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Pilar Quintana, ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana

‘La Perra’, novela de la escritora caleña, recibió uno de los galardones literarios más importantes del país. Es la segunda mujer en ganar el premio.

23 de enero de 2018

En la noche del martes 23 de enero se llevó a cabo la entrega del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, que este año celebró su cuarta edición. La ceremonia de premiación tuvo lugar en el Auditorio Fundadores de la Universidad Eafit, en Medellín, y en ella se dio a conocer a Pilar Quintana como la ganadora del certamen, con su obra La Perra (2017), publicada por la editorial Penguin Random House. En palabras de la escritora, su libro “es un relato que transcurre en el pacífico colombiano sobre una mujer que está llegando a los 40 años y no ha podido tener hijos,  entonces vive su maternidad frustrada a través de una perrita que adopta”.

En esta versión del premio se recibieron unos 80 libros publicados por editoriales nacionales y extranjeras: novela, antología de cuentos, biografía y periodismo literario, entre otros. De ellos, 11 fueron preseleccionados por un grupo de 20 lectores. Luego, el jurado conformado por Ricardo Sierra, presidente de Celsia;  Ana Roda, ex directora de la Biblioteca Nacional;  Sonia López Franco, jefe del Departamento de Humanidades de EAFIT; y Mario Jursich, escritor y crítico colombiano, y el peruano Alonso Cueto, a la cabeza, eligieron las tres obras finalistas, dos novelas y un libro de cuentos: La perra (Random House), Hay días en que estamos idos (Seix Barral, y Juego de Memoria (Tusquets Editores).

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Según la jurado Sonia Inés López, entre los criterios de elección de la ganadora, predominaron la fuerza y la economía narrativa, la vigencia y permanencia de los relatos, el dominio de la lengua, el respeto por los principios narrativos y la construcción de los personajes. En cuanto a los contenidos, dice que “el común denominador en las obras es que tratan temas muy distintos a los que se esperaría de la literatura colombiana en este momento; hay una apuesta muy fuerte por la construcción de una narración a partir de la vida cotidiana”. No en vano, Alonso Cueto advirtió que los finalistas son libros que responden a géneros y a concepciones de la narrativa muy distintos, pero todos tienen una alta calidad literaria.  

Después de escuchar los discursos de los finalistas y del jurado internacional, el gestor del Premio, Héctor Abad Faciolince, leyó el acta en el que se justificó el premio para La perra: “El pulso firme de la narradora se manifiesta en su capacidad de mantener el tono durante 108 páginas, sin una sola caída a lo largo de toda la narración. Quintana recrea el ambiente de un pequeño poblado en el Pacífico colombiano en el que de manera natural van surgiendo los elementos que conducen a la tragedia íntima del personaje (…) Deja un recuerdo hondo y preciso, cargado de belleza, de anhelos y de dolores humanos”. De igual manera se invitó a la lectura de los libros finalistas.

Quintana recibió como premio un diploma, una escultura del colombiano Hugo Zapata y la suma de 40 millones de pesos. Por su parte, los otros dos escritores finalistas obtuvieron cada uno un diploma y la suma de 5 millones de pesos. Con estos incentivos no sólo se estimula la producción narrativa del país, sino que se persigue la calidad en las obras presentadas como literatura.

Un reconocimiento para la escritura colombiana

Según el rector de la universidad, el abogado Juan Luis Mejía Arango, cuando el escritor Héctor Abad Faciolince era director del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, hace cuatro años, se dieron cuenta que en Colombia no existían premios para obras que ya estuvieran publicadas, y que para subsanar ese vacío debían encontrar una forma de reconocer los mejores libros de narrativa que se produjeran en el país. De esta manera se lograría no sólo estimular a los escritores y a las editoriales, sino también promover su lectura. Tras la alianza de la universidad con el Canal Caracol y Productos Familia, se consolidó el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana.

Así, el certamen que acaba de celebrar su cuarta versión, es una forma de rescatar los valores de creación literaria y humanística que prevalecen en los escritores colombianos. A propósito, Sonia López, jurado del premio, dice que el panorama de la literatura colombiana actual es bastante positivo: “yo lo veo muy oxigenado, veo que hay una narrativa que cada vez exige leer e investigar más, pues se está narrando a partir de conocimientos muy particulares que enriquecen los relatos (…) Por eso es importante mantener estos espacios, porque hay que darle voz a los escritores que, a su vez, buscan la voz de sus personajes; eso es precioso”.

A propósito de esta apuesta por la literatura, el rector Juan Luis Mejía dice que “en las cuatro versiones del premio se ha encontrado una efervescencia creativa en la literatura del país, y un ejemplo de ello es la participación de mujeres escritoras que también lo han ganado. La importancia de esto está en que tenemos que pensar en el hombre y en su creación que, al fin y al cabo, es lo que nos diferencia de las máquinas. Son las letras y las humanidades las que hacen al hombre diferente”.