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Luis Tosar interpreta a un campesino que adopta a un niño nacido en cautiverio.

CINE

Operación E

Un escándalo mediático le dio a este película, hecha con más afán que inteligencia, la resonancia que buscaba y que no se merece. *½

Manuel Kalmanovitz G.
7 de marzo de 2013

Países: España y Francia
Director: Miguel Courtois
Guión: Antonio Onetti
Actores: Luis Tosar y Martina García.
Duración: 108 minutos

la estrenaron a las carreras, sin mostrársela con anticipación a la prensa ni hacer campañas de expectativa. Ver Operación E de repente en cartelera me acordó del afán culposo de algún tendero de barrio por deshacerse de un producto lácteo tras su fecha de expiración.

La película misma da una sensación de apuro. Operación E está basada en titulares de prensa y cuenta la historia de José Crisanto Gómez, un raspachín (interpretado brillantemente por el español Luis Tosar) que adoptó informalmente y durante un corto tiempo al hijo que Clara Rojas dio a luz cuando estaba secuestrada por las Farc.

El director Miguel Courtois, especializado en películas con tintes políticos basadas en historias reales, lo muestra todo con ligereza y con obviedades casi cómicas. Por ejemplo, cuando la esposa del campesino recibe el niño dice que tiene un bracito roto y muchas ronchas. Enseguida la cámara, diligentemente, nos muestra el bracito roto y sus ronchas, para confirmar lo dicho.

El carácter de Crisanto está bien delineado: es un pobre diablo, un tipo patético atropellado por todo el mundo, una figura lastimera. En contraste, los otros personajes son bocetos sin terminar. En una decisión absurda, escogieron a Martina García para interpretar a su esposa. Al verla con su pelo largo y lustroso y con su flacura no puede uno entender cómo esperaban que creyéramos que esta muchacha ha dado a luz a seis criaturas en medio de la selva.

Si esta hubiera sido una película sobre la paternidad, los seis niños de Crisanto tendrían alguito de personalidad. Si fuera sobre un matrimonio, no se limitarían a mostrar la relación como una noche de pasión para él y de aburrimiento para ella, seguida de una retahíla de recriminaciones de ella que él acepta mansamente. Tampoco es sobre las monótonas relaciones de Crisanto con la guerrilla y los representantes del Estado, porque cada estamento lo trata igual, arbitraria y abusivamente (los guerrilleros no le dejan llevar al niño a un puesto de salud; Bienestar Familiar se lo quita y luego se niega a contarle su paradero).
El único énfasis es el patetismo extremo del protagonista que, para despejar cualquier duda, no se limita a dejarse mangonear por las autoridades sino que se extiende a sus pobres dotes amatorias.

Lo triste es que podría haber sido una reflexión negrísima sobre esa frustrante arbitrariedad que enarbolan las figuras con poder y que ambos lados del conflicto parecen compartir. O sobre el cinismo de los políticos que ganan puntos con las tragedias humanas.

Pero no es nada de eso. Porque Operación E no busca entender o digerir titulares de periódico, se contenta con ilustrarlos. Ante algo así, la demanda que buscaba impedir su distribución fue un pequeño milagro: le dio a una película hecha con más afán que inteligencia la resonancia que buscaba y que no se merece. 

CARTELERA 

**** Excelente     ***1/2 Muy buena      *** Buena      **1/2 Aceptable     ** Regular      * Mala   

El maestro ***½
La relación entre un hombre desubicado y un gurú es el centro de la nueva película de Paul Thomas Anderson.

Mamá  **½
Unas niñas abandonadas en la cabaña de un bosque vuelven a la civilización años después en esta película de sobresaltos.

Hermosas criaturas  **
Una bruja adolescente debe esperar para saber si será buena o mala en esta nueva saga para adolescentes románticos.

Fuerza antigángster **
Malos de cartón pelean contra buenos también de cartón en Los Ángeles. A pesar de su gran elenco, la película no despega.