Música
Snarky Puppy regresa a Bogotá, y hablamos con Michael League: “La música es medicina, la gente la necesita”
Invitados de lujo al Festival Internacional de Jazz 2025 del icónico Teatro Colsubsidio, League y su combo tocarán este viernes 19 de septiembre y dejarán, como lo han hecho en sus visitas, una experiencia inolvidable con música reconocida y algunos estrenos.
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Snarky Puppy es una tromba musical ceremoniosa, una ‘familia’ con una visión y un sentimiento común que no ha sacrificado ni sus principios ni su creencia en la sorpresa y en la experimentación colectiva. Creada en Texas, pero con lazos sonoros y experiencias que la atan al mundo, la agrupación regresa en pocos días el país, este viernes 19 de septiembre, a presentar música del que será su próximo trabajo discográfico (Somni) y varios de sus éxitos, emotivos, gozosos, profundos y siempre asombrosos.
Si se les ha visto en vivo, se sabe que conjuran una atmósfera única que borra líneas entre el recital y el ritual, entregando su particular fusión de de jazz, rock, prog, gospel y otras corrientes más. Si no se les ha visto, les recomendamos no dejar pasar la oportunidad (como parte del Festival Internacional de Jazz 2025 del icónico Teatro Colsubsidio).
En medio de tránsitos aeroportuarios, su director, Michael League habló con nosotros del mundo, la música y el ethos de su reconocida agrupación, que se he llevado cinco premios Grammy sin darle la espalda a la integridad. Esto nos dijo.

SEMANA: Entre sus varias visitas, hace dos años dejaron una noche memorable en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, y ahora regresa con Snarky Puppy al Teatro Colsubsidio. ¿Alguna memoria especial de este lugar y de este público?
MICHAEL LEAGUE: Claro. La última vez que pasamos por Bogotá invitamos a nuestras amigas de La Perla a que tocaran con nosotros. Para mí, ese fue un momento lindísimo por compartir el escenario con con músicas de Colombia, bien metidas en el folklore y la cultura musical de allá. Cada vez que viajamos, siempre intentamos pasar tiempo con músicos locales, o ir a conciertos para experimentar la cultura musical de donde estamos. Y fue riquísimo tocar una canción nuestra con La Perla...
SEMANA: En vivo, ustedes generan un ritual muy bello. ¿Cambia mucho la reacción del público según el lugar en el que toquen y los artistas que integran el grupo en el momento?
M.L.: En general intentamos crear una experiencia distinta cada noche. Incluso si no tenemos invitados cambiamos el setlist y cambiamos solistas. A veces, en el medio de una gira, cambiamos los miembros de la banda. Además, dependiendo del sonido de la sala, elegimos unas canciones específicas. Entonces sí, yo diría que el ethos de la banda, el objetivo cada día, es buscar y descubrir cosas nuevas, crear una experiencia única para el público y también para la banda. Todo cambia cada día, así nos gusta.
Intentamos crear una experiencia distinta cada noche. Incluso si no tenemos invitados cambiamos el setlist y cambiamos solistas. A veces, en el medio de una gira, cambiamos los miembros de la banda...
SEMANA: Cuando los he podido experimentar, se siente en el cuerpo y alma el concepto de conexión común y de groove. ¿Cómo reconocen ustedes esos grooves para hacer estas canciones tan geniales e improvisar como lo hacen?
M.L.: Algunos miembros de la banda crecieron la iglesia negra, y sus primeros 18 años de experiencia musical pasaron por fuera de una escuela. De hecho, yo diría que todos nosotros comenzamos con nuestros estudios musicales por fuera de la escuela, en bandas de rock o gospel o funk, o lo que sea. Incluso, así hayamos estudiado en universidad y en conservatorios, la banda tiene una mentalidad intuitiva sobre cómo trata con la música. Confiamos en nuestra intuición colectiva e individual.
Entonces, respecto a los grooves, cuando estamos tocando, si se siente bien, está bien. Esa es la regla. No vamos a componer una tesis sobre nada de lo que estamos tocando. Es algo muy intuitivo, muy básico, muy primitivo. Al final, tú sabes cuando estás haciendo algo bueno y cuando estás haciendo algo que no funciona.
Así hayamos estudiado en universidad y en conservatorios, la banda tiene una mentalidad intuitiva sobre cómo trata con la música...
SEMANA: Snarky Puppy es un colectivo, una familia de muchas partes que se conjugan. Háblenos de esta versión 2025, que viene este viernes al Teatro Colsubsidio, y de lo que va a ofrecer...
M.L.: Estamos de gira con... eh... déjame pensar... con 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 miembros, algunos originales, algunos no (pero el miembro más reciente lleva 10 años tocando batería con nosotros, Jamison Ross).
Creo que el viernes vamos a ofrecer una mezcla de canciones antiguas y algunas muy nuevas, que estamos tocando por primera vez en esta gira, porque tenemos un disco nuevo que vamos a lanzar el 21 de noviembre. Estrenaremos canciones, pero obviamente vamos a incluir otras más antiguas.
Vamos a ofrecer una mezcla de canciones antiguas y algunas muy nuevas, que estamos tocando por primera vez en esta gira, porque tenemos un disco nuevo que vamos a lanzar el 21 de noviembre...
SEMANA: Fantástico. Hay hay nombre ya para ese nuevo álbum.
M.L.: Somni, que significa sueño en catalán.
SEMANA: Sean Martin fue una presencia arrolladora, y se lo recuerda por el entusiasmo impresionante que sumaba. ¿Cómo los impactó su muerte?
M.L.: Fue una pérdida enorme. Musicalmente, Sean fue uno de los miembros más impactantes, porque vino del grupo de amigos de la escena negra en Dallas, como Bobby Sparks, Bernard Wright, Jason ‘JT’ Thomas, Sput Searight y muchos más, que han tocado en la banda. Pero además, como persona, Sean tenía una personalidad enorme. Ocupaba mucho espacio social en el grupo, tenía un montón de energía, entonces, cada día, se nota la ausencia.
La cosa es que hemos perdido ya tres miembros del equipo en los últimos 10 años. Entonces ya hemos enfrentado situaciones similares. Sabemos lo que es y preferimos pensar en el legado que nos ha dejado y en el hecho que, cada vez que tocamos, él está con nosotros de una forma muy literal. Físicamente no está, pero estamos tocando las mismas líneas que tocaba él. Estamos pensando en él y todavía está influyendo, como lo hacen Bernard Wright y nuestro primer ingeniero, Eric Hartman. Eso es lo bello de la música, es eterna.
SEMANA: Son ya bastantes años de carrera musical reconocida, con cinco Grammy, un disco reciente muy aplaudido y otro que viene.¿Cuál es el mayor orgullo de su carrera?
M.L.: Wow. ¡no sé! Para mí, el mayor logro de la banda es que seguimos existiendo, no solamente como grupo, pero como una mentalidad, con un objetivo que sigue siendo la búsqueda de cosas nuevas. No hemos sacrificado nuestras intenciones originales de buscar, descubrir, evolucionar, crecer. Porque claro, hay muchas bandas que duran muchos años, pero en algún momento, especialmente después de que llega el éxito, sacrifican cosas por el dinero, por la fama, por ventas de entradas, o simplemente porque es más fácil.
Y me alegra mucho que la banda siga con esa mentalidad original de la búsqueda después de 21 años.
No hemos sacrificado nuestras intenciones originales de buscar, descubrir, evolucionar, crecer...
SEMANA: Mantener esa integridad es el secreto a la química...
M.L.: Es una forma de pensar. No es simplemente una cosa que hacemos en la banda, es una manera de enfrentar la vida. Y en la banda tenemos seres humanos muy interesantes y muy curiosos. Todo empieza con eso. Sería imposible tocar como tocamos si ellos no fueran así. De eso estoy muy agradecido.

