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EL MUNDO CELTA

'Celtic Treasure' complementa una colección del sello Narada dedicada al rescate de los sonidos celtas.

11 de noviembre de 1996

Existe la tendencia a creer que la música celta está ligada con el concepto de música nueva era. La aproximación siempre ha sido errada si bien el concepto primero tiene que ver con la música tradicional de las regiones celtas, Irlanda, Escocia y Gales, así como algunas zonas de Francia y España. La 'música celta', sin embargo, se ha caracterizado por una falta de unidad, marcada por los patrones que rigen los sonidos autóctonos de los diferentes países. El punto más cercano de unidad proviene de las tradiciones irlandesa y escocesa. Uno de los sellos discográficos dedicados a la exploración de estos ritmos es Narada, que si bien también desarrolla un trabajo en cuanto a la música nueva era, ha venido realizando una selección con lo mejor que sus artistas han aportado en el rescate de los sonidos celtas. Es así como se ha colocado en el mercado su colección Celtic, que ahora llega a cinco volúmenes con la publicación de Celtic Treasure. Celtic Odyssey y Celtic Legacy, las dos primeras publicaciones, hacen un recorrido por distintas expresiones irlandesas y escocesas, pero dan un amplio margen para un contacto con sonidos oriundos de Canadá, Galicia, en España, y ciertas formas musicales bretonas. Violines, guitarras, arpas, harpsicordios, pianos, acordeones, junto a dulces sonidos de vientos, casi siempre flautas, son la característica de estos temas, interpretados por artistas como William Coulter, Orion, Natalie MacMaster, The Poozies, Altan, Déanta, Northern Lights, Scartaglen, Sileas, Gerald Trimble y Simon Wynberg. Celtic Voices, por su parte, es un disco en el que se reúnen las voces de tres irlandesas, Mary McLaughin, Mariéid Sullivan y Emma Christian, y una norteamericana, Connie Dover, en el que la música celta gana en innovación al destacar el aspecto vocal sin perder las raíces tradicionales. Celtic Reflections, en cambio, es interpretado por uno de los mejores acordeonistas irlandeses, John Whelan, quien hace aquí un viaje musical, libre de artificios, que permite un acercamiento a la sensualidad de esta música. El más reciente capítulo de esta colección es Celtic Treasure, en el cual algunos de los artistas mencionados y otros más rinden homenaje a la herencia musical de Turlough O'Carolan, un destacado compositor y arpista irlandés de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, que dejó un vasto mundo de composiciones, Tranquilidad, naturalidad y espiritualidad son las características de una música que busca su espacio.