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NOVIAS PRECOCES Y PROCACES

Sobre la última novela de Manuel Puig, se cierne de nuevo, la sombra de Pasolini.

26 de julio de 1982

SANGRE DE AMOR CORRESPONDIDO, Manuel Puíg, Editorial Seix Barral, 1982, 208 páginas.
Sobre Manuel Puig importa definir si sus tres últimas novelas, publicadas una detrás de otra cada año a partir de "Pubis angelical" caben en lo que podría calificarse de pornográfico, sin interés literario. Habría caído así el aparentemente joven autor argentino en la explotación de un mercado fácil y productivo dejando de lado la verdadera creación para la cual posee amplias facultades. Recordemos un poco su formación como figura de las letras. Empezó en Italia, a donde llegó a los 20 años para estudiar dirección cinematográfica coincidiendo con los que después serían grandes directores: Antonioni, Fellini, Pasolini, que iniciaban entonces su preparación (era 1952) y que debieron influir lógicamente en el argentino, sobre todo el último. De regreso a su país y fracasado en el cine. Puig optó por la literatura y publicó en 1965 su primera novela, "La traición de Rita Hayworth", recibida bien por los lectores, aunque la crítica miró en un principio al autor como epígono innecesario del Boom. Pero el nuevo novelista siguió escribiendo y llamó la atención de Emir Rodríguez Monegal en "Narradores de nuestra América" así como de otros críticos. José Miguel Oviedo, en la revista "Eco", Octubre 1977, le consagra grandes elogios y se refiere a su utilización de las formas narrativas del cine "como instrumento para recobrar lo más profundo de una experiencia personal y para crear, a partir de ella, personajes y situaciones de total persuación". Señala también Oviedo que en "El beso de la mujer araña", las notas explicativas al pie de página configuran un complemento que subraya el tema homosexual siempre presente en la obra de Puig, ya de manera clara como en esa novela, ya disfrazado de otras desviaciones como machismo, traumas infantiles o represiones adultas. Igualmente típica es su habilidad para desenvolverse en dos planos, el de los argumentos de filmes populares que aprovecha como ya se dijo, y el de los folletines con los que la gente ordinaria se compenetra, que a él le permiten no intervenir directamente como si se eclipsara. "Sangre de amor correspondido" muestra esas dos caras: una de novela rosa, sencilla, transparente, y otra de novela negra, perversa.
Todo sucede en un pueblito brasilero. El protagonista narra en primera persona, con interpelaciones de alguien sin presencia física pero que se supone sea una novia abandonada. Al comienzo el muchacho vive en una pequeña chacra. Por su linda estampa y su pelo fino no parece hijo de su padre sino del dueño de la finca. Con frecuencia va al pueblo en compañía de su madre, que trabaja esporádicamente como sirvienta en las casas de las familias principales. El chico gusta a las niñas y, entre ellas, a una preferida, María da Gloria, que estudia para maestra. Con todas se dedica a "noviar" (lindo verbo que no figura en el diccionario). Ya un poco mayor se convierte en futbolista, lo que aumenta su prestigio. Cuando le toca irse a trabajar como albañil y electricista en un pueblo lejano, María da Gloria accede a pasar una noche con él, creyendo evitar así la partida pero sin conseguirlo. El chico se marcha como si olvidara. No es así y años más tarde, al enterarse de que la novia se ha curado de una enfermedad que la atacó por el dolor de su ausencia, decide regresar. Construirá una casa para ambos, se casarán, serán felices. Al llegar vuelve al parque donde antes se encontraban. Entonces la madre le cuenta que María da Gloria acaba de comprometerse con un antiguo camarada. A él no le queda nada por hacer. Es el hijo de una sirvienta. Se esfuman sus sueños y la soledad se perfila como su única compañera.
La historia no puede ser más lineal y sencilla. Pero se desdobla como las demás porque los juegos de "noviar" precoces y procaces sobrepasan todo límite. Así se cierne de nuevo sobre el novelista la sombra de Pasolini, y, tras ésta, otra. A los 50 años, con un rostro que revela 25 en la foto de este libro editado para celebrar el quincuagésimo aniversario, con la misma sonrisa que disimulaba su timidez en las presentaciones de televisión cuando vino a Cali al congreso de escritores, Manuel Puig es el más tortuoso de los narradores hispanoamericanos del momento, y el más equívoco.

Manuel Puig nace en 1932 en Genera, Villegas, Argentina, a los 20 años, mediante una beca, se traslada a Roma a iniciar cursos de dirección cinematográfica. De regreso al país y retirado del cine, inicia en 1968 su producción literaria. Ha publicado: "La traición de Rita Hayworth" (1968); "Boquitas pintadas" (1969); "The Buenos Aires Affair" (1973); "El beso de la mujer araña" (1976); "Pubis angelical" (1979); "Maldición eterna" (1980) y "Sangre de amor correspondido" (1982). Actualmente reside parte del año en Río de Janeiro y parte en New York.