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Una vez más, el director trabaja junto con su gran amiga Juliette Binoche. La actriz interpreta a una mujer cínica y divertida.

CINE

Doble vida: la tensión en el mundo editorial como metáfora

La nueva película de Olivier Assayas se enfoca en dos parejas que coinciden en el mundo editorial, y detalla más la mecánica comercial que los impulsos creativos.

Manuel Kalmanovitz G.
31 de octubre de 2019

Título original: Doubles vies

Año: 2018

País: Francia

Director: Olivier Assayas

Guion: Olivier Assayas

Actores: Guillaume Canet, Juliette Binoche, Vincent Macaigne, Nora Hamzawi

Duración: 108 min

Calificación: 2½ estrellas

Normalmente, aprecio las películas en las que la gente conversa y conversa. En sus mejores ejemplos, las palabras que van y vienen, las pausas, las ideas que surgen y evolucionan terminan por volverse tan hipnóticas y tan dinámicas como una gran pieza de baile.

En Doble vida hay muchas conversaciones, pero extrañamente ese encanto no termina de materializarse. Por momentos me abstraía de lo que discutían y me parecía que en estas imágenes sencillas de gente hablando, con su familiaridad o distancia, seguía estando el germen de lo que disfruto: esa forma condensada de las relaciones humanas, de sus posibles cercanías y distancias.

Pero luego volvía a poner atención a lo que decían y hasta ahí llegaba el entusiasmo, porque, caramba, no hay nada menos interesante que una conversación gremial en la que la gente habla de porcentajes, prospectos y estudios de mercadeo.

El tema urgente es la tensión en el mundo editorial entre la cadena tradicional de los libros –en papel, con redes de distribución y un entramado de críticos que los promueven– y los digitales –con e-books, audiolibros y blogueros– que parecen ofrecer un orden alternativo aún no consolidado.

Quizás el problema central es el ansia que transmite todo por lidiar con un asunto urgente, que, tras el periodo de gestación normal de cualquier filme, ha perdido bastante de su urgencia cuando llega al público. Porque así son las urgencias: breves y rápidamente reemplazadas.

La película tiene cuatro protagonistas principales y un buen número de secundarios. Los principales son dos parejas: el editor Alain Danielson (Guillaume Canet) y la actriz Selena (Juliette Binoche); y el escritor Léonard Spiegel (Vincent Macaigne) y Valérie (Nora Hamzawi), la asistente de un político.

El tema urgente es la tensión en el mundo editorial entre la cadena tradicional de los libros –en papel, con redes de distribución y un entramado de críticos que los promueven– y los digitales –con e-books, audiolibros y blogueros– que parecen ofrecer un orden alternativo aún no consolidado.

Muchas conversaciones animan la cinta, y abordan los cambios que ha causado la tecnología al mundo editorial.

A este asunto lo complementa la nueva novela de Spiegel, que ya le ha entregado a Alain, quien la rechaza en un principio. Lo que hace Spiegel en sus libros es partir de experiencias propias y velarlas levemente para incluirlas allí, en ese género raro que actualmente se conoce como autoficción.

Ahí hay un filón interesante sobre la tensión entre lo vivido y lo narrado, y sobre las responsabilidades de un autor frente a la gente con la que interactúa y que le da la materia prima para sus libros. Desafortunadamente, la mayor parte del tiempo está dedicado a asuntos mucho más técnicos y menos interesantes.

Aunque hay una buena dosis de ese glamur que se suele asociar con el cine francés más estereotípico –de infidelidades toleradas e incentivadas, de cenas en fincas campestres y en apartamentos amplísimos, de una riqueza evidente de la que nadie habla–, a lo que vuelve una y otra vez es al asunto aquel del libro tradicional versus los nuevos formatos, de los que, a pesar de largas exposiciones, nadie logra explicar ni qué tiene de interesante ni –lo más importante– cómo afecta los textos que se publican.

Es una película del mundo literario que, al enfocarse en el modelo de negocios, tiene el particular logro de dejar a la literatura sin su poesía y sin su urgencia. Se estrena en Colombia el 31 de octubre.

Dogman - **½ estrellas

Esta película italiana ofrece un retrato desesperanzado de un pueblo al sur de Italia, donde coexisten un cuidador de perros y un matón adicto a las drogas.

Hacia la luz - *** estrellas

Filme japonés de Naomi Kawase sobre una narradora de cine para invidentes, que se hace preguntas sobre las relaciones entre palabras e imágenes.

Guasón - *** estrellas

La historia del villano de Batman retoma el lenguaje del cine estadounidense de los setenta, incluyendo homenajes a Martin Scorsese. Gran actuación de Joaquin Phoenix.

Una foto antes de morir - *½ estrellas

Otra película de terror rusa con jóvenes muriendo en locaciones remotas, esta vez a causa de una cámara fotográfica que captura el futuro.