SEMANA: Desde su última visita, el mundo ha cambiado de manera muy fuerte. ¿impactan estos cambios la manera en la que abordan sus conciertos, sus giras, sus vidas?
M.L.: Obviamente. Solo puedo hablar por mí, pero sé que mi forma de pensar en lo que hacemos ha cambiado mucho. Anteriormente pensaba en la música enfocándome demasiado en el arte, creo, en los microdetalles del arte. Ahora soy más consciente del efecto que tiene el arte en la gente. Ahora veo que la música es medicina de muchas formas y la gente la necesita para poder seguir viviendo con alegría. Incluso yo, porque yo soy público antes de ser artista.
Lo que estamos haciendo cada noche es medicina para algunas personas, para otras es entretenimiento y para otras es escapismo, ¿no? Y hace falta algo de escapismo, a veces. En mi país, cada día nos levantamos y leemos el periódico y vemos el desastre que está haciendo nuestro presidente, haciendo lo opuesto de lo correcto con cada decisión que toma. Y día tras día te cansa leer eso y saber que estás viviendo en una sociedad que está moviendo en una mala dirección...
SEMANA: Me imagino que en Texas todo eso se siente en overdrive...
M.L.: Sí, pero se lo siente en todos los sitios. Yo vivo en Europa, pero lo siento porque soy estadounidense. Y por eso sé que muchas cosas han cambiado en en mi cabeza. Trato lo que hacemos con más respeto que antes. Hablo del arte, en general, no específicamente de mí o de mi grupo, porque para mucha gente lo que hacemos puede resultar terrible.

SEMANA: Nos menciona que es público, ¿qué música nueva o vieja lo emociona estos días? ¿Hay algo que quisiera poner en el radar de la gente que leerá esta entrevista?
M.L.: Ahora estoy escuchando mucha música de México, porque recientemente trabajé con un artista que se llama Fuensanta, una artista de Veracruz, contrabajista, cantante y compositora increíble, y también trabajé un poco en el disco de Silvana Estrada que se está lanzando ahora. Ellas dos me han dado un montón de recomendaciones de artistas mexicanos. Pero yo voy escuchando mil cosas al tiempo, y cada día es diferente. Yo creo que ayer estaba escuchando The Smashing Pumpkins, antes a Fiona Apple, y así... Voy por todos lados, musicalmente.
SEMANA: ¿Cómo se da su relación con el bajo y lo que compone, estos días?
M.L.: Para mí, el bajo es un instrumento interesante porque, en mi opinión, se toca con los oídos y el cerebro, en lugar de con las manos. No es un instrumento que necesita tanto mantenimiento diario como la trompeta o algo así. Yo crezco mucho como bajista al escuchar música, aprendiendo de la música en general, en lugar de simplemente pensar en el bajo. No me pienso bajista. Toco el bajo, pero también toco otras cosas. Prefiero pensar en la música y usar las herramientas que tengo para desarrollar y expresar ideas.
SEMANA: ¿Algo que quiera decir al público colombiano?
M.L.: Solamente decirles que tenemos muchísimas ganas de volver. Estamos muy emocionados porque nos encanta el país, la gente, la comida, la cultura musical, ¡todo!