se vuelven a encontrar.

En esta tercera, las posibilidades disponibles para ellos –que hacían tan esperanzadoras las otras películas– se han reducido drásticamente. Están juntos de vacaciones en Grecia y tienen un par de gemelas angelicales, crespas y rubias como la madre. 

La relación que se ha establecido entre los protagonistas tiene las grietas normales que produce el tiempo, la desventaja inevitable de demasiada cercanía, de las rutinas y tareas compartidas que van empañando la novedad del otro hasta hacerla desaparecer. Lo que la reemplaza es algo reconfortante y emocionante a otro nivel más pausado, menos espectacular.

Es una relación cargada de frustraciones y pequeños lamentos, aunque Linklater logra hacer un retrato extraordinario y complejo donde se muestra tanto la felicidad bien ganada, producto tanto del encuentro fortuito de Viena como de todo el trabajo invertido por los dos, como los abismos que se abren por tanto camino no recorrido, por tanta oportunidad abandonada.

Son poquísimas las películas que exploran de una manera tan inteligente, con tantos matices, las formas en que las parejas se quieren y se repelen, se necesitan y se detestan al mismo tiempo. Y esta película, que tiene tanto de discreto como de ambicioso, es un recordatorio de que el cine es un arte del tiempo y que puede retratar, de manera devastadora, que mientras vamos cambiando seguimos siendo iguales. 

CARTELERA

**** Excelente   ***1/2 Muy buena   *** Buena   **1/2 Aceptable   ** Regular   *Mala 

 Buscando a Sugar Man ***
Documental ganador del Oscar que investiga la figura de un cantautor estadounidense ignorado en su país pero exitoso en Sudáfrica.

La eterna noche de las doce lunas ***
Documental colombiano que sigue a una niña Wayuu mientras cumple un ritual de su gente.

Los amantes pasajeros **
Un avión en problemas es el escenario de la última película de Almodóvar, cargada de un sorprendente humor burdo.

El conjuro **
Efectiva película de terror con más saltos y sobresaltos que sustancia.