PROYECTOS

Vittorio Gassman esta colmado de proyectos cinematográficos, teatrales. Aún piensa escribir un segundo libro y a los 60 años sólo se queja de que le falta el don de ubicuidad.
Hablando sobre la crisis que aqueja al cine italiano dijo: "me preocupa, si bien no implica falta de trabajo para mi. Por otra parte, yo no me dedico solamente al cine. En mis proyectos para los próximos meses el teatro ocupa un lugar preponderante".
La actividad teatral de Gassman le ha dado prestigio, pero el cine ha difundido su imagen por todo el mundo. El festival cinematográfico italiano, que tuvo lugar hace poco en Niza, le dedicó una muestra "personal" con la proyección de doce de sus películas y debates sobre sus actuaciones.
Pero él dice que este tipo de manifestaciones no lo hace sentirse prócer y, por lo tanto, algo viejo, "porque trabajo más que nunca. Me espera un período de tanta actividad que un viejo no lo podría encarar".
P.: Han dicho también que Cassman se prepara a personificar a "Don Quijote".
VITTORIO GASSMAN.: Ese es un proyecto que me estimula mucho. La dirección será de Mario Monicelli, a quien considero mi primer maestro de cine, por haber sido quien vislumbró una "colocación" precisa para mí en la "comedia a la italiana" cinematográfica después de mis primeras experiencias erradas y justamente sin éxito ante las cámaras.
Monicelli me dirigió en "Los desconocidos de siempre" y gracias a él aprendí muchas cosas de la técnica interpretativa para la Pantalla. Hice también bajo su dirección "La gran guerra" junto con Alberto Sordi quien en esta película que vamos a filmar interpretará el personaje de Sancho Panza.
P.: ¿ Cuándo comenzará el rodaje?
V.G.: A mediados de 1983, según preveo. Primero tengo que filmar "Bienvenida", con el belga Andre Delveau, un realizador conocido en su país por sus películas de un contenido social comprometido. Acepté su oferta porque me propuso un argumento interesante, una historia de amor muy fuerte y de inteligentes sugestiones eróticas.
P.: Evidentemente, éste es para usted un período de trabajo internacional. Acaba de filmar "La vida es una novela" con el director Jrancés Alain Resnais.
V.G.: Resnais es uno de los mayores realizadores cinematográficos de Francia. Por éso y porque nunca había trabajado en dicho país me interesó la experiencia. Actué en francés.
En esa película no soy el protagonista porque se trata de una obra, coral basada en un guión muy singular que tiene acciones desarrolladas en distintas épocas. Yo soy uno de los muchos instrumentos de esa especie de orquesta que Resnais ha dirigido con gran habilidad.
P.: ¿Argumento?
V.G.: No puedo decirlo, porque el director francés nos hizo prometer a todos los actores que no habríamos de revelarlo. Sólo puedo adelantar que la trama del film tiene algo de utópico P.: ¿ Cuando trabaja con realizadores por los que siente admiración, como en este caso, asimila elementos técnicos, los que se suelen llamar "gajes del oficio", en función de su propia labor como director?
V.G.: Por supuesto. Siempre se aprende observando el trabajo de gente como Resnais. En cuanto a mis incursiones en la realización cinematográfica, sí tengo un proyecto que podría concretarse antes de terminar el 83.
El escritor Giovanni Arpino me prometió los derechos para filmar su novela "El hermano italiano", cuya trama se desarrolla en torno a dos personajes trágicos de ancianos. Uno lo encarnaría yo mismo. El otro podria ser el actor norteamericano Ben Gazzara, con quien ya conversé sobre esta idea.
P.: Con tanta actividad cinematográfica en su agenda, le quedará tiempo para el teatro?
V. G.: Sin ninguna duda. Dentro de pocas semanas empezaré la puesta en escena de "Macbeth", de Shakespeare. Se trata de una empresa que implica muchos riesgos, una auténtica aventura para la que me fui preparando mentalmente desde hace ocho años.
Precisamente ahora estoy en pleno proceso de elaboración de dicho espectáculo, incluido lo que se refiere a mi participación como actor. Los ensayos y la gira de "Macbeth" por toda Italia me tendrán ocuDado casi todo el año...
Le parece que con esta vida yo podría sentirme viejo?
P. :¿Sigue con su escuela de arte dramático en Florencia?
V.G.: Claro, hace algunas semanas tomamos los exámenes a los postulantes y aceptamos unos veinte alumnos nuevos.
P.: Es de suponer que con todo este trabajo de por medio dejó de lado, al menos por ahora, aquella idea que había explicitado de escribir un segundo libro, tras el éxito obtenido por su autobiografía intitulada "Un gran porvenir a las espaldas ".
V.G.: No la abandoné del todo.
Creo que en los ratos libres, si los he de tener, empezaré a desarrollar un embrión temático que tengo en la mente.
Quisiera trascender los límites de lo privado esta vez, para encarar un relato objetivo. Si quiere, le adelanto la esencia del tema: la valentía, el coraje... Me parece un tema literario magnifico.
P.: ¿ Cree realmente que tendrá tiempo para hacer en estos meses todo lo que ha dicho?
V.G.: Trataré, claro que necesito una salud de hierro. No me vendría mal, además, el don de la ubicuidad.
I.P.S.