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Felipe Aljure se formó en Londres, se forjó en rodajes en Colombia y también tiene experiencia institucional. | Foto: juan carlos sierra - semana

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En entrevista con SEMANA, Felipe Aljure responde a las críticas al FICCI 59

Felipe Aljure, el nuevo director artístico del Festival Internacional de Cine de Cartagena (Ficci), habló con SEMANA sobre las decisiones que tomó el festival, que han generado controversia.

2 de marzo de 2019

Un nuevo diseño de las muestras, la decisión de abandonar la competencia y el mayor acercamiento a Cartagena. Con estas tres principales apuestas, el nuevo director artístico del Ficci, Felipe Aljure, asume el reto. Aporta la mirada sensible del realizador y la experiencia en gestión que adquirió al frente de la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura.

Así respondió la nueva cabeza del festival a SEMANA sobre los cuestionamientos y elogios que, desde antes de empezar, ha suscitado la edición 59, la primera que comanda.

SEMANA: Este año no habrá competencia. ¿A qué obedece esa decisión?

Felipe Aljure: En el mundo existen dos hegemonías en este sentido. Una europea, con jurados y competencia, como los festivales de Berlín, Venecia y Cannes, en los que el premio dota a sus películas y cineastas de un reconocimiento que les da un lugar en la industria y les abre salas de cine. En el eje norteamericano y anglosajón están los festivales de Nueva York y Toronto, que se celebran anualmente con lo mejor del cine mundial y no tienen competencia. Es un modelo que ha funcionado históricamente.

En nuestro caso hay que hacer dos observaciones. La primera es que cuando nuestras películas se ganan el India Catalina, ese premio no les abre las puertas. Eso nos hizo reconsiderar el esfuerzo de hacer un festival con competencia cuando los premios no estaban teniendo un impacto en las películas y realizadores.

De otro lado, es importante pensar que el cine y el arte no son como el deporte. Un gran bailarín no necesita competir porque crea belleza en sí mismo. Hay una distancia entre la competencia y la expresión, entre ganar y reflexionar.

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SEMANA: Ha habido prevención en ciertos sectores sobre si los cambios en el festival resultan atractivos para los realizadores.

F.A.: Por primera vez en la historia del Ficci tenemos inscritas en la plataforma más de mil películas, y la selección, que anualmente rondaba ciento y pico, este año sobrepasa las doscientas.

Muestras como la de Indias, la afro, indígena y la de migración y mestizaje reúnen cinco películas, cada una frente a más de doscientos filmes que componen la selección total, una cifra superior a la del año anterior en casi 40 películas.

En un país con fracturas sociales, no es descabellado que el 10 por ciento de las películas que se muestran en un festival le den voz a culturas que parecen ausentes.

SEMANA: Algunas de esas muestras tienen una mirada incluyente y responden a deudas históricas. ¿Ese acento social no arriesga lo cinematográfico en función de la corrección política?

F.A.: No podríamos hacer un festival de cine si en el centro de la toma de decisiones no está la excelencia cinematográfica. Nunca vamos a incluir una película solamente por ser políticamente correcta.

Esto no quiere decir que no podamos observar otras cinematografías que han sido silenciadas y que es importante que tengan voz. Películas que por su forma y trasfondo no resultan atractivas para grandes públicos y probablemente no van a pasar al circuito comercial colombiano e iberoamericano.

La aventura cinematográfica y el tema político son indivisibles. En un país con fracturas sociales, no es descabellado que el 10 por ciento de las películas que se muestran en un festival le den voz a culturas que parecen ausentes.

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SEMANA: ¿Por qué hacer una muestra enfocada en Cartagena? ¿Cómo plantea el Ficci acercarse a la ciudad?

F.A.: La muestra de Indias responde a una deuda que el festival ha tenido históricamente con la ciudad. Hay gente que ha expresado que al festival vienen cachacos y extranjeros y traen dinero al turismo, pero queda la sensación de que la salud audiovisual de la ciudad no es un tema que haya interesado al Ficci.

Recogiendo esas voces, abrimos esta categoría que consideramos diagnóstica, porque no teníamos claridad sobre qué íbamos a encontrar. No es solo una muestra, la intención es articularla con proyectos que viene desarrollando el Ficci en Cartagena y en el departamento, generar actividades a lo largo del año en torno al estado de la cinematografía cartagenera. Estamos en conversaciones con los cineastas locales y tratando de implementar un primer encuentro entre autoridades nacionales de cine y voces cinematográficas de Cartagena. Haremos esa mesa durante la semana del festival. Lo que anima esta categoría es la necesidad de tener una actividad permanente en el universo cinematográfico de Cartagena, más allá de los cinco días del festival.