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Nairo Quintana (centro), Chris Frome (izq.) y Esteban Chaves (der.). El podio de la Vuelta a España | Foto: EFE

CICLISMO

Nairo y Chaves, ¡Reyes de Colombia en la Vuelta España!

Así se consagró campeón el pedalista boyacense. Tras un emocionante recorrido por el Paseo de la Castellana, Madrid se tiñó de amarillo y se rindió a sus pies. El bogotano Chaves los acompañó en el podio.

11 de septiembre de 2016

La fecha del 11 de septiembre tendrá otro recuerdo para Colombia. El del 2016 cayó en domingo, y tendrá su página como uno de los días más importantes de la historia del deporte nacional.  

Veintinueve años después de que Lucho Herrera, un escuálido y desconocido pedalista de Fusagasugá, a quien le decían el jardinerito, se coronara campeón de la Vuelta  España, Nairo Quintana, otro héroe nacido en el campo colombiano, ha vuelto a paralizar a todo un país y arrancar las lágrimas de los cientos de miles de colombianos que fueron arroparlo en su coronación, y de los millones que a través de las pantallas de la televisión lo vieron subirse a lo más alto del podio instalado en la diosa Cibeles, sí, en el mismo lugar donde el Real Madrid ha celebrado sus 11 Champions. Este 11 de septiembre Nairo Quintana se coronó Rey, el nuevo rey de la Vuelta  España.

Nairo Quintana (4 de febrero, Cómbita, Boyacá) apareció en el pelotón en el 2012, pero nunca la tuvo fácil para ganarse un lugar en el grupo. Pequeño de estatura, sorprendió por su capacidad para la montaña, donde los grandes europeos empezaron a verlo como una amenaza. Llegó a las filas del español  Movistar y allí ha pasado ser gregario de lujo a jefe de filas.

En tan solo cuatro años como profesional, y con un futuro por delante (tiene 26 años de edad), ha sido dos veces campeón de la montaña en el Tour de Francia, dos veces segundo del Tour y una vez tercero; campeón del Giro de Italia; tercero de la vuelta a España, hasta que se coronó campeón de la ronda ibérica.

Lo hizo tras uno de los más épicos duelos de la historia del ciclismo en los últimos años, porque el duelo que protagonizó en todas las tres semanas con el británico Chris Froome recordó los episodios de las más grandes rivalidades del ciclismo. Froome ya lo había derrotado en Francia, ahora en España el colombiano iguala el marcador. “Estamos 1-1”, dijo Nairo en la víspera de la etapa triunfal.

Desde muy temprano las calles del madrileño Paseo de la Castellana empezaron a ser invadidas de gente, en su mayoría colombianos. Las camisetas amarillas y rojas, y las banderas fueron las que más se ondearon en el centro de Madrid. Parecía el día de la independencia (un 20 de julio), pero fue otro día en que uno de los nuestros rendía a sus pies a la llamada ‘madre patria’. Otra vez los colombianos cumplieron, como hace dos años, cuando 80.000 paisanos acompañaron a James en su presentación en el Santiago Bernabéu. Este domingo era el día de Nairo, el día de Colombia.

Y no era para menos. Desde 1996, esta es la primera vez que no habrá españoles en el podio. Ahora dos colombianos y un británico lo ocuparon. El tercer cajón lo ocupó Esteban Chaves, bogotano de 24 años que se ha convertido no solo en la sonrisa del pelotón, sino en otra esperanza de títulos para Colombia. En solo dos años fue podio en la Vuelta a España del 2015, segundo en el Giro de Italia 2016, y dejó sin podio a España en su vuelta, pues le arrebató el tercer lugar a Alberto Contador, gran figura del ciclismo español, que no pudo con el paso del ‘Chavito de América’.

El himno colombiano volvió a sonar en el día grande de la Vuelta, en el paseo de los triunfadores. Los cientos de miles de colombianos que tiñeron de amarillo, azul y rojo la anochecida madrileña lo cantaron con fervor y con un nudo en la garganta. “Es una responsabilidad muy grande ser colombia”, explicó Nairo en el podio, mientras sus paisanos no paraban de gritar su nombre y el de su país. 

Aunque el futuro inmediato del ciclismo colombiano ilusiona, no será fácil volver a ver a dos nacionales en lo más alto del podio de una de las grandes competencias europeas. Hace dos años, Nairo Quintana y Rigo Urán hicieron el ‘uno y dos’ en el Giro de Italia. Los escarabajos nacionales no paran de sorprender y rendir el mundo a sus pies. Hoy volvieron a rendir a toda España.

El paso triunfal

Fueron tres semanas de recorrido, 21 etapas, más de 3.300 kilómetros, los pedalistas iniciaron el último recorrido en la localidad de Las Rozas, y después de dos horas de pedal hicieron su ingreso a la capital española. Allí recorrieron un circuito de 7 rondas por el centro de Madrid, el Paseo de la Castellana, que culminó en la diosa Cibeles. En ese lugar fue coronado Nairo Quintana como nuevo campeón de la ronda ibérica, la segunda en importancia del mundo ciclístico, tras haber gastado 80 horas 42 minutos y 36 segundos, un minuto 23 segundos menos que lo que gastó Chris Froome, y 4 minutos 08 segundos que Esteba Chaves.

Durante el recorrido, Nairo vistió la camiseta roja, la que se puso en lo más alto de los Lagos de Covadonga, y la que supo defender hasta el final. Arropado por sus escuderos del Movistar, brindó con champagne con quienes calificó los responsables de su triunfo. La escuadra española llegará liderando el pelotón.

También brindó con los escarabajos Esteban Chaves, tercer en la general, y Darwin Atapuma, quien arañó dos etapas pero tuvo que conformarse con el segundo lugar.

Luego levantó las copas con Cristopher Froome, líder del Sky, campeón del Tour de Francia, y máximo rival del colombiano. Las sonrisas despejaban cualquier animadversión, sembrada por la prensa española, por lo sucedido en la penúltima etapa, cuando Nairo selló su victoria por encima del pedalista británico de origen keniata.

“El me respeta, yo le respeto, es un gran rival, nunca hemos tenido ningún lio y no queremos que los medios nos metan en polémicas”, dijo Nairo luego de que el periodista de la Televisión Española volviera a insistir en que los aplausos del británico el sábado habían sido sarcásticos.  

Luego, Nairo, Froome, y Chaves volvieron a llenar la copa, se apartaron del lote, y posaron sobre sus bicicletas en la foto que repitieron en el podio, instalado en la diosa madrileña.