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Los movimientos del Ministro de hacienda Alberto Carrasquilla | Foto: istock

GOBIERNO

Las movidas de Carrasquilla

Al participar en los recientes nombramientos en su cartera, en el DNP y en el Emisor, el ministro de Hacienda ha generado todo tipo de especulaciones sobre sus ambiciones personales. Pero hay mucho de mito urbano.

14 de septiembre de 2019

En menos de un mes, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ha protagonizado tres jugadas maestras para cubrir altas posiciones del Gobierno, en general, y del sector económico, en particular. El funcionario intervino en un jaque, un enroque y el movimiento de un alfil para reforzar el equipo.

Primero tuvo que ver con el nombramiento de Luis Alberto Rodríguez, su viceministro técnico de Hacienda, que pasó a la dirección del Departamento Nacional de Planeación (DNP) tras la salida de Gloria Alonso. A Rodríguez lo reemplazará Juan Pablo Zárate, quien desde 2009 era codirector del Banco de la República. Si bien parece un ‘descenso’ de cargo, hay quienes lo interpretan como un entrenamiento para su próximo ascenso, sustituir a Carrasquilla.

Y al cargo de Zárate llega Roberto Steiner, un economista brillante y muy cercano al ministro. Se trata de tres profesionales destacados que cuentan con los pergaminos para tener un gran desempeño. Pero estos cambios dieron pie a todo tipo de especulaciones.

Entre ellas que Carrasquilla ha ganado un enorme poder en el Gobierno; que quiere manejar el presupuesto de inversión a cargo del DNP –ahora por intermedio de quien fue su subordinado– y que tiene la ambición de convertirse en el próximo gerente del Banco de la República. Por eso estaría moviendo fichas para garantizar su futuro. ¿Qué tan cierto es y qué tanto de mito urbano hay en estos cambios?

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aspiraría a convertirse en gerente del Banco de la República.

Curiosamente, mientras estos tres altos cargos recibieron su reemplazo muy pronto, otros cuatro, claves para el sector de Hacienda, están en interinidad, incluso, desde el año pasado. Esto, sin embargo, podría tener una explicación: los cargos urgentes se llenan más rápido y luego vendrán los importantes.

En cuanto al tema del DNP hay muchas especulaciones, porque durante la discusión del Plan Nacional de Desarrollo Carrasquilla dio la pelea para que el manejo del presupuesto de inversión quedara en la cartera de Hacienda. Este cambio no gustó, la entonces directora del DNP, Gloria Alonso, se opuso y contó con el apoyo de varios sectores y exdirectores de la entidad. Si bien algunos han visto la llegada de Rodríguez al DNP como la forma en que Carrasquilla hará realidad su anhelo, resulta aventurado decir que el nuevo director recibirá órdenes de su exjefe.

En el caso de las ambiciones personales de llegar a la gerencia del Banco de la República y la presunta estrategia que estaría montando para asegurarse el cargo, hay mucho de mito urbano. Eso no significa que eventualmente Carrasquilla no pueda llegar a esa posición, a la que aspiró a finales de 2016, cuando quedó eliminado en la primera ronda y nombraron a Juan José Echavarría, con quien ha tenido varios encontronazos en los últimos meses.

Se ha dicho que la elección de Steiner, el paso de Zárate al viceministerio para luego convertirse en ministro de Hacienda, la próxima salida de uno de los codirectores y la posibilidad de que el Gobierno escoja dos codirectores en la mitad de su periodo harían parte de la estrategia de Carrasquilla para asegurarse los votos que requiere para ser gerente del Emisor.

Pero esos cálculos parecen improbables. Los actuales codirectores elegirán al nuevo gerente, o reelegirán a Echavarría, pues deben surtir este proceso en el último trimestre de 2020.

Un par de meses después, como prevé el reglamento del banco, entrarían los dos nuevos codirectores que nombra el actual Gobierno. Si en el momento de la elección Zárate es ministro de Hacienda, podría contar con su voto. Pero este solo puede llegar a ese cargo dentro de un año, pues las normas del banco prohíben que un codirector se retire para ser ministro o director del DNP, y deben pasar 12 meses antes de que pueda acceder a estas plazas. Muchos economistas consideran irrespetuoso afirmar que Steiner, recién nombrado, se alineará con el candidato del Gobierno, pues en su trayectoria profesional ha demostrado total independencia.

Roberto Steiner, codirector del Banco de la República.

No son los únicos escollos. En caso de presentarse, Carrasquilla tendría que competir con Echavarría, quien podría optar por su reelección, ya que el reglamento le permite quedarse por 12 años. Además, debería enfrentarse a otros economistas que han expresado interés por el cargo, como el exministro Mauricio Cárdenas y el codirector José Antonio Ocampo, quienes estuvieron en la pasada elección.

Hay quienes aseguran que Echavarría podría tener problemas para su reelección, pues, para ese momento, estaría a solo un año de cumplir la edad de retiro forzoso. Sin embargo, el banco tiene un régimen especial y a esto se suma el antecedente de la rectora de la Universidad Nacional, elegida poco antes de llegar a la edad de retiro forzoso, pero confirmada por el Consejo de Estado, que validó el nombramiento.

Las otras vacantes

No todas las cábalas sobre el futuro de Carrasquilla tienen asidero real, pero algunos críticos sí tienen razón en que la diligencia para hacer los recientes nombramientos contrasta con la interinidad en otras entidades clave del sector. En este momento permanecen sin titular las presidencias de entidades como la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Fogafín, Fogacoop y Fiduprevisora.

Carrasquilla es uno de los ministros más poderosos. Pero no es cierto que varios nombramientos correspondan a solo cálculos políticos.

La presidencia de Fogacoop, el fondo de garantías de las entidades cooperativas, está vacante desde junio del año pasado, cuando renunció Álvaro Vanegas. Esto significa que ya completa casi 15 meses en encargo. La siguiente entidad con mayor vacancia es Fiduprevisora, que presidió Sandra Gómez hasta noviembre del año pasado. La entidad ya completa diez meses en encargo, actualmente en cabeza del viceministro Juan Alberto Londoño

También desde noviembre pasado, tras la renuncia de Luis Fernando Mejía, la presidencia de Fogafín está en interinidad. En calidad de encargado se encuentra Germán Eduardo Quintero, secretario general del Ministerio de Hacienda.

Juan Pablo Zárate, viceministro técnico de Hacienda.

Y uno de los cargos clave para la inversión en infraestructura, la presidencia de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), ya completó seis meses en interinidad tras la renuncia de Clemente del Valle. Esta entidad, una de las más poderosas para mover el crecimiento del país, se creó con los recursos de la venta de Isagén, por unos 6,4 billones de pesos, y ha sido clave para garantizar el financiamiento de 4G y la estructuración de grandes proyectos como el metro de Bogotá.

El ministro le dijo a SEMANA que tener estas vacantes suele suceder en la administración pública, entre otras razones, porque hay 20 entidades adscritas y vinculadas al sector. Además, sostiene que los encargos a directivos del área de Hacienda no han impedido que estos cumplan las funciones asignadas y señaló que trabajan desde hace varios meses en entrevistar candidatos para ocupar estas posiciones. Pero que por distintas razones no han concretado los nombramientos.

Lo cierto es que hasta ahora el ministro Carrasquilla ha participado en nombramientos que han sido bien recibidos, pues se trata de funcionarios idóneos y con méritos suficientes. Y sobre las componendas y los cálculos políticos para garantizar posiciones de poder, todo parece una leyenda urbana.