Home

Cultura

Artículo

David Lovering, Paz Lechantin, Joey Santiago y Black Francis. | Foto: Cortesía Ultrapop

ENTREVISTA

“Somos una máquina aceitada”, David Lovering de Pixies

El baterista de Pixies, la banda bostoniana de culto, habló con Semana.com sobre la trayectoria del grupo y acerca de su disco más reciente ‘Head Carrier’.

Alejandro Pérez
14 de octubre de 2016

Si se le ha visto tocar a David Lovering no se le olvida, y tampoco si se le ha escuchado cantar (en canciones como ‘La La Love You‘). David Lovering, una fuerza indetenible en el ritmo de Pixies habló con Semana.com y demuestra que 30 años de carrera no solo pulen la música, también a sus intérpretes.

Semana.com: Usted vino a Colombia en 2014 (Festival Estéreo Picnic) con Pixies y nos preguntamos si recuerda algo en particular, o vivió la rutina del artista en gira de aterrizar, llegar al hotel, tocar e irse...

David Lovering: Fue interesante: llegamos un dia antes y fuimos directo al hotel. Mis memorias se relacionan al festival, fue genial ir a Colombia por primera vez. Los fans fueron receptivos con nuestra música y el festival, debo decir, lo hizo muy bien. Voy a muchos y suelen fallar en varios detalles pero no fue el caso, el confort, la comida, la gente, todo excelente.

Paz Lechantin, Argentina, toca hace tres años con la banda. Compuso la música de ‘All I Think About Now‘, un homenaje y disculpa a la bajista original Kim Deal.

Semana.com: Esa presentación fue una descarga de canción tras canción sin respiro. ¿Cómo decidieron dar ese tipo de concierto?

D.L.: Venimos tocando por 30 años, no continuos, pero por un largo rato, y desde el primer show hablamos muy poco y lo que hacemos es entregar música. Año tras año mejoramos, y creo que ya somos bastante buenos en ello. Hace dos meses estuvimos de gira en Europa y tocamos a una velocidad impresionante. Podemos tocar 30 canciones en 90 minutos con mínimas pausas. Somos una máquina aceitada y no pretendemos ser maleducados, no somos antisociales, pero nos enfocamos en lo que somos mejores y nos divertimos. A veces creamos la lista de canciones y salimos a tocar como nos salga, porque no tocamos lo mismo todas las noches. A veces no hacemos lista y nos arriesgamos. Lo podemos hacer porque sabemos todas estas canciones de las que podemos escoger.

Semana.com: Con Pixies han recorrido bastante, discos, peleas y giras, y ahora presentan Head Carrier, su sexto trabajo. ¿Nos puede pasear por la historia discográfica de la banda?

D.L.: Claro. En lo que concierne a álbumes de Pixies el primero fue Surfer Rosa que fue un deleite total. Es uno de mis discos favoritos porque éramos una banda joven y fue nuestro primer disco serio, con sello discográfico, y todo era nuevo y emocionante. Y amábamos las canciones, las habíamos tocado en Boston en todos los bares, y las conocíamos muchísimo.

Doolittle representó un reto aún mayor, las cosas crecieron y trabajamos con un productor distinto. Fuimos a un estudio más grande y, para la banda joven que éramos, aún era impactante grabar e incluso  vivir ahí pues había cuartos. Fue genial, porque pudimos aprender las canciones y  tocarlas en vivo mientras hacíamos preproducción. Y además era un grupo de canciones más ecléctico. Fue otro gusto hacerlo.

El siguiente álbum fue Bossa Nova, y fue interesante pues para mí, fue duro pues soy un perfeccionista y no me gusta llegar al estudio y no saber exactamente lo que voy a tocar. En Bossa Nova y lo que vino se hizo más difícil, y bregué y trabajé para lograrlo. No es que no me guste lo que hicimos, o lo que grabé, pero hubiera sido increíble tener más tiempo para dominar las canciones y estar más confiado. Me comenzó a asustar el estudio por esa noción de querer ser perfecto. Fue maravilloso de todas formas, un álbum que me gusta y que es bien distinto al resto.

Vino entonces Trompe Le Monde, hecho aún más rápidamente. Y me sorprende mucho cuando lo escucho pues muchas de las pistas que grabé me son imposibles de replicar hoy día. ¿Cómo inventé esto cuando era más joven?, ¡no tengo idea! Pero estoy muy contento con ese sonido.

Luego hicimos Indie Cindy. Nos volvimos a reunir en 2004 y en 2011 nos dimos cuenta de que veníamos interpretando canciones viejas durante siete años, y llevábamos más tiempo tocando en “reunión” lo que habíamos compuesto más de lo que habíamos existido como banda activa. Así que fuimos por material nuevo. Unpar de semanas de preproducción, y cuando lo recuerdo hubo mucha trepidación pues se le compararía con todo nuestro material pasado.

Ahora viene Head Carrier, probablemente el disco que más disfruté grabar desde Surfer Rosa. Tuvimos 6 a 8 semanas de preproducción, trabajando juntos las canciones, y fue genial, porque ya estaba Paz Lechantin en el bajo (reemplaza a la bajista original Kim Deal), trabajamos y ensayamos con nuestro nuevo productor Tom Dalgety, que escuchó el material y ayudó a la curaduría. Desechamos algunas y nos quedamos con un grupo de canciones que nos alegraban y aprendimos a tocarlas muy muy bien. Fuimos a grabarlo a Londres y fue increíble. Estábamos muy cómodos y conocíamos el material muy bien.

Semana.com: Cuando lo han tocado en vivo, ¿cómo recibe el público este nuevo material?

D.L.: Hemos tocado cuatro en vivo de este disco: Head Carrier, Um Chagga Lagga y otras dos que se me escapan, y me sorprende cómo encajan perfectamente en nuestro arsenal. He visto pogos desencadenarse con estas canciones, y para mí esto es un síntoma de aceptación, de un buen show. Me alegra que nadie está yendo al baño mientras las tocamos.

Semana.com: Nos habló más temprano de cómo al inicio de su carrera, con contrato discográfico en un sello importante (Elektra), hubo una aceleración incluso angustiante para sacar discos. ¿Qué tan distinto es hoy en cuanto a lo impuesto por otros y lo que deciden hacer?

D.L.: No creo que haya mucha diferencia. Cuando firmamos con Elektra teníamos el control, y les entregamos lo que nos pareció. Seguro, sentíamos presión y por eso sacamos disco tras disco rápidamente, pero no fue impuesto, fue autoimpuesto en cierta medida. Hoy no cambia mucho, controlamos los videos, las giras, y somos afortunados pues como banda hacemos los que Pixies quiere.

Semana.com: ¿Han cambiado sus influencias musicales a lo largo de estos años?

D.L.: La verdad, ¡tampoco! Lo que escucho, más alla de cosas viejas y nostálgicas en mi carro mientras manejo, es la estación de música alternativa en XM radio (radio satelital), la que cuando va a poner algo clásico pone canciones de Pixies. Así pues, sigo encasillado en ese género, que también define la banda que somos y lo que siempre nos gustó, lo Alternativo Indie.

Semana.com: ¿Como baterista usted se mantiene en forma para responder sin problema a estas ‘descargas’ en los escenarios?

D.L.: Es interesante. Hoy día tocamos los shows más rápidos que hayamos hecho en la vida, tocamos sin parar. Mucha gente pregunta cómo lo hacemos y yo personalmente no tengo idea. Me siento afortunado pues, a pocos días de cumplir 55 años, lo hago mejor que nunca, mejor que cuando era más joven. Lo he hecho por tanto tiempo, y me he acostumbrado, y he desarrollado una memoria física para hacerlo bien.

Semana.com: Cada banda tiene su dinámica, a veces cambia con los años, y a veces es estática sin importar qué pase. ¿Cómo compusieron Head Carrier?

D.L.: La mayoría fueron ideas de Charles (Thompson, líder de la banda, conocido en la música como Black Francis), así como la mayoría de la música de Pixies. Usualmente él presenta una idea con guitarra, acústica o eléctrica y empezamos a tocar alrededor. Joey Santiago (guitarrista líder) le suma una melodía, yo sumo mi ritmo. Y así lo hacemos desde el principio. Pero tres de las pistas del disco las trabajamos todos en el estudio, e incluso una de ellas es una de mis favoritas. La grabamos en un día y medio y tiene una historia interesante detrás.

Para Head Carrier grabamos por primera vez con Paz Lechantin (lleva tres años con la banda), quien añadió muchas ideas y tiene una musicalidad fantástica. Ya habíamos grabado y ensayado las canciones escogidas una y otra vez y, con poco tiempo en el estudio, ella dijo que tenía una idea y la tocó para nosotros. Charles le dijo que era interesante y que ella tenía que cantarla, pero él escribiría las letras. Y lo que compuso fue ‘All I Think About Now’ una canción de agradecimiento a Kim Deal, nuestra primera bajista. La escucho en el disco y es mi canción favorita, escrita por la nueva Pixie y suena como viejos Pixies. Irónico, ¿no?

Semana.com: ¿Alguna posibilidad de verlos de nuevo en Colombia?

D.L.: Sé que haremos gira por Latinoamérica en 2017, pero no sé los detalles. Espero que así sea